Otro Cambio

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—yo me quedo afuera, gracias—levantó su mano, evitando que lo empujaran para entrar—

—¿Estás seguro, Santy?—asintió el contrario—bien, ten cuidado, no tardamos

Los vio alejarse, el menor tuvo un mal presentimiento si entraba a las instalaciones y para evitar algún riesgo, se quedó afuera. En lo que los demás hacían lo suyo, observaba a la gente pasar, todas totalmente diferentes a como los había visto días antes.

—buenos días—lo saludó una señora de mayor edad, normalmente, de un señor—

—buenos días—respondió el saludo—

Vió a lo lejos a un grupo de chicos, pasó por su mente que eran chicas. Las veía muy emocionadas por alguna razón que no conocía, a lo que una electricidad recorrió su espalda, dejándolo estático por un par de segundos. Sacudió su mente para dejar de pensar en eso.

—(tranquilo, solo estás nervioso por lo que acaba de pasar)—se decía a sí mismo—va a salir bien..—susurró—

Una chica (que era un chico) pasaba por aquel grupo, se veía algo sonrojado, era por la pena de salir a la calle con su aspecto femenino. El grupito se susurraban unas cosas las cuales no entendía por la distancia, y jalaron al chico hacia adentro con fuerza. Aquella acción puso alerta a Santy.

—(no vayas, no vayas)—sus piernas, comenzaron a desobedecer—(¡DIJE QUE NO VAYAS!)—ya era demasiado tarde—

No era bonita la escena.

—y dime, ¿Qué se siente que te acosen?—preguntó una de ellas, con su voz femenina—supongo que no te gusta

—¿Ya te acorralaron a la pared? A mí me lo hicieron el sábado pasado—sonreía sonrojada—

—apuesto a qué no te han dicho piropos sucios por la calle, ¿Verdad? Si quieres te hacemos experimentar—poco a poco se fue acercando al chico que estaba tirado en el piso—

—jm jm—por detrás, puso su mano sobre el hombro de la que se acercaba—que se- —se dió cuenta de su voz, y la aclaró para hacerla más aguda—¿Qué se supone que hacen?

La ventaja de no tener una voz madura aún, era que Santy puede cambiar su voz, sin mencionar de que tiene la habilidad de imitar voces. Nació con esa capacidad.

Las logró engañar.

—¿Qué más, amiga? Ahora es una mujer y nosotras hombres, ¿No crees que deberíamos de darles una cucharada de su propia medicina?

—no, déjenlo en paz, no les hizo nada—se atravesó y se colocó frente de él—no todos los hombres som- iguales

—¿Y tú quien eres para retarnos de esta manera? Si no estás de acuerdo, entonces vete—presionó su pecho con el dedo índice—

—si él no viene conmigo, no me iré—hizo su pose de batalla—adelante, las espero—su mirada cambió drásticamente y se sombreó, asustó al grupito de chicas y se fueron sin decir más—(uf, me ahorré la vergüenza de apenas practicar)

—gracias—se levantó del suelo—te debo una, ojalá hubiera más chicas como tú

—no soy una chica—habló con su voz normal, y poniendo su mano detrás de su nuca—disculpa, tenía que disimular

—oh—sorprendido—aún así, te debo una—chocaron puños—nos vemos luego—despidiendose y se fue alejando hasta perderse de vista—

—bueno..creo que tendré que poner medidas drásticas con mi hermano—tronando sus nudillos—claro, sin violencia..a menos que sea necesario..MUY necesario

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