Esa noche, en aquel bar, no pude dejar de mirarte; me hipnotice. Me vi perdido en ti con la cabeza vuelta caos y delirando en búsqueda de la excusa más tonta de acercarme, y poder escuchar tu voz en medio del ruido de aquel bar.
Pero mira como juega el destino.
Terminaste jugando junto a mí, en aquella máquina retro que quizás no conocías.
Confieso que fue la mejor noche que pase y fue junto a tí.
Perdona, pero, me enamore de ti, en pocas horas. Quizás fue el dolor que había en tí; que clamaba a gritos un poco de amor y compañía... lo siento te asusté y te alejé
Quizás no era el momento de conocerte
O quizás lo fue y no quisiste conocerme
Tranquila, no pienses de más. No me lastime ya me he vuelto adicto al dolor, Y no lo vi, hasta después de varios días. Cuando toda aquella poesía con tu nombre invadía mi mente y colapsaba mi cerebro sin poder redactar un poco. Que loco.
Te amé, me la jugué todo por tí
Aposté una amistad por tu amor
Aposté mal!!!
Perdí todo de mí.
Mi paz mental
Mi equilibrio emocional
Mi monotonía por vivir entre libros y escritura
Mi cordura
El amor de mi mejor amiga
Noches enteras, entre el humo de la nicotina y el alcohol de botellas frías.
Las ganas de volver a aquel lugar que frecuentaba.
Las ganas de querer hablar.
Algún día quizás lo vuelva a intentar... cuando ya no duela más.
Quizás ese día intenté volverme a enamorar.
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cartas en el olvido
Poesíacartas mal hechas y desechas por la crueldad del tiempo. en aquel estante por más de un instante y rebosante de papeles, marchitos como pétalos de rosas, un poco rotas y amarillentas, con la tinta corroída de la humedad de una gotera de aquel techo...
