Al Laboratorio

32 7 11
                                    

—¡Ha pasado más de una hora y todavía siguen sin llegar!—patea un bote de basura que casualmente estaba ahí—esto es el colmo, con mi valioso tiempo no se juega

—tranquilízate, en estos casos es normal que se retrasen—recargado en la pared—escucha, si algo les llegara a pasar, estaremos en serios aprietos

—tú estarás en serios aprietos, yo no debo de meterme en esto

—muy tarde, ya lo estás—le dió una palmadas en el hombro, el otro reaccionó fulminándolo con la mirada—

No pasaron tantos minutos, cuando varios de los invitados ya estaban en el lugar. Alex tenía que encontrar las palabras adecuadas que usaría, puesto que habría niños presentes y no quería traumarlos. Daba vueltas por la zona una y otra vez, mientras lo cubría una sudadera grande con su gorro.

—no tenemos todo el día—la voz de quién no le agradaba lo sacó de sus pensamientos—¿Y bien?

—se nota tu poco intelecto y diminuta paciencia—regresó con ellos—¿Cómo les explicó en términos entendibles y poco violentos?

—¿Habrá violencia? Eso me interesa

—no, no es interesante—cambió su semblante a uno completamente serio—esto no es un juego, es una situación que nadie pensaba vivir en primera persona

—muy bien, genio, habla de una vez por todas

—¿Podrías callarte? Dios, tu voz es irritante—sosteniendo con sus dedos el arco de su nariz y suspiró—hace unas horas me llegó un informe de los científicos del laboratorio..

Tras explicarlo con palabras claras para todos ellos, cada uno reaccionó de distinta manera; los más chicos del grupo estaban en estado de shock, mientras que los más grandes estaban entre nerviosos y muy furiosos; Wakiya trató de tranquilizarlos.

—no entren en pánico, Alex necesita de ustedes para elaborar la cura

—de haber sabido, te hubiera dicho que no—abrazando a su hermano y al de ojos turquesas por los hombros—

—y por eso mismo, los dejé sin contexto—sacó una llave—Ester, eres el único varón mayor aquí, dime, ¿Sabes manejar?

—que te importa

—con eso me basta—la lanzó las llaves, a lo que ella las atrapó—vamos

Era una camioneta grande, en dónde transportan los materiales necesarios para el laboratorio. Ester y Santy iban al frente para no levantar sospechas, mientras que los demás estaban escondidos en la parte interna, aunque iban algo apretados.

—¡quita tu pierna de mi cara!

—¡Cállense! ¿Quieren ser violados y vivir con traumas el resto de su vida? ¡Guarden silencio!—las palabras del castaño, asustaron a los otros y dejaron hasta de respirar—

—¿Cómo no vamos a levantar sospechas, si literalmente es un camión de carga?—preguntó la que manejaba—si nos atrapan, den por hecho que nos estrellaremos en algún sitio

—no te preocupes, mientras las perdamos, todo en orden

—si..en orden..—tensó su cuerpo, y volvió al volante-

Pasaron varias calles bastante desoladas, no habían personas o simplemente eran de aspecto masculino, suponieron que el rumor ya se había esparcido. Casi llegando al laboratorio, se toparon con esas dichosas chicas masculinas, obligándola a detenerse.

—¡Hola!—saludó una de ellas—un gusto

—el gusto es mío..—respondió con cierto desagrado, a lo que recibió un codazo de su hermano más chico—

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 12, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¡CAMBIOS POR UNA SEMANA! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora