Parte 5

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-Jane... ¿tú asesinaste a estas personas?- preguntó Reid al fin. Le había servido a la chica un vaso de agua pero ella no lo había tocado. Se había sentado de nuevo pero se veía pálida y asustada. El joven Doctor sabía que eso significaría para sus compañeros que era culpable pero él aun tenía la esperanza y la certeza de que no lo fuera, aunque tampoco podía explicar su comportamiento. Ella tomó el vaso de agua despacio y bebió unos sorbos para lograr responder de manera afectada.

-No... pero sé quien lo hizo. Su nombre es... - hizo una mueca. Parecía que le costaba trabajo decirlo. -Bill Clarck.- Su voz se quebró al pronunciar el nombre y Reid dirigió una significativa mirada hacia el vidrio opaco, o mejor dicho, hacia sus compañeros. Sabía que el nombre ya había sido enviado a Penelope quien en ese momento estaría tecleándolo para encontrar información. Nadie vería su expresión de asombro ante la imagen que vio en su pantalla, se trataba de un hombre sumamente guapo, podría haber sido modelo, preferiblemente de ropa interior pues según pudo ver en algunas fotos, tenía un cuerpo escultural, músculos bien torneados y una sonrisa de anuncio de pasta de dientes, además de ojos azules como el cielo en el más feliz día de verano.

-Háblame de él.- pidió Spencer tranquilamente aunque por dentro estaba muy contento de no haberse equivocado. Claro que la chica podría estar mintiendo pero él estaba seguro de no haber fallado esta vez. Jane suspiró y bebió más agua antes de hablar de algo que al parecer le producía mucho miedo.

-Lo conocí en la universidad... Es profesor de Gimnasia, enseña deportes en colegios, es entrenador, levanta pesas... según él mismo tiene el mejor físico del mundo.- habló con desprecio pero cualquiera podría detectar también una gota de rencor en su voz.

-Escucha, nadie me va a creer esto, pero se obsesionó conmigo. Es muy guapo, sí, pero a mí no me gustaba. A mí me gustaba Oliver.- dirigió una fugaz mirada hacia la foto de su primer novio y en un espontáneo gesto de cariño la volvió al revés para no verla. -Puedes ver la diferencia. Oliver no era guapo, no era musculoso y mucho menos deportista, pero era inteligente, era sensible. Bill no era nada de eso. Todas estaban locas por él excepto yo. Bueno, yo y Tasha y cualquier otra chica lesbiana supongo, pero ellas estaban eximidas según él por gustarles las chicas. En cambio yo no, no tenía perdón por no volverme loca por él.- volvió a tomar agua.

-Empezó a coquetearme en fiestas esperando que me sintiera halagada por su atención. No le hice caso, así que cambió de táctica y se mostró amigable. Se hizo mi amigo y yo...- suspiró con desolación, Jane era muy expresiva. -¡Yo confié en él! Que estúpida, pensé que el chico guapo de verdad podía ser un buen amigo y de verdad podía enamorarse de mí, me creí interesante y hermosa... y sólo estaba conmigo porque fui la única que no me derretí por él. Ya no estaba con Oliver así que decidí darle una oportunidad a Bill. - Pareció confusa un segundo sumida en sus recuerdos y luego recuperó al compostura. Miró a Reid a los ojos y habló de manera controlada y tranquila... como si lo que dijera a continuación hubiera sido ensayado mil veces antes. 

-Fue un grave error. Las cosas no funcionaron, me alejé de él, terminé la universidad y me mudé aquí con Tasha. Eso es todo. No había vuelto a saber de él, hasta ahora.- Miró de nuevo las fotos y las alejó de sí con asco.

-¿Cómo sabes que fue él quien cometió los asesinatos?-

-Por el corazón roto. Cuando lo dejé me mandó muchas cartas, algunas sólo tenían el corazón, en otras me rogaba que volviera con él. Las rompí todas. Lo de Oliver... es culpa mía. Confié en él y le conté que Oliver había sido mi novio, se enfureció, no podía creer que hubiese estado enamorada del flacucho nerd y no de él. También estaba celoso de Tasha, creía que lo traicionaría con ella, se odiaban. Lo que no entiendo es que tiene que ver mi primo... hace mucho no los veía. Ni siquiera sabía que había muerto.- ese detalle la tenía muy confundida y no lo podía explicar. Reid asintió y salió de la sala para reunirse con sus compañeros. El primero en hablar fue Hotch.

-Bien. Parece que dice la verdad. Morgan y Reid, viajarán a Nebraska a conversar con la madre de Timothy.- Ambos asintieron mientras  JJ entraba a la sala para continuar hablando con Jane. 

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-Odio decirlo, pero tenías razón niño bonito.- bromeó Morgan con su compañero, sin embargo este no le puso atención y tenía la mirada perdida en la ventana del avión. Su mente trabajaba a toda máquina en el caso, pero una parte de sus pensamientos se reservaban para su vecina. Al menos estaba segura con sus compañeros, su acosador no la atraparía, esta vez no ganaría el malo. Ya había perdido a Maeve en manos de Diane, esta vez n............ ¿Estaba poniendo a Jane al mismo nivel de Maeve? Imposible, ni siquiera la conocía. Aun así, su situación era muy parecida. Y siendo sinceros, a Maeve tampoco la conocía.

La llegada a Nebraska interrumpió sus pensamientos y en pocos minutos llegaron a la casa de la madre de Timothy Miller. Les abrió la puerta una joven de ojos grandes y cabello castaño, debía ser la hermana menor de Timothy.

-Buenas tardes. Agentes Derek Morgan y Spencer Reid.- se presentó Morgan mientras enseñaban sus gafetes del FBI. La joven se desconcertó y los invitó a pasar mientras llamaba a su madre. Momentos después estaban sentados frente a una señora muy sorprendida.

-Creía que ya estaba cerrado. Nunca supieron quién lo hizo.- Declaró con tristeza. La joven sentada a su lado le tomó la mano. Morgan llevaba la voz cantante en la conversación pues no perdió el tiempo y empezó con las preguntas.

-Señora Miller, sé que le preguntaron esto muchas veces, pero, ¿tenía su hijo algún novio o amigo especial?-

-No... bueno, no tenía novio pero sí un amigo que lo visitaba mucho, era muy guapo.- la señora sonrió al recordarlo. -Le insistía a Tim que debía hacer ejercicio pues estaba gordito y salían a correr juntos, eran muy unidos. Mi niño lo quería mucho aunque me aseguraba que eran sólo amigos.- Reid y Morgan intercambiaron miradas.

-¿Era este hombre?- Morgan enseñó una foto de Bill Clarck. Ambas mujeres la miraron y asintieron sonriendo complacidas, como si recordaran al muchacho con cariño.

-Sí, era él, se mostró conmocionado por la muerte de Tim, fue un gran apoyo en el funeral. Un gran chico. No supe más de él. Espero que esté bien, ¿no habrá muerto, cierto?- su preocupación era genuina, al parecer guardaba gratos recuerdos del asesino de su hijo. Reid tomó la palabra.

-No. Señora Miller, de casualidad, ¿recuerda si el amigo de Timothy hizo alguna pregunta acerca de Jane, su sobrina?- Era muy difícil que recordara  algo tan banal como eso y tenía razón pues la señora negó con la cabeza, sin embargo su hija saltó sobre su asiento.

-¡Yo sí! Recuerdo que hacia el final del entierro preguntó por ella, dijo que Timothy le había hablado mucho de su familia, en especial de Jane. Preguntó porqué no estaba en el funeral. Le contesté que no había podido localizarla desde que se mudó. No sé quedó ni cinco minutos después de eso. ¿Porqué?- los agentes se levantaron.

-Tenemos sospechas de que Bill Clarck asesinó a su hijo y acosa a su sobrina. Si vuelve a ponerse en contacto con ustedes por favor llámenos.- Morgan entregó una tarjeta a la joven y se despidieron.

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En el avión, de vuelta a Quantico, ninguno de los dos habló durante un rato hasta que Morgan, harto del silencio lo rompió.

-Escucho tu cerebro trabajar desde aquí. Explícame porqué Clarck mató a Timothy Miller.- Odiaba tener que pedir respuestas a su inteligente compañero pero tenía que admitir que era muy probable que este sí supiera la respuesta. Y estaba en lo cierto.

-¿Recuerdas el viejo acertijo sobre cómo reconocer a un psicópata? Ese de la mujer que está en el funeral de su madre y se enamora de uno de los asistentes a quien le pierde la pista días después, y luego mata a su hermana. ¿Porqué la mujer mató a su hermana?- Mientras hablaba Morgan iba cayendo en la cuenta y se preguntó porqué no se le ocurrió antes la solución.

-Porque esperaba volver a ver al hombre en su funeral... o en este caso, a Jane Miller.-

Volver a empezar (Spencer Reid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora