CAPITULO CUATRO

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9-Junio-2015.
Último día de clases.
Así es, hoy es el último día de toda la secundaria y la mitad de mi salón asegura que no irá a clases, pero yo quiero aprovechar hasta el último segundo de mi estancia ahí. Me levanto de la cama en cuanto suena la alarma y me siento con la mayor energía que jamás sentí en mucho tiempo. Me puse la camiseta de generación, que es negra y en la parte de atrás, en letras rosa fosforescente dice "Lu" por Lucero. En el frente tiene una patita de leopardo que dice "Class 2015" ya que el leopardo es la mascota de la escuela. Me meto en mis jeans obscuros y me pongo mis zapatos verdes.
Al llegar a la cocina mi mamá esta cocinando algo en una sartén y justo después entra mi papá con el uniforme de su trabajo y metiéndose el cinto en las hebillas del pantalón, y al terminar me pone una mano en la cabeza y me despeina un poco, por suerte llevó el pelo suelto y no se me dificulta demasiado volver a poner todos mis chinos en su lugar.
Mi hermana Diané se tarda horas en estar lista, como siempre y tenemos que esperarla en el auto, en el calor infernal. Cuando sube respiro hondo y le sonrío, hoy no estoy para discutir, hoy es mi día de ser feliz y disfrutar hasta el último segundo en el colegio en el que estuve toda mi vida. Mientras mi padre cierra el portón, Diané se acerca a mi oído y me susurra...
-Hoy haré un trabajo con Yohn.
Sonrío sin darme cuenta ante la noticia, Yohn es el que le gusta a mi hermana desde el año pasado y ahora que está en primero de secundaria se dio cuenta de que yo era la mejor consejera a pesar de ser soltera, ya que yo ya viví lo que ella está viviendo.
-Muy bien, sólo dale su espacio y comportate con naturalidad.
Ella asiente y mi papá vuelve a entrar en el auto para luego ponerlo en marcha.
Al llegar al colegio, la fila de autos es más corta de lo normal y la escuela se ve desierta desde la distancia, ya que los de preparatoria ya están de vacaciones. Cuando bajo del auto, mi maestra de Química me sonríe y siento como su mirada me inspecciona en busca de unos jeans rasgados o... Mi pelo suelto.
-¡Hola Miss Olivia!
-Recojase ese cabello, señorita Lu.
Asiento y hago como que me estoy agarrando el pelo pero al llegar a la escalera lo suelto de nuevo. Al llegar a la tercera planta diviso a aquel chavo encorvado, de lentes y cabello cubierto de gel y peinado hacia atrás y hago como si no lo hubiera visto. Todos los días al llegar me saluda, me abraza, me da un beso en la coronilla y me dice que me quiere mucho. Ni siquiera sé su nombre. Desafortunadamente, y a pesar de mis técnicas evasivas el grita mi nombre y extiende los brazos para abrazarme. No es que yo sea una mala persona sin corazón, es sólo que no me agradan los abrazos y a parte me parece extraño que me salude y me diga que me quiere si a penas me conoce. Este chico necesita tener clara la definición de "querer" a una persona.
Me acercó a el y dejó que me abrace y que pase la rutina normal. Sus abrazos siempre se extienden demasiado y me aprieta con fuerza, y yo trató de moverme con sutileza para que capte que quiero que me suelte pero sin verme mal.
Cuando me suelta yo sigo mi camino hacia mi salón y diviso a Fátima recargada en la barandilla del pasillo y yo me pongo a su lado.
-Hola niña.
-Hola, espero a que llegue Adam... ¿No lo viste cuando llegaste?
-No, niña acosadora.
Entró en el salón y se siente el ambiente nostálgico, porque, vamos, aunque se hagan los duros, todos van a extrañar éste lugar. Deje mi mi mochila en mi banco y me encamine al lugar donde estaba Valeria hablando con otra de mis amigas Alejandra, morena de pelo largo y muy chino. La saludo con la mano y me acerco a ella.
-He escuchado que los maestros nos tienen una sorpresa para la sexta hora.- nos dice emocionada Ale.
-Oh, yo no estaré, ire a un exámen de admisión.- dice Valeria.
-Ha! Toma!- Ale siempre tan sarcástica.
Suena el timbre y la maestra de matemáticas entra en el aula con su bolso en la mano. Por suerte nos da la clase libre y, aunque todos se ponen a hacer alboroto y platicar, yo me decido por sacar mi libro de mi mochila y disponerme a leer. "Ladorona de libros". Definitivamente este libro me encanta, es la segunda vez que lo leo pero me encanta.
En la siguiente hora toca clase de historia y subimos al 4to piso al salón de Miss Rosa, me cae súper bien y es un amor de persona, aparte de ser una de las pocas personas que conozco que considero que realmente valen la pena. Pareciera que lo sabe todo, cualquier cosa que le preguntes respecto a la historia de México, de alguna manera lo contesta. Aparte su hija es una de las mejores amigas de mi hermana así que la conozco desde antes de que fuera mi maestra. Ella es nuestra tutora y por lo tanto nos consiente y desde ayer nos ha dicho que hoy podríamos hacer un convivio así que en su clase nos ponemos de acuerdacuerdo para comprar dos pasteles y 10 pizzas... Si, comemos bastante. Al terminarse su clase vamos de nuevo al salón para la clase de Química y yo me agarró el pelo al recordar lo estricta que es Miss Olivia. Al llegar al salón, todos empiezan a sacar cartulinas y se sientan en sus bancos y cuando llega Miss Olivia grita:
-¡El equipo de Maribel!
Yo volteo a mirar a una de mis amigas llamada Paula y ella se encoje de hombros. Todos nos vamos a la terraza de la escuela y ahí Maribel, Aaron y otras compañeras exponen sobre los ácidos y las bases en los alimentos. Paula y yo nos sentamos en un rincón a conversar y cada que la maestra se gira hacemos como que ponemos atención. ¿En que momento nos pidió preparar una exposición?
Oh por dios.
Oh por dios.
Oh por dios.
Marcos se acerca a nosotras y siento que mi cuerpo se derrite lentamente. Nos sonríe y se sienta frente a Paula. Claro, para que me emocionó, Pau es su mejor amiga. Intento no mirarlo demasiado pero mis ojos se clavan en él y cuando lo nota me sonríe tímidamente. Oh, su sonrisa es tan perfecta. Marcos me gusta desde el inicio del año escolar y es la primera vez que el que me gusta no sabe que me gusta. Lástima que es el último día y jamás intenté nada con él. Me habría gustado aunque sea ser su amiga, pero sólo me busca para pedirme tareas, trabajos o una pluma. Además, luego de que todos los que me han gustado me rechazaran sin piedad o me rompieran el corazón, se me acabó la valentía como para hablarle a él. En fin, sólo fue otra de mis fantasías.
Y así transcurre el día, clase tras clase, hasta que llega la pizza y los pasteles en la quinta clase. Subimos al salón de Miss Rosa y nos comemos la comida como si no hubiera un mañana, pero luego de media hora, la maestra nos empieza a apresurar con la excusa de que nos tomaran una foto en el edificio de primaria y que no quiere llegar tarde.
Cuando vamos todos cruzando la calle hacia el edificio de primaria el guardia nos abre la puerta para que entremos y adentro esta un grupo musical esperando junto a la alberca de la escuela. Una tuba, trompeta, guitarra, tambores... Oh voy a llorar de felicidad.
Luego de un rato entre amigos se empiezan a lanzar a la alberca y yo me quedo sentada en el borde. No quiero que se me mojen mis zapatos, pero amo nadar y si es con mis amigos es más que perfecto pero no debo. Alejandra me llama desde el agua y yo me hinco frente a ella, pero alguien me carga por las rodillas y la espalda y me lanza al agua, pero mis zapatos salen volando gracias a mis reflejos de tigre que me impulsan a soltar una patada para salvar mis zapatos favoritos. El agua está tibia y siento como se me pega la ropa al cuerpo.
Voy a matar a Fátima.
Salgo a la superficie y jalo el tobillo de Fátima para que, si antes estaba seca, ahora ya no lo está. Me doy cuenta de que no traigo mis lentes y los buscó en el fondo, pero hay demasiada gente. Al fin los encuentro y me los pongo. Lección aprendida: no sumergirme sin sostener mis lentes.
Estamos un buen rato en la alberca lanzando a los profesores al agua y luchando con cosas que nos encontramos por ahí.
Oh Dios mío. Los hombres empiezan a sacarse las camisetas y debo decir que la mayoría tiene el abdomen muy... Marcado. Marco... Me muero. Puede que no sea una obra maesta de gimnasio pero si tiñe músculo, es hermoso. Diviso a Maribel en los hombros de Aaron hablando con Alejandra, y me acerco a conversar, para olvidarme del abdomen marcado de Marcos.
Luego de un rato Crysta aparece junto a mi, es la obeja de nuestro grupo de amigos, por su abundante pelo chino, Aaron le puso ese apodo pero ya no recuerdo cuando ni como. Decidimos que yo me subiría a los hombros de Crysta y Fátima a los de Ajandra y que jugríamos a las guerritas. Nos ponemos en nuestras posiciones y yo jalo a Fátima hacia mi, lo que la hace caer al poco tiempo. Oh si, gané.
Nos sacan de la piscina luego de dos horas y al salir siento el aire frío que me entumece el cuerpo. Sin importar nada este es el mejor día, si, jamás lo olvidaré.
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CAPITULO DEDICADO AL PROFESOR ARIZMENDI POR SER MÁS UN AMIGO QUE EL MAESTRO DE ESPAÑOL, LO APRECIO MUCHO. GRACIAS POR SUS BAILES SUELTOS:3 NUNCA LO OLVIDARÉ.
-A

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