-¡Lucia! ¡Apúrate! Necesito ver cómo te vas a vestir para conocer a tu cita de hoy. -Wionna le gritaba a Lucia estaba encerrada en el baño.
Para Lucia, lo peor que pudo hacer hace dos semanas, fue conocer a Wionna, y lo peor de lo peor, fue que ayer le hubiera dicho que le iba a conseguir una cita con su amigo.
Lo único bueno de decidir abrir la boca en la universidad, fue escuchar la dulce voz de la jóven de pelo aguamarina; no falta decir que no le volvió a hablar, pero Lucia seguía intentando saludarla.
-Voy sa-saliendo, aunque-que no cre-o ir a tu cita-cita. -Lucia afirmo.
-Vamos, seguro que te vestiste herm-. -Wionna dijo, pero se calló al ver a Lucia.
Lucia estaba vestida con un saco de sudadera naranja de los que siempre traía, una pantalonetas deportiva, sus piernas sin depilar y unos tenis grises.
Todos la vieron, y se notaba el enojo de Wionna en sus ojos; Lucía respondió a esto sentándose en el suelo, y escondiéndose en su capucha.
-Parece que vas a hacer ejercicio, Lucia. -Dijo Matt.
-A mí me gusta, da un aire de confianza. -Replico Jerbo.
-Lucia Noceda... Tienes cinco minutos para quitarte esa ropa y ponerte un vestido decente con mis zapatos. -Dijo Wionna, viendo con decepción a Lucia.
Lucia se levantó, confundida.
-Park, tus zapatos son de talla treinta y tres, y yo no dudo que Lucía tenga zapatos de más de cincuenta en la talla. -Dijo Jerbo.
-De-de he-hecho, soy ta-talla de treinta y ocho... -Lucia explico.
-Pero de treinta y ocho dígitos, Noceda. -Dijo Matt.
-¡Vamos! Dejen a Lucia vestir como ella quiera, las primeras citas siempre son un desastre, Wi. -Dijo Gus.
-Chicos, estamos deprimiendo a Lucia, hoy es su primera cita, con un chico que mide la mitad que ella; hay que animarla. -Dijo Viney.
-¿Cuánto mide Lucía? -Pregunto Gus, curioso.
-Se le enredan los cables de la Luz con la frente, Gus... Yo no dudo que mida más de tres metros.-Dijo Viney, mientras sacaba un metro de medición, y se lo tiraba a Jerbo, el segundo más alto de la habitación.
-Uno con setenta... No, no, uno con ochenta y... Uno con ochenta y cinco... Eres grande, Noceda. -Replico Jerbo.
Alguien interrumpió el momento, golpeando la puerta.
-¡Está aquí, chicos! ¡Vino Hunter por Lucia! -Dijo Wionna, yendo a abrir la puerta.
Entro un chico rubio con el cabellos hasta el omóplato, de un metro con setenta y ojos confiados.
El muchacho entro sin reparo, sin pedir permiso para entrar, estaba vestido con una chaqueta azul, un jean azul ajustado y unas zapatillas blancas.
-Hey, soy Hunter. -Dijo el chico, haciendo pistolas a todos, riendo- Se que la gente quiere tener buen internet, pero no es para meter un jodido poste en la casa. -Bromeo Hunter al ver a Lucia, la cual se sintió incomoda- Bueno, ¿dónde está mi cita, Wionna?
-Le acabas de hacer un chiste de su altura a tu cita. -Dijo Matt, bastante disgustado con el chico.
-Hey... Perdóname por no ser caballeroso desde el principio, pero no crei que Wionna me pusiera a coquetear con alguien cinco veces más grande que yo. -Dijo Hunter, haciéndole pistolas a Lucia, que se escondía aún más en la capucha del saco.
ESTÁS LEYENDO
Mujer Bonita. Adaptación lumity.
Fanfiction"Todas las prostitutas son putas porque quieren... ¿Cierto? Para cierta muchacha de pelo aguamarina, las cosas no son así". "Ella la cuidara, no importa lo que le hizo, la castaña la cuidara con su vida; lamentara toda su vida lo que pensó de ella"...