31⏳EL TIMPO PARTE 2⌛

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            ✨Alessia✨

Camino a mi clóset, para buscar qué ponerme, y poder ya salir rumbo al aeropuerto, rumbo a mi nueva vida, ojalá y no me arrepienta. Me aplico mis cremas, perfume, me pongo mi ropa interior y me visto.

 Me aplico mis cremas, perfume, me pongo mi ropa interior y me visto

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Después revisó que no me falta nada. Ya mis maletas, las de mis bebés, también están. No llevaré mucho porque sería muy complicado. Me dirijo al cuarto de mis hijos y ya están listos, gracias a María y Valentina. 
 

Vamos, que se nos hace tarde, ya está todo verdad. 
 
 
—Sí, Alessia, solo faltaba esta maleta. 
 
 
Al instante, suena mi teléfono, es una llamada de Frederic que hasta hoy se dignó aparecer. 
 
 
«Llamada entrante»
 
 
Hola, Frederic, Disculpa que te responda así de alterada, pero se me hace tarde para llegar a tomar mi vuelo. 
 
 
—Hola, hermosa, Si para eso te llamo, estoy afuera de la casa para llevarte; habré las puertas para ayudar. 
 
 
Muchas gracias, no debiste tomarte estas molestias; ya di acceso para que entres. 
 
 
—Está bien, gracias y no es molestia, al contrario. 
 
 
«Fin de la llamada»
 
 
—Hola, ya estoy aquí, ¿puedo cargar a tus bellos hijos? 
 
 
Sí, claro, no sé si podrás con ambos. 
 

Justo cuando Frederic carga a mis hijos, ellos comienzan a llorar descontroladamente y a pataliar; no entiendo por qué, pero María y Valentina los toman, y ellos dejan de llorar.
Luego cambió las claves de acceso a la casa y se la doy a Frederic porque realmente es él quién se encargó de buscar esta casa y cerró el trato con los dueños. 
 
Nos montamos ya todos en el auto de Fred y vamos justo a tiempo. Me despido de él, no sin antes decirme que pronto llegará a verme. 
También hacemos todo el chequeo y subimos al avión. Gracias a Dios, mi amiga me compró los boletos. No es primera clase, pero están muy buenos.
El vuelo será de casi 19 horas; solo espero que no les haga daño a mis bebés.

                ✨Alain✨

Tengo aún abrazada a Mathilde, así que me separé de ella para poder hablar con más calma. 
 
 
 
Mathi, tranquila, todo estará bien, podemos buscar otras opiniones, quizás están equivocadas. 
 
 
 
 
—¡No! Alain, ya fui a otros 2 médicos y no es 100 por ciento seguro que logre ganarle a cáncer. 
 
 
 
¡Pues, no!, iremos juntos, yo estaré contigo, iremos al fin del mundo si eso ayuda a que tenga una cura. 
 
 
 
—No quiero arrastrarte a esto de verdad, bebé, no quiero ser una carga, yo quiero que seas feliz. 
 
 
 
Basta, no hay discusión. Buscaremos otras opiniones.
 
 
 
—Está bien, y la otra sorpresa es que Benjamín me pidió que yo fuera la que llevará los anillos para su boda; espero no te moleste que yo esté ahí; por tu familia lo digo; siento que no les agradó. 
 
 
 
Mathylda, para nada me molesta, está bien así podrás convivir con mis papás y conocidos; ahora ve a descansar, yo me iré, y mañana iremos a otro médico. 
 
 
 
—Hay, no te vayas, quédate, y por ropa no te preocupes, te compré algo, sé que te va a gustar. 
 
 
 
 
—Está bien, vamos, no quiero que te canses. 
 
 
 
Subimos a su habitación, yo me desprendo de mi ropa y Mathilde sale con una pijama que deja mucho a la imaginación, pero no tengo ganas de tener sexo y más por su problema y no me llama la atención, no me excita, así que le digo que estoy cansado y hay que madrugar para ir a la clínica. Ella, un poco triste, acepta y nos dormimos…

L@S HIJOS DEL MAGNATE. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora