Dos molestias

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Después de unas horas y de otro asalto a la cama donde dormían ambos, Jellal tenía que irse a reunirse con unos compañeros e ir a hacer un pequeño recado, cosa que a Jellal le molestó bastante ya que al no poder pasar más tiempo con su novia.

Al cambiarse, escribió una nota para Erza diciéndole:


*Pelirroja, me he tenido que ir a un recado, intentare volver mañana por la mañana y tranquila es fácil el recado. Cuídate mucho, te quiero. Jellal.*


Al dejarle la nota, Jellal hizo un pequeño ruido que provoco que Erza se girara a otro lado, dejando al descubierto su espalda.

"Un día.... esta mujer me va a provocar un infarto, madre santísima que ganas le tengo y encima me tengo que ir, puto Jefe llamándome cuando por fin tengo a Erza como novia... me encantaría poder estar con ella y... Una ducha fría no estaría mal. Me voy."

Pero no sin antes taparla, y eso lo hizo muy despacio pasando la fina sabana por la curvas de la muchacha, pasando sus dedos, tocando la piel y subiendo hasta el hombro, donde Jellal respiro para volver al mundo y retomar su camino.

Pasó por el salón observando bien, que estuviera todo en orden y perfecto para cuando Erza despertara no empezara a hacer ninguna cosa, solo la cena. Una vez todo dado el visto bueno marcho y cerró la puerta con llave, por si acaso, no quisiera él que entrara ningún extraño a molestar a su preciada y valiosa pelirroja.

Nada más salir por el portal encontró a dos mosquitos y bastante alterados.

-¡Jellal! es verdad, ¿no?

-Gajeel, Levy... dejarme en paz queréis, tengo trabajo que hacer. –Jellal estaba bastante cansado ya de por sí, tenía poca paciencia y menos mal que llegaría incluso pronto, pero no quería aguantar a nadie, debía ir tranquilo, pero solo provocó angustia a Gajeel y Levy.

-¿Y Erza? –Pregunto Levy, ambos jóvenes se temían lo peor, Cuando Jellal estaba así de molesto solo podían pasar cosas malas y como Erza vivía con él la podrían encontrar muerta.

-Eso no te incumbe, dejarme irme, seguro que ya sabéis porque... así que... abrirme camino o empiezo a cabrearme.

-Gajeel. No queda otra. –Dijo Levy asustada, y en un momento Gajeel corriendo entró en el edificio seguido de Levy. Dejando a un Jellal bastante molesto. "Enserio creías que soy capaz de herirla. No dejare que la molestéis para esta estupidez" comenzó a seguirles pero era más rápido, los adelantó y estrello a Gajeel contra una pared.

-¡Gajeel! –Dijo Levy retrocediendo mientras forcejeaba el agarre de Jellal pero no se podía medir contra él, demasiado furioso.

-Largaos de una puta vez. Tengo un trabajo y no quiero molestias por los alrededores.

-E Jellal, Solo queríamos visitaros. –Dijo Gajeel elevando las manos en símbolo de paz, de que no iba a hacer nada, y Jellal lo soltó y se separó.

-Jellal, no queremos molestar, solo ver a Erza. ¿Está bien? –Pero cuando se iba a acercar a Levy para protestar y decirle que estaba bien. Gajeel se escapó llegando donde era el piso destinado, seguido por Jellal y Levy que gritara para que frenara, pero lo único que hizo fue dar un gran golpe para abrir la puerta y entró.

Al no ver a nadie se asustó y miro la cocina mientras Jellal se ponía mas furioso entrando en su casa y echando a Levy mientras iba a por Gajeel que abrió la puerta de la habitación de Jellal y la encontró.

Encontró a Erza pero lo malo es que estaba desnuda aunque se tapaba mientras se situaba ya que estaba plenamente dormida. Al reponerse un poco vio a Gajeel un segundo ya que Jellal ya le había hecho volar directamente hacia el sofá de un derechazo.

Al ver eso Levy no pudo evitar ir corriendo hacía Gajeel preocupándose cuando lo vio escupir sangre. De mientras Jellal le hizo una seña a Erza para que se vistiera y corriendo lo hizo y en un record de tiempo se colocó la ropa interior y el pijama. Cuando salió vio la situación.

Un Jellal bastante furioso, Gajeel sangrando y Levy ayudándolo mientras preguntaba por ella.

- Levy, Gajeel, ¿qué hacéis aquí? –Preguntó mientras se colocaba al lado de Jellal, Pero Levy y se puso en medio.

-No te acerques a él, es por tu bien. –Jellal solo resoplo y cerró la puerta que no le costó mucho por la furia contenida que llevaba, usando un pestillo que nunca uso pero que se maldijo por no hacerlo antes.

-Levy, cariño, ellos dos se unieron, para que me entiendas. –Dijo Gajeel mientras se tocaba la cara y se ponía de pie, pero Levy agarro las manos a Erza y la miró preocupada.

-Erza... ¿te ha obligado? –Dijo Levy mientras Gajeel se acercaba y Erza se quedo petrificada y escuchaba la risa de fondo de Jellal. "Pero estos capullos de que van, ¿es que están de coña o qué? Soy tan... o solo me ven así" pensaba Jellal mientras reía mirando al suelo y paseando por la habitación-

-Levy, ¿Qué estás diciendo? –Dijo Erza soltándose del agarre de Levy.

- Tranquila estamos aquí, puedes decirlo.

-Pero tú te oyes, Jellal jamás me abría hecho eso. –Se fue donde estaba Jellal que se quedo parado al ver que ella venia a su lado. –No es un monstruo como creéis. –Jellal no podía para de mirarla y cuando sus miradas conectaron, su furia se fue. –No eres un monstruo por mucho que te lo digan. –Al oír eso Jellal no pudo evitarlo, la acercó a él y se abrazaron, dejando a dos personas totalmente sorprendidas, nadie podía tocarlo y mucho menos abrazarlo.

Y ver a alguien sonreír abrazándole era totalmente extraño, él era una persona horrible y ella muy amable, ambas personas tenían miedo de Jellal pero porque Erza no.

-Sentimos haberte despertado. –Dijo Jellal. -¿Verdad? –Pero Jellal miro con cara de asesino bastante cabreado y ambas personitas asintieron enseguida.

-No ha sido molestia. –Miro a Levy. –No es tan malo como crees, solo hay que conocerlo un poco más.

-Ya claro, ¿y cuando pega qué? casi me deja tonto. –Dijo Gajeel parecía entender más la situación que Levy, ella solo se preocupaba mas.

-Eres tonto, da igual el golpe. Ahora largaos de aquí antes de que me moleste más de lo que ya estoy.

Pero la pareja ya iba a protestar.

-Tranquila Levy hablamos mañana, quedamos donde siempre. –Dijo Erza tranquilizándole

-Más te vale venir... Esto no me convence... Lo siento pero Jellal es una persona horrible y trabaja...

-Lose –Dijo Erza interrumpiéndola y dejando a Jellal sorprendido.

-¿Lo sabes? –Dijo Jellal haciendo que Erza le mirara.

-Sí, vamos... que vienes tarde y te vas pronto cuando trabajas, además que vienes cansado, a veces dolorido y casi siempre lleno de sangre. Además las llamadas se escuchan aunque no quieras, y sé que eres un asesino a sueldo o más bien un mercenario, esta cuidad tampoco ayuda para pensar lo contrario, ¿No crees?

-Cuando vuelva hablamos. Vosotros venga nos vamos. –Dijo Jellal mirándoles, cuando Levy y Gajeel abrieron sin provocar más destrozos y salieron Jellal aprovecho para dirigir a Erza a la cama y tirarla mientras ella se reía.

-Bruto. –Dijo mirándole y acomodándose en la cama.

-Buenas noches -Dijo riéndose ya que Erza le miraba divertida. –No me provoques que esta noche tampoco duermes ee –Ya que Erza le provocaba mientras se acomodaba. –Más tarde hablamos, te contare todo lo que quieras.

-Jellal no hace falta...

-Pero quiero que seas la única persona que sepa de mí, -Erza sonrió, provocando que Jellal se acercara a ella sonriendo igual. –Además quiero contártelo, eres especial para mí y necesito que lo sepas. Ahora me voy –La beso y la estiro a la cama tapándola.

-Ve con cuidado y trata bien a Levy y al otro. –Que justo estaban fuera en el pasillo por si acaso.

-No prometo nada. –Y salió de la habitación antes de que ella protestará.Al salir... –Mosquitos vamos, quiero veros bien lejos de esta casa.

TRIPLE SEDUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora