Llamada Slytherin

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Una semana con aquel aparato fue suficiente para demostrar que la inteligencia de Draco Malfoy no tenía límites, o al menos eso le gustaba pensar, le había costado sus corajes pero después de tiempo intentando usarlo ya sabía tanto sobre el "teléfono" como Pansy, con la que le encantaba mensajear a toda hora.

Draco:
Pppssst Pansy

Draco:
Pppssssst Pansy

Draco:
Pansy, pregúntale
a Nott como encender
la caja de colores.

Pansy:
Estamos en clase.

Pansy:
Espera a que
sea la comida.

Draco:
Me aburroooOo

Pansy:
Merlín, por que te tuve
que dar esto y no
un telégrafo

Draco:
Qué es un
tele garfio?

Pansy:
Eso me pasa por
ser buena persona.


Draco se encontraba enmedio de su pelea habitual con aquel cacharro que lanzaba llamas, la misión; hervir agua para su sopa instantánea, movió la palanca redonda que le dijo Theo, estaba a punto de poner la llama cuando un sonido estridente salió del teléfono, arruinando su concentración.

El sonido emergía una y otra vez, apareciendo enfrente el nombre "Pansy", con cuidado deslizó su mano hacía el botón.

-¿Hola?- La cara de Pansy se plasmó de aquella pequeña pantalla, mostrando una sonrisa mientras caminaba por los corredores de Hogwarts, aparentemente mas transitados que de costumbre.

-Hola- pronunció flaqueante Draco. -Pansy que es esto?, estas atrapada en la caja?- su preocupación se hizo presente al ver la imagen de su amiga.

-No Draco- hablaba mientras intentaba avanzar. -Esto es como hablar por Chimenea pero de Muggles-.

-Oh ya entiendo, entonces hola- prestó atención a la pantalla y se dio cuenta que aparecía la pequeña imágen suya en un cuadro, y hacía los mismos movimientos que él.

-Por Salazar, el lugar está lleno, Hogwarts es una locura- mientras la pelinegra se sentaba en la mesa de Slytherin, empezaron a escucharse voces alrededor de ella, voces que Draco conocía muy bien.

-Pansy estás hablando con Draco?, pasamelo quiero hablar con él.-

La imagen de Pansy consiguiente enfocó la cara de un sonriente Blaise. -Amigo, ¿cómo te va?.-

-Los extraño, este lugar se siente vacío.- El rubio dio un suspiro. -Y no puedo sacar fuego del cacharro de fierro-.

-También te extrañamos Draco- pronunció Blaise, sorprendido de que el ojigris llegase tan lejos vivo sin Theodore.

Se escuchó un pequeño golpeteo y la imagen se movió de una manera muy tosca, mostrando ahora a Theo, con sus ojos azules preocupados en primer plano. -Draco, dime que no dejaste el gas abierto-

-¿Cuál gas?- su mente divagababa a los intentos del pelinegro de enseñarle a cocinar. -Hablas de la palanca redonda?-

-Si Draco, esa, ¿la dejaste encendida?- podía escuchar sonidos de duda detrás de Theodore, y Blaise y Pansy intentando mirar la pantalla, estorbando en la cara de Theo que se veía como si fuese a ser capturado por un grupo de centauros.

-Si, pero no te preocupes ya la voy a encender- dijo con mucha tranquilidad sacando el pequeño aparato que producía fuego.

-SI HACES ESO VAS A VOLAR EN PEDAZOS LA CASA DRACO MALFOY- gritó Theodore a la pantalla.

Ganándose miradas de todas las casas, en especial de un León con mirada verde que instintivamente era atraído por el nombre de "Draco Malfoy", por otro lado era raro escuchar al pelinegro hablar, escucharlo gritar simplemente fue como si hubiese entrado el mismísimo Salazar al Gran Comedor.

-Lo siento- pronunció un Malfoy regañado sin saber exactamente que estaba haciendo mal.

-Regresa la palanca rendonda a donde estaba en un inicio, con cuidado.- Nott parecía darle instrucciones a un niño pequeño.

-Listo- la mirada de aprobación del ojiazul lo hizo sentir más tranquilo.

De la nada otra vez apareció la imagen de Pansy en la pantalla y comenzaron una más amena charla, siendo a veces intercedido el aparato por sus otros dos amigos.

Las llamadas enmedio de la comida y la cena se hicieron demasiado frecuentes entre los Slytherins, esto les daba el cofort de que su rubio seguía vivo al final del día, lo que no tomaron en cuenta fue la manera en que llamaron la atención con el teléfono de Pansy.

Algo que les costó una charla de atención de la directora McGonagall sobre cómo el aparato podría desconcentrarlos de sus estudios, como siempre las serpientes atacaban a su manera y con mucha dedicación lograron que la profesora de estudios muggles les otorgase tres permiso académico de poder usar un aparato muggle inofensivo, cuando ellos lo necesitasen, ¿por qué solo un permiso cuando los tres podrían tener su propio teléfono?, agregando dos contactos nuevos a los chats de Malfoy.

Luego de dos semanas no había persona en Hogwarts que no conociese la manera de comunicación del exiliado mortífago Draco Malfoy con sus amigos, tampoco es que escondieran mucho el secreto, Zabini le pedía ayuda a Parkinson con su aparato electrónico incluso enmedio de clases.

.

-Se llaman teléfonos- explicaba Hermione. -Los muggles los usan para comunicarse.-

-¿No es más fácil las lechuzas?- cuestionaba el pelirrojo.

-No Ron, los muggles nisiquiera usan lechuzas.- Susurraba la Gryffindor para que no los sacasen de la biblioteca. -Mis padres nunca me dejaron tener uno, decían que quemaba las neuronas.-

-Mi primo Dudley tuvo uno, pero lo rompió en tres días porque no entendía como usarlo.- contestó Harry.

-A él se las quemó muy pronto- dijo Ron.

-Dudo que sea dañino, es útil para comunicarse a distancia.- Hermione divagaba en sus pensamientos.

-Los Slytherins lucen muy entretenidos con esa cosa- opinó el ojiverde, divagando de igual manera.

-Bueno, es la única manera de conversación que tienen con Malfoy, recuerden que esta exiliado de la magia.-

-Lo sabemos Hermione, te recuerdo que estuve ahí cuando le dieron la sentencia- le recordó Potter.

-¿De casualidad te dijeron dónde se iba a quedar Malfoy, Harry?- la duda se vio reflejada no solo en Ron, sino también en Hermione.

-No, he sabido que su madre se quedó con todo y ella intenta arreglar en el ministerio para que dejen a Malfoy regresar, pero solo eso.- Recordaba el juicio, la cara de asombro y profunda tristeza de Narcissa Malfoy seguiría a Potter como un fantasma, si no fuese por ella y la mentira de su muerte, Voldemort hubiese ganado.

-Bueno, no hay mucho que defender, al menos no terminó muerto al igual que su padre- dijo Ron luciendo mas funesto.

-Tienes razón amigo, me gustaría saber dónde está Malfoy- dijo pensativo.

-¿Por qué Harry?- Hermione se desconcertó y cerró su libro.

-Su varita- Harry tomó un fuerte respiro antes de explicarles. -La varita que use al final de la Guerra fue de Malfoy, una vez que fue exiliado y se le negó el uso de magia me dieron su varita cómo un "trofeo".-

-Eso es horrible- Hermione se llevó la mano a la boca. -Cómo matar animales por deporte y colgar sus cabezas-.

-Lo sé- Potter dio una mirada a Granger y Weasley. -Quiero devolvérsela.-

El ambiente se puso más denso cuando de su mochila el ojiverde sacó una pequeña caja de cedro, dónde contenía el pequeño objeto esperando ser devuelta a su dueño.

-Pensé que tal vez Hogwarts sería una excepción para el ministerio, pero no fue así, esperaba devolvérsela desde que llegamos.- Sus manos juguetearon con la caja evitando hacer contacto visual. -Creí haberlo visto en King's Cross, pero con las llamadas del grupo de Slytherin, me quedó claro que no.-

The Neighbourhood [Harco/Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora