Tercero en Discordia

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-Jellal no es lo que parece ella.... –Pero un puñetazo le interrumpió.

-Aléjate te he dicho. –Jellal estaba bastante furioso pero Erza no reaccionaba. – ¿Que le has hecho? –entonces Jellal se acerco y esta vez Erza si reacciono. -¿Qué te han hecho? –Entonces le aparto el pelo de la cara y beso su mejilla lo que hizo que Simon se levantara rápido y lo apartara de ella.

- Tío que coño haces es el doble de joven que tú. –Lo que le hizo sorprenderse a Jellal – ¿Eres un abusador o qué? Solo intento ayudarla y tú te aprovechas.

-¿Que dices? Erza la compre yo. Yo soy su dueño y yo he permitido que vaya a una fiesta con Levy y dos chicas más. –Dijo bastante furioso y Simon al saberlo se enfureció mas, ya que siempre daba la casualidad que Jellal iba siempre por delante de él. Pelearon durante un buen rato hasta que...

-Chicos... por... favor... –Erza se llevo la mano a la cabeza ni siquiera era consciente de esto y además su calor interno estaba subiendo. Lo que hizo que los dos hombres se alteraran.

-Tranquila Erza ya paramos -dijo acercándose- por suerte no tienes nada, pasara pronto el efecto. –Dijo Simon acercándose y también dando un pequeño escalofrió ya que notaba esa mirada furtiva que le estaba pegando Jellal.

-Erza mejor duerme. –Dijo apartando al chico y llevándose a Erza en brazos hacia su habitación mientras que Simon lo seguía por detrás como si fuera su protector.


Cuando la puso en la cama ella ya dormía. –Ahora mismo me explicas que estabas haciendo tu en aquella fiesta, como encontrarse a Erza y que le ha pasado. -Dijo saliendo de la habitación.

-Pues veras, nos encontramos en la fiesta porque soy amigo de Juvia, la chica que nos invito y que por suerte para mí es muy amiga de Erza y me la presento. -Simon quería ver sufrir un poco a Jellal –Hablamos durante casi toda la fiesta, la verdad es que no me comento mucho, solo que no vivía sola y había un hombre en su vida –Lo que alegro un poco a Jellal pero Simon quiso invertirse un poco las cosas ya que se le había escapado eso –pero nada importante así que empezamos a decir gustos y nos acercamos y bueno ya sabes el alcohol y todo... -"Eso es mentira Erza no olía a alcohol además de que se lo prohibí y ambos oléis a Fontal de naranja. De todas formas buen intento." Pensaba Jellal. – .... La fiesta llegó a su fin y cuando vi que se iba sola preferí ir con ella pero ya un tipo la estaba molestando y vi que le inyectaba algo en el cuello mientras ella se resistía así que la ayude y la traje aquí ya que estaba muy cerca. Y fin.

-¿Cómo era el tipo? –La verdad es que Jellal quería vengarse un poco por tocar una cosa preciado para él.

-Alto, rubio, delgado, -"lo típico" pensaba Jellal - misma edad que yo, 23, –"Eso va con segundas" Puso mala cara Jellal –Contrabandista no era, típico chulo me parece, así que seguro que estará por esos sitios.

-Genial. Gracias por la información ahora, lárgate.

-Ni de coña, y dejarte a solas con Erza en ese estado... Lo llevas claro pedazo de pervertido. ¿Además porque cojones la compraste? Espera... no me digas que la tienes para tus gustos ya sabes vicios...

-¿Qué estás diciendo? Hablas más que sabes, necesitaba compañía. Pero no ese tipo. Erza me pareció la mujer ideal y por suerte lo es, así que me la quede para protegerla.

-Ahora eres su príncipe azul, deberías jubilarte, ella no es para ti –Dijo levantándose - Solo tiene que mirarla, joven, guapa, lista, humilde, fuerte.... y tú eres embustero, traicionero, solitario, jamás has amado a alguien, incluso matas por placer... Jellal date cuenta. –La furia de Jellal crecía y lo dejaba claro con su mirada, pero lo que más dolía era que fuese verdad.

TRIPLE SEDUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora