El nuevo restaurante no estaba tan mal después de todo. La comida era buena y el sonido no estaba tan fuerte por lo que se podía charlar animadamente, tal cómo hacían todas las personas a su alrededor. Sin embargo, esa noche de viernes el Doctor Reid no estaba hablando.
Se encontraba acompañado de sus amigos Derek Morgan y Penelope García que no paraban de molestarse entre sí ajenos a la ausencia mental de su compañero. Este, en vez de prestarle atención a la jugosa conversación, tenía la vista fija en una bailarina que ejecutaba sus movimientos en un pequeño escenario al frente del bar-restaurante. Llevaba una falda larga negra que brillaba en los costados, y un brassier también negro del que colgaban algunas cadenillas. Bailaba una suave música que Reid podía identificar como árabe acompañada de un velo de seda que movía como si tuviera vida propia, igual que su cabello rojo que le llegaba a la cintura.
-Eh, niño bonito, ¿así que te gusta la bailarina?- un leve codazo de Morgan lo hizo volver a la realidad por un momento pero sólo negó levemente con la cabeza y la siguió mirando, esta vez frunciendo el ceño un poco.
-Si quieres te la puedo presentar...- bromeó Morgan de nuevo.
-No es necesario, ya la conozco.- Declaró Reid contento de poder ganarle esta partida. Como esperaba, Derek levantó las cejas en señal de sorpresa, gesto inmediatamente copiado por Penelope.
-Bueno, en ese caso me la puedes presentar a mí, en realidad pensaba ir a hablarle en cuanto acabara y traerla a la mesa para que la conocieras.- admitió Morgan, a quien realmente le preocupaba su amigo y esperaba que al fin tuviera una oportunidad con una chica, después de la catástrofe en la que terminó su relación anterior. -¿De dónde conoce el coleccionista de doctorados a una bailarina que se mueve como serpiente?-
-Es mi vecina.- Reid se encogió de hombros y volvió su torso hacia la mesa dándole la espalda a la chica, ignorando a Garcia que hablaba sobre algo de tomar clases de danza del vientre. Sabía su nombre, Jane, porque había escuchado a su compañera de piso llamarla desde la puerta cuando se le olvidaba algo, y se habían saludado cortésmente cuando se encontraban en el pasillo pero nada más sabía de ella y era una verdadera sorpresa encontrarla esa noche ejecutando esos fluidos movimientos sobre el escenario. Tenía que admitir también que se veía muy bella con el traje y el maquillaje, estaba acostumbrado a encontrársela con ropa común y corriente y con poco o nada de retoques en la cara. Aun así reconoció que era bonita al natural, y que la diferencia entre "bonita" y esa noche, era que bailando se veía impresionante.
Un pitido interrumpió sus pensamientos y se llevó la mano al celular, al igual que sus dos amigos. -Bueno, ya saben qué significa eso.- declaró Penelope mientras Derek dejaba escapar un suspiro y se levantaba de la mesa. Otro caso para los agentes de la Unidad de Análisis de Conducta.
************************************************************************************
Había sido un caso difícil y había durado justo una semana. Cuatro víctimas y una que se logró rescatar, una pareja de asesinos bastante complicada de encontrar y el resultado de uno atrapado y el otro muerto por su propio compañero.
Al menos ahora tenían la recompensa de un delicioso fin de semana libre. Era ya tarde en la noche del viernes cuando Reid subía las escaleras que lo llevaban a su apartamento pensando en los libros que podría leer ese fin de semana y su temporada de Doctor Who favorita que podría ver de nuevo. Entró a su apartamento y se sentó en el sofá a descansar los ojos un rato.
Mientras tanto, una chica pelirroja subía las mismas escaleras que él había subido apenas un minuto antes. Iba vestida con un jeans negro, una camiseta de tirantes roja y zapatos deportivos negros también. Llevaba un bolso grande y se notaba cansada pero contenta. Terminó de subir los escalones y caminó por el pasillo pasando frente a la puerta de su inteligente vecino para luego parar en la siguiente, la cual golpeó un par de veces.
-Tasha, ya llegué...- llamó acercando la cara a la puerta. No hubo respuesta, lo cual era raro porque a su compañera de apartamento le gustaba trasnochar, sobre todo los viernes. No importaba, tal vez habría salido. Metió la mano en su bolso buscando la llave y por si acaso volvió a llamar.
-Tasha, ¡no encuentro las llaves!- Silencio. Jane forcejeó un minuto más con su bolso hasta que el silencio fue roto por el sonido de llaves moviéndose y luego entrando en la cerradura. La puerta se abrió y Jane dio un paso hacia adentro pero quedó paralizada ante lo que vio.
El joven agente del FBI abrió los ojos de golpe y se levantó de un salto del sillón al escuchar un grito desgarrador que no podía contener otra cosa que miedo. Se tocó el costado donde llevaba la pistola para comprobar que seguía allí y salió por la puerta en dirección al grito.
Su vecina estaba moviéndose agachada contra la baranda que la protegía de una caída al primer piso y se tapaba los ojos para no ver hacia la puerta abierta, parecía como si quisiera escapar de allí pero sin poder correr. Reid llegó hasta ella y la agarró por los brazos obligándola a levantarse, lo que hizo que ella se apoyara en el escondiendo la cara en su pecho mientras sollozaba asustada.
-¿Qué pasa?- preguntó el doctor extrañado por verla así, y luego dirigió su mirada hacia el apartamento de su vecina.
-Pero qué carajos...-
Tenía frente así una de las peores escenas del crimen que jamás había visto. Una mujer afroamericana estaba amarrada a la cama, desnuda y con muchísimas heridas. La cama estaba llena de sangre, así como el cuerpo de ella. Y en la pared, sobre la cabecera de la cama, un dibujo de un corazón partido a la mitad.
ESTÁS LEYENDO
Volver a empezar (Spencer Reid)
FanfictionNo está buscando el amor pero tampoco le cierra las puertas. ¿Estará el Doctor Reid preparado para una nueva relación? ¿Cómo afrontar la cercanía con una joven a la que apenas conoce? Y lo más importante, ¿porqué todas las chicas que le interesan...