Sinners [one shoots]

teach me, Lou

Está mal, y Louis lo sabe a la perfección. Pero no puede evitar seguir con los ojos a su alumno predilecto, el mejor, el que lo provoca todas las clases para que pierda el control.

⚠️LT|HB⚠️

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-Chicos, él es Louis Tomlinson.- Harry era un alumno dedicado, por supuesto que prestó atención al segundo. Y levantó las cejas, porque ese hombre le exigía que lo aprecie con los ojos bien abiertos.- Va a ser el reemplazo de Gabi estos dos meses que se dio de baja por maternidad. Styles.- El que levantó las cejas fue Louis, porque el chico que respondió al llamado lo miraba de arriba a abajo sin vergüenza pero con disimulo, lo suficientemente descarado como para morderse esa boca roja que llamaba la atención.- ¿Le importa quedarse este tiempo con el profesor así lo ayuda? Su profesora dice que es ideal para el papel.

-Ningún problema.- Prometió, estirándose y dando unos pasos hacia él, como si estuviera mostrando su infame belleza. Y Louis lo supo justo en ese momento. Styles iba a ser su perdición.

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Louis sentía que se iba a asfixiar.

-Lou.- Cerró los ojos y respiró hondo. Harry, otra vez.- ¿Me tenés la escalera?

-¿Para qué, Harry?- Habló un poco harto, pero miró a su chiquito ayudante, y no pudo evitar sonreír un poco. Pendejo precioso.

-Tengo que colgar este afiche ahí arriba y no llego.- Le hizo un puchero que lo distrajo, esa boca gordita robando toda su atención.- ¿Me ayudás?

-Lo colgás mañana.- Intentó ser paciente, mirando de reojo como el resto de sus alumnos se retiraban.- Tenés tu otra clase, te aconsejo que vayas yendo.

-Este cartel es el último.- Prometió, y Louis asintió ya sabiendo que Harry le iba a poner el culo en la cara, porque era un pendejo provocador y él un pervertido de mierda que fantaseaba con cogerse a su alumno 8 años menor.

-Tratá de no usar mi cara de silla esta vez, ¿querés?- Siseó empujándolo por la cadera para que se mueva, relajándose un poco al escuchar la puerta cerrarse.

-¿Cuándo cumplí mi sueño que no me enteré?- Dijo con gracia, intentando mover la escalera él solo, sin lograr demasiado, pero sonrió mucho y lleno de hoyuelos cuando Louis la empujó por él.

-¿Ahí está bien?- Preguntó en voz baja, dándole un último empujón a la pesada madera y quedando demasiado cerca de la cara joven y preciosa de su alumno. No los separaba más que el aire entre los barrotes astillados, y Louis de verdad tenía que hacer fuerza para no tirar todo a la mierda y partirle la boca de un beso.