Dolor intenso

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Pasaron unos días desde que Ultear dijo que le enviaría el mensaje, y aun no había rastro de ambos.

Hasta que apareció sin más y entregándole la carta que separaba a la pareja, ya que Jellal debía de irse a hacer el encargo y esta vez iba a durar bastante poco, consistía en entregar al soplón sin levantar sospecha.

"Demasiado fácil... ¿Habrá algo detrás de esto?" Pensó Jellal en cuanto leyó el encargo, de mientras a Erza le había llamado Simon para quedar con Lucy, Natsu y el mismo, para ir a cenar y por supuesto fue obligada por Jellal, aunque a Erza le preocupaba que Jellal se pudiese molestar por la aparición de Simon y de hecho si lo hacía...

-Jellal, de verdad... no tengo porque ir... -Dijo Erza acurrucándose a Jellal, que estaba descansando en el sofá con una sonrisa al notar que ella se tumbaba con él.

-Vas a ir... yo no te puedo llevar a esos sitios –Dijo reposando su cabeza en la de Erza.

-Pero si es un bar de comida rápida... Dicen que hay muchos por toda la cuidad –Replicó

-¿Sabes lo que es?

-No... -Jellal sonrió.

-Entonces tienes que ir a verlo, yo soy más de elegancia. Te divertirás, vas con amigos y Simon.-La verdad es que el tono en que dijo el nombre de Simon fue bastante seco.

-Jellal si te molesta no voy. –Dijo mirándole y Jellal se sintió culpable. Jellal no podía llevar a Erza a algunos lugares ya que estar con ella y salir seria ponerla en peligro, debía ir al menos para probar si le gustaba. –Iré en otro momento.

-Erza, ¿tú me quieres? –Erza no se lo pensó dos veces

-Claro, te quiero.

-Erza confió en que ti, porque sé que me quieres y yo también te quiero, Simon me molesta pero me da igual, se que eres mía, así que iras, te divertirás, comerás bien y me echaras de menos. –La beso dulcemente en los labios. –Vamos cámbiate, quiero ver como iras... -Le sonrió seductor.

Erza se levantó y se dirigió a cambiarse de ropa, una vez elegido el look, salió de la habitación y vio que Jellal le esperaba un poco impaciente.

-La espera valió la pena. –Erza aunque no quería verse guapa, ya que iba sin ganas, consiguió lo contrario, iba preciosa con un pantalón negro y una de tirante blanca tapada con una chaqueta larga fina negra. –Quiero que vayas con ganas, ¿Vale?

-No, iré como quiera. –Miró hacia otro lado, no estaba enfadada con Jellal pero tenía algo de orgullo y era muy testaruda. –Así que... -Bufo. -¿Voy bien?

-Estas muy buena y todo te queda fenomenal. –Erza le miró. –Estás muy guapa. –Erza sonrió. –Tan guapa que aunque vayas de negro brillas como si fueras todo de blanco. –Erza se estaba avergonzando pero no para de sonreír aunque fuera tímidamente mientras Jellal se acercaba a ella y le abrazaba. –Y estas obligada a ir, y mas así de guapa –Erza se separo.

-Pues que sepas que volveré lo antes posible, me guste o no. –Le desafió con la mirada.

-Eres muy cabezona, venga vamos quiero ver la tele con una belleza al lado. –Jellal le cogió y tiro de ella arrastrándola y dejándose caer en el sofá.

-Espera tengo hambre, voy a por patatas. –Erza se levantó

-Están arriba.-Pero al final la acompaño y cogió él las patatas, Erza de mientras lavó un plato, para poner las patatas.

En ese momento donde Jellal vio cuando estaba esperando a Erza que secara el plato vio como la estantería de la cocina estaba por caer por culpa de algo que pasó bastante rápido, lo peor es que parecía que iba a caer encima de Erza.

TRIPLE SEDUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora