La tristeza de la diosa del amor eran tan profundo, tanto que se decía que durante ese tiempo se podía escuchar un lamento, ese dolor era tan fuerte que afectaba al mundo mortal.
jamás imagino que el hombre que amaba rechazara a su hijo, afrodita comento lo sucedido a artemisa, Hestia y atenea, era lógico que sintieran una furia sobre el, Hestia al ser diosa de la familia, sentía como el pequeño niño pedía estar con su padre, sentía el deseo de afrodita de que estuviese con ella.
Afrodita: Yo me hare cargo de mi hijo, me encargare de cuidarlo.
Ya han pasado algunos meses después del acontecimiento, Hefesto estaba sentado en su silla, vagando en su mente pensando en la situación de afrodita, cuando la vio, un extraño sentimiento de confusión se hizo presente.
Debido a que ella lo dijo de una manera tan convencida de sus palabras, y tampoco negaba el echo querer cargar al niño, sentía una enorme sensación abrazar esa mujer con un bebe.
Durante unos momentos, Hefesto fue invadido por la duda, al salir a caminar por los hermosos pasillos del olimpo admirando los paisajes, se encontró con algo peculiar, ver como un hombre mortal abrazaba a sus hijos y besaba a su esposa, le pareció algo increíble, algo que no tuvo familia, algo que a el se lo negaron, algo que el lo privaron.
Pero al ver a lo lejos a su esposa, esa sensación regreso con mas fuerza, al verla tan amorosa y cariñosa con el bebe recordó algo muy vago, un recuerdo de ella besándolo y agradeciéndole el haberle dado una familia.
Afrodita sintió una emoción, que no podía darle una explicación, algo dentro de ella le decía que su marido la amaba, a diferencia de aquellos momentos de lujuria que experimento al estar con Hefesto, esta ves sentía amor....
Al dirigir su mirada hacia el herrero sabia que esa era una señal...
Afrodita: Hestia por favor puedes cuidar a mi hijo por un momento??.
Hestia: Claro no hay ningún problema.
Afrodita corrió lo mas rápido hacia al hombre que amaba, al tenerlo cerca Hefesto no pudo reaccionar.
Hefesto: Lo siento lady afrodita, no puedo atenderla ahorita.
Afrodita lo detuvo tomándolo de la mano, abrazándolo tan fuerte, que no quería que se apartara de ella, la mujer solo le dio un beso en los labios, algo que Hefesto correspondió, sin dudar.
Afrodita: Hefesto, dices que no recuerdas lo nuestro, si es así, dime que sentiste al tomarme al besarme, al tocarme. Te aclaro que jamás use mi dominio en ti, solo cuando lo hacíamos.
Hefesto: Y-yo no se, Q-que decir, una parte de mi me grita, me dice que eres mía.
Afrodita: Acaso no crees que soy tuya.
Hefesto: N-no lo se, no se que me pasa, ni si quiera puedo explicarlo.
Afrodita: Solo has caso a lo que grita en tu interior, que soy tuya.
Hefesto: No negare el echo que algo de mi dice, que el niño es mío, y que tu eres mi esposa, pero en verdad no miento al decirte que no te recuerdo.
Afrodita: No te presionaré, para que aceptes eso, solo te pido que me permitas estar a tu lado, permite el beneficio de la duda, permíteme ayudarte y apoyarte a aclarar tu mente.
Afrodita volvió a besar a Hefesto, el correspondió a ese beso, y como en el pasado, solo basto un beso, una acaricia un abrazo, para provocarse uno a otro, Hestia quien miraba todo, solo sonrió contenta, tomando la decisión de dejarlos solos, pero ella no sabia por que no recordaba nada, tenia que pedir ayuda a atenea.
Mientras que la pareja seguía besándose, fueron interrumpidos por apolo, ares, Zeus y Hera.
Apolo: Hefesto necesitamos, que hagas algunas armas.
Afrodita: Esta ocupado.
Ares: Mira no tenemos tiempo, para est...
Afrodita: ¡¡¡DIJE QUE ESTA OCUPADO!!!!.
La bella dama se lo llevo alejando a Hefesto del olímpicos presentes, los seducción empezó, entre ambos sintieron la piel del otro, explorando cada centímetro de su cuerpo, algo que la diosa se dio cuenta, es que el echo de que el no recuerdo su romance, no quiere decir que cambio su forma de ser, o de pensar o su comportamiento, NO para nada, el sabia donde tocarla, como tocarla, como besarla, al final, hicieron el amor, ese momento es como si no hubiese pasado nada.
Hefesto solo observaba a su mujer, su desnudes, sus ojos tan expresivos, demostrando cada emoción que el la hacia pasar, excitación, amor, felicidad, lo miraba de una manera que el no podía explicar, solo como una esposa miraría hacia su marido.
Hefesto: Afrodita, no recuerdo nada, pero si mi interior me grita que eres mi familia, mi hogar, estoy dispuesto hasta donde pueda, recordar todo.
Afrodita: Yo estaré contigo durante este viaje, a tu lado estaré. Ella se abrazo a el dando suaves besos al cuello de este, mientras el acariciaba su largo cabello.
Fin.
Les gusto si es a si dejen su estrella, no sean culos.
ESTÁS LEYENDO
Hefesto x Afrodita
RomanceEl noviasgo y el matrimonio, solo es para quienes realmente se aman