Capítulo 9

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Shiex

Since - 2°PromesaBelnario

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Since - 2°Promesa
Belnario

―«¡Kal!» ―Llamó Shyer, perdiendo la paciencia.

El maldito parasito llevaba ignorándola desde su arranque contra Zarya. No respondió sus llamados, ni controlado sus sueños. Llevaba días rememorando recuerdos de su familia y pesadillas de ataques pasados.

Estaba sanando físicamente, pero tenía la cabeza pesada y cansada, y no le gustaba lo angustiada que despertaba.

―Por todos los malditos Dioses ―murmuró enojada e intentó ponerse en pie.

Sus rodillas temblaron, pero logró estar de pie hasta apoyarse contra la ventana, la cual abrió para sentir la brisa mañanera.

―Kal, por favor... ¿Qué quieres? ―preguntó y flexionó un poco sus articulaciones― ¡Vamos! ―gruñó y cerró los ojos. No quería buscarlo en el páramo, pero necesitaba que respondiera.

Volvió hacia la cama y puso su mano sobre su pecho. Los «latidos» son lentos y suenan a chasquidos, no tenía un corazón normal, si no, la brasa que en esencia era Kal.

No quería entrar en su páramo, aunque podía sentir la brecha. Sabía, que si lo intentaba podría ingresar sin problemas.

―¿Podemos hablar? Solo hablar.

Tuvo días para analizar lo que ocurrió con Zarya. Kal ocupó su cuerpo como una extensión de si mismo, algo que no hizo nunca antes. Siempre había sido enviada al páramo en días de aberración para que pudiera controlar las heridas de la maldición. Y cuando salía siempre era como su esencia. Nunca «compartieron» sus conciencias en su cuerpo mortal al mismo tiempo y necesitaba saber por qué y desde cuándo.

Pero Kal seguía sin responder.

Hubo un golpe y luego la cabeza de Badui apareció por la apertura en el suelo.

Uno de los esclavos de Zarya. Además de Faio que subía con sus comidas, Badui atendía el cuarto.

Es un par de ciclos mayor a ella, tiene la piel morena por trabajar al sol y los ojos castaños y risueños. Su mata de cabello rubio esta siempre desordenado. Y usaba el mismo pantalón en pliegues que los saras mayores.

―Mi madama. ―Hizo una burlesca reverencia. Traía un cuenco con hierbas y un trapo. Y sabía lo que quería―. ¿Va a ser difícil otra vez o me dejaras lavarte?

―Lárgate ―gruñó. Y Badui, ignorándole como siempre, cerró la puerta y se acercó con esa sonrisa burlona, que estaba seguro, no usaba para las demás Xhu. Se sentó con un movimiento elegante al frente, y le tendió una mano―. Eres muy insistente.

―Le tengo más miedo a madama Zarya, que a usted MaShy, ¿me presta su pierna? ya está comenzando a oler.

La vergüenza subió por su pecho hasta su cara. Cuando Badui tomó su tobillo, con una mano amplia y segura, se tensó incomoda.

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2023 ⏰

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