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Lana llevaba toda la noche sin dormir, pero ahí estaba. A punto de atravesar una pared para ir a Hogwarts, el sitio al que tanto había deseado ir desde pequeña. Tenía miedo, mucho miedo. No solo era nueva, iba a entrar a un curso en el que todos se conocían y ella no conocía a nadie.

Lana iba a estudiar con los de tercero, ya que a pesar de ser su primer año en Hogwarts, tenía 13 años. En un principio ella no iba a ir a la escuela, iba a estudiar en casa, pero este año su padre iba a ser profesor de defensa contra las artes oscuras en aquel colegio al que ella siempre había querido ir, así que no tuvo más remedio que dejarla estudiar allí.

Remus, su padre, estaba incluso más aterrado que ella. Él no quería que su niña estuviera allí, ya que aunque Hogwarts fuera un sitio muy bonito en el qué se podían tener muy buenas experiencias, allí podía descubrir cosas que no tiene que saber, pero al tener ese puesto no tuvo otra opción que dejarla ir.

Llegaron al andén y este miró a su hija, dándose cuenta de lo nerviosa que estaba. La agarró de los hombros y se agachó para hablar con ella.

-¿Cómo estás? ¿Tienes ganas de ir? Que sepas que si cambias de opinión y no quieres solo tienes que decírmelo, no quiero que estés aquí por obligación- le empezó a decir.

-Papá, tranquilo.- le interrumpió ella- Quiero ir, sabes que quiero ir.

Lana miró a los ojos de su padre, dándole a entender que estaría bien.

-Sé que quieres estar aquí, cariño- hizo una pequeña pausa para sonreír a su hija- estás creciendo tan rápido.- tras decir eso le revolvió el pelo, provocando la risa de la pequeña.

-¡PAPÁ! ¡Me acababa de peinar!- se quejó para después colocarse un poco el pelo con la mano, haciendo reír a su padre.

-Bueno, tengo que ir a hablar con el resto de profesores, si quieres puedes venir o ir entrando al tren, se llena muy rápido así que si quieres sentarte mejor que vayas entrando. Luego iré a buscarte y me sentaré contigo.- la niña asintió, le dió un abrazo a su padre y se quedó mirando a su alrededor.

Había todo tipo de gente en la estación, desde familias despidiéndose de sus hijos hasta otras regañandolos.

Se fijó en una en la que todos eran pelirrojos, había una chica que parecía ser la más pequeña, estaba hablando con una mujer que parecía ser su madre y otro chico, también pelirrojo que parecía tener aproximadamente la edad de Lana. Todos eran pelirrojos, excepto un chico cuyo pelo era castaño, lo que le pareció raro, así que supuso que sería amigo de alguno de los pelirrojos. Los contó ya que le dio curiosidad.

-Uno, dos...- murmuraba la chica- ¿¡cinco?! y sin contar a sus padres... Merlin.

Siguió observando a esa gran familia durante un rato, parecía que se lo pasaban bien. Se volvió a fijar en el castaño, su cara se le hacía familiar, le recordaba a uno de los chicos de la foto que tenía su padre en casa. Avanzó unos pasos para verlo un poco mejor.

-¿Será...?- pensó mientras daba otro paso, un paso que nunca logró dar, ya que antes de poder pestañear se encontraba en el suelo.

"Mierda" pensó. Se había tropezado con una piedra del tamaño de una mosca. "Que ridículo" se dijo a ella misma.

Todo el mundo la estaba mirando. Podía ver a dos de los pelirrojos riéndose de ella, y a un rubio haciendo lo mismo, así que, rápidamente, cogió sus cosas del suelo y se fué al tren, que es lo que debería haber hecho desde el principio y se habría ahorrado todo este espectáculo en el que claramente había hecho el ridículo.

Al llegar al tren vió gran parte de los vagones llenos, así que se metió al primer vagón vacío que vió.

Tenía unas puertas correderas con ventana, y dos asientos enormes de color azul que tenían encima una estantería para dejar el equipaje. Las paredes eran color crema, había una ventana desde la que veía niños hablando con sus amigos.

Dejó su equipaje en la estantería y se tumbó en un asiento.

Se sentó. Miró al techo. Pasó un minuto. Dos. Cinco. Diez.

-Qué aburrimiento.

Bajó su baúl de la estantería, quería comprobar una cosa.

-¿Dónde he dejado la foto?- pensó. Estaba buscando una foto qué tenía de cuándo era un bebé con otro bebé. Remus siempre le contaba que su amigo James tenía un hijo de su edad, Harry, pero qué sólo se habían visto una vez, cuando el niño acababa de cumplir un año, y su padre siempre le enseñaba una foto que hicieron de ese día, una foto qué le acabó regalando a su hija.

-¡Aquí está!- observó la foto y vió el claro parecido del castaño de la estación y el de la foto, porque aunque fuera un bebe se apreciaba el claro parecido.

A Lana de pequeña le encantaba imaginarse que algún día Harry iba a ser su amigo, ya que ella no tenía amigos.

Se había criado únicamente con Remus, en una cabaña en medio del bosque así que nunca había tenido la oportunidad de hacer amigos, siempre pensó que Harry iba a ser su amigo cuando creciera, pero al enterarse de lo que le pasó a sus padres pensó que nunca iba a tener la oportunidad de conocerle bien.

-Hola cariño.- Remus entró al vagón y le dió un beso a la niña qué ni se había enterado de que había llegado.

-¿Qué tal con los profesores?- le preguntó ella mientras guardaba la foto en el baúl rápidamente y lo dejaba donde estaba.

-Mejor de lo que pensaba, la verdad.- respondió mientras se sentaba y se ponía en una posición cómoda.

El tren se puso en movimiento. Lana miraba como el paisaje se iba quedando atrás mientras ellos avanzaban.

-Ya arranca.- Miró a su padre y vió que estaba dormido profundamente, sonrió y le dejó dormir tranquilamente.

-No era mi intención inflarla- de repente escuchó la voz de un chico que se estaba aproximando a su vagón- es que, perdí el control.

-Alucino.- respondió otro.

-Enserio Ron, no tiene gracia- le regañó una chica a este último- suerte que no le han expulsado.

-La suerte es que no me arrestaran.

A Lana le pareció divertida la conversación de estos tres chicos, así que continuó escuchando, total, no tenía nada que hacer en todo el viaje.

-Me sigue pareciendo un pasote- contestó Ron.

-Aquí, los demás están llenos.- les dijo la chica a los otros dos.

Y de repente se encontró con los tres chicos de la conversación enfrente suya.

Y no solo eso, uno era Harry Potter.

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HOLAAA, espero que os esté gustando la historia, este capitulo es muy corto porque por ahora esto es solo una introducción de los personajes y eso, pero prometo que irán pasando mas cosas :)

gracias por darle una oportunidad <3

ari🌷


king of my heart (fred weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora