<Ésta historia transcurre horas antes de que Isei y los demas sean interceptados por Hank...>
Un hombre Sankta bastante viejo estaba sentado en su escritorio leyendo algunos documentos mientras se frotaba el puente de la nariz en sinónimo de frustracion. El hombre vestía un traje de gala bastante elegante pero sencillo a la vista, llevaba una gabardina que tenía un estilo bastante cercano a la ropa sacerdotal usada por los sacerdotes del letran, solo que ésta estaba mas orientada al combate, sin tantos adornos innecesarios que suelen usar. Y además, llevaba una insignia que lo hacia destacar sobre los demas, una insignia que solo el Papa, Lider de Laterano, otorga a la persona en la que más confía para que defienda a su país. Un signo de confianza y deber otorgado al general supremo de las fuerzas armadas de Laterano. El Sankta anciano menciona.
- ...Pr.A03, se que estas alli, sal… - dijo el hombre en un tono cansado y estresado.
Al escucharlo Pr.A03 entra por la ventana de la oficina en la que se encontraba el General. Sin embargo no dijo nada y se quedó callado mirándolo. En cambio, el general le da una mirada exasperada por su comportamiento, uno con el que debe de lidiar siempre que interactua con él.
- ...Si tienes algo que decir, dilo… no tengo todo el día… - dijo el general
- ...¿Por qué dejaste vivir al traidor? - preguntó Pr.A03 sin vacilar.
- Mmmm… Para empezar, no es un traidor. Solo estaba haciendo lo que él creía que es correcto… y ayudar a esa chica Sarkaz fue algo bueno. -
- El ayudarla fue bueno?... ¿No es ella nuestro enemigo? - preguntó el agente.
- No, es solo una civil que casi fue asesinada por nosotros sin justificación… Sea cuál sea su raza, sigue siendo una civil y nuestras armas no deberían de ser apuntadas hacia los civiles. -
- ¿Aunque eso signifique ayudar a nuestro enemigo? -
- Si… Además… Ella no era una simple civil. Leí su informe… Ella es una Sarkaz Banshee. -
- ¿Qué tiene que ver con que sea una Sarkaz Banshee?
- Esa subraza de los Sarkaz, forma parte de la corte real. No sé que rango tenga ella ni me interesa mucho la verdad, pero ella es una bomba diplomática andante, solo por el simple hecho de tener esa Subraza, así que mejor prevenir que lamentar. De hecho el equipo de Outcast nos ayudó bastante con sacarla de aquí y llevársela a otro lado… -
- ...Entiendo. -
- No sé por qué ella estaba aquí, pero parece que huyó de su país… y si moría aquí en Laterano, la poca diplomacia que teníamos con Kazdel se derrumbaría por completo y estallaria otra guerra…. Y no tengo intención de enviar a nuestra gente a morir en esa estúpida guerra, solo porque un idiota no supo controlarse… -
El agente no dijo nada al respecto. El general menciona.
- Si no tienes nada más que decir, puedes retirarte. -
En eso, por la misma ventana en la que entró Pr.A03, entra otra persona más, pero esta vez es más ruidosa que el anterior.
- ¡¡HOLA ABUELO!! ¡¿CÓMO TE VA?! - se escuchó una voz femenina bastante alegre y ruidosa.
La chica en cuestión, llevaba la misma vestimenta que su otro compañero pero a un estilo más femenino y con más adornos… adornos que ella misma le colocó al uniforme que se les dió. Entre ellos se podría ver el patrón florar que le puso a la gabardina corta que llevaba encima junto a su pantalón a medida que de alguna forma se convirtió en una falda corta con volantes. Todo ello estaba debajo de su capa de viajero completamente decorada con patrones de flores en los bordes y una enorme rosa en el medio, así que al parecer, a la chica le gustaban mucho las flores.
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El Camino A La Redención - ArkNights
Ciencia FicciónMitad Sankta, mitad Sarkaz, Ouryuu nació en Victoria. Su padre, de nombre Isei, pertenecía a la raza de los Sankta y era un oficial militar encargado de la seguridad de la frontera. Un día, mientras realizaba patrullaje de vigilancia en las afueras...