CAPÍTULO 9 "Cumpleaños de Hiccup, part 1"

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NARRA ASTRID:
Me encontraba de camino a casa de Hiccup. Hoy cumplía 18 años. 18 años que hemos estado juntos y no me perdía ningún cumpleaños suyo. Y como era de costumbre lo celebraba en su jardín. Yo vestía con un vestido largo, color café. Era casi verano, estábamos a nada de que empezara. Así que el vestido era de tirantes, recogí mi pelo en un moño alto. Piqué a la puerta y nos recibió su madre.

- Astrid, Elena. ¡Pasar! - Dijo Valka al vernos.
Mi padre se quedó trabajando y no pudo venir. Y Marcos mi hermano está en una cena.
Nosotras pasamos, dejamos nuestras cosas a un lado. Mi madre se quedó un rato hablando con Valka y yo fui al jardín.

- ¡Astrid! - Me gritó Heather al verme.

- Heather. Que guapa. - Iba con el pelo rizado y una trenza que le hacía una corona. Con un vestido apretado color blanco.

- ¿Y bueno tú? Pedazo vestido tía. - Me contestó.

- Bueno, tampoco está mal. - Le dije.

- Astrid, querida. - Me llamo Celia. Que iba con un vestido sin manga de color rosa palo. Y una coleta bien alta.

- Hola - Le respondí con una sonrisa.

- Vas preciosa. Me encanta ese vestido. - Me dijo con una sonrisa. - A otra cosa, que le vas a regalar a Hiccup.

- Hem... es sorpresa. - Dije apenada, si se lo digo va a pensar que es una mierda, pero es que solo lo entenderíamos él y yo o incluso Heather o Jack.

- A bueno, pero te lo decía, para saberlo y comparar, bueno ya sabes lo que se suele hacer. - Me dijo.

- Si, pero mejor que lo veas con tus ojos.

- Bueno, vale, si no quieres, nada. - Comentó y dio un sorbo a su copa. - Hiccup está atrás, en el otro jardín.

- Vale. - Le respondí.

Me fui a la otra parte del jardín y fui a ver a Hiccup.

- ¡Féliz cumpleaños! - Dije súper contenta. Él estaba en un banco que había al lado de un árbol. Cuando escuchó mi voz se giro a verme.

- ¡Astrid! Me alegra que hayas llegado. - Me dijo y se fue a abrazarme.

- No me lo creo, que cumplas 18 y que lo hayamos pasado juntos.

- Yo tampoco. - Agregó. - Recuerdas este sitio. - Dijo señalando el árbol con el banquito al lado.

- Como la Palma de mi mano. - Respondí riéndome.

- Aquí me dijiste que si nunca consiguiéramos pareja, nos casaríamos bajo este árbol. - Le deje mientras me sentaba en el banco.

- Que inocentes éramos. - Dijo

- Y que pequeños...- Contesté

- Demasiado. - Agregó. Nos miramos y yo me empecé a reír.

- ¿Que te pasa? - Preguntó.

- Té has puesto camisa, esto hay que grabarlo. - Dije riéndome.

- Des de que me probaste la de tu hermano, no paro de ponerme camisas. Quedan elegantes.

- Si la verdad que si.

- Astrid, me gustaría hacer algo especial hoy.

- ¿Como que?

- Mira. - Dijo, saco un llavero que ponía. H y A.

- Teníamos la manía de poner nuestras iniciales en todo. - Dije sonriendo.

- ¿Pero que quieres hacer con el? - Pregunté

- Este llavero no tiene idea de que existe Celia y lo quiero guardar en un sitio que se que cada vez que lo vea, recordaré el día en el que me lo regalaste. - Dijo.

¿Amor? O ¿Amistad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora