*Capítulo 7. Un mundo de fantasía y una dosis de realidad

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El camino cada vez se acortaba más y yo seguía dividida en dos. Por un lado, puedo ir rápido al hotel a cambiarme de ropa y aparentar que no ha sucedido nada o, por otro lado, llegar así como estoy al salón de fiestas.

Las ventajas y desventajas de ambas opciones son imposibles de calcular por la gran falta de información que tengo, solo sé que debe ser algo intenso, porque Cassian ha recibido cinco llamadas de parte de Débora desde que salimos del parque. En principio la primera opción sería la mejor, de no ser porque Logan está involucrado en el problema.

—Si me está esperando para que detenga un asesinato, vamos mal, porque ya lo debe haber matado tres veces y aún le da tiempo de revivirlo y matarlo una cuarta —refunfuña Cassian. Habla bajo, así que creo que lo dijo para sí mismo, sin embargo, la risa fue incontenible.

—¿No te ha dado ninguna pista?

Da un suspiro y con eso ya sé que sabe más de lo que me dice. No puedo juzgarlo por eso, todos damos información hasta cierto punto, pero si está involucrado mi mejor amigo debería saberlo yo también, porque estamos juntos.

—No hace falta que me lo digas, solo dime que Logan está bien.

—Eso es lo que estamos procurando mantener, su bienestar.

Mi corazón se acelera y comienza a latir con fuerza. Me cuesta hacer que el aire entre en mis pulmones.

Debo calmarme, debo hacerlo por él.

Es ese último comentario el que me hace tomar la decisión de ir hasta el salón de fiesta y solucionar lo de mi ropa en un futuro. Espero que sea uno más cercano que lejano, porque no soporto más sentir la tela pegada a mi piel.

La música ya no se escucha desde la entrada del salón de fiestas y hay un carro de policías en la entrada del lugar. Cassian y yo entramos al sitio, le dedico una mirada de reojo que él no corresponde, solo acelera el paso.

Lo sigo hasta encontrarnos con Eric en el suelo siendo esposado, por un par de oficiales. Debby está un poco alejada de la escena con las manos en la boca, su expresión me hace sobresaltar y comenzar a buscar a Logan con la mirada.

Cassian me sujeta del brazo para llamar mi atención y señala hacia una esquina, donde solo se ve un paramédico de espaldas.

—¡Ella es mía! No me importa que seas su amante, cabrón, la voy a recuperar porque siempre me ha pertenecido —grita Eric, mientras lo levantan para sacarlo del salón.

Por algún motivo, ya no necesito una explicación.

Agradezco que no nos haya visto a Cassian y a mí, está tan ebrio, centrado en su forcejeo con el oficial que lo dirige y en Logan que ni siquiera se percata de que estoy presenciando su rabieta. Aunque esta ha ido bastante lejos.

—Iré con Debby, ve con Logan —dice Cassian en mi oído.

—Pero mi ropa... —murmuro.

No es que me preocupe más mi ropa que mi amigo, sino que no quiero que me vea toda empapada y comience a hacer más comentarios al respecto.

—No creo que lo note mucho, ya no está tan mojada. Son las ventajas del verano —me sonríe y le devuelvo la sonrisa. Tiene razón.

Le devuelvo su saco antes de acercarme al paramédico.

Las heridas que tiene no son graves, solo un corte en el labio y el pómulo un poco inflamado. Puede que el golpe haya sido fuerte, pero Logan es muy pálido también, por lo que su piel es bastante sensible, mucho más que la mía. Por eso desde que nos conocemos le he recomendado ir al médico a hacerse algún estudio por ese motivo, sin embargo su respuesta se mantiene firme hasta el día de hoy, negándose en rotundo.

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