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Lana se despertó y miró a su alrededor. Le había tocado en la habitación con Hannah, Susan y otra chica llamada Megan Jones a la qué no conocía ya qué no estuvo sentada cerca en el banquete, estaban las tres dormidas. Ella estaba muy nerviosa como para volverse a dormir, así que se vistió, se recogió el pelo con una pinza plateada de estrellas y se fue.

El desayuno comenzaba en 5 minutos, así qué se dirigió al gran comedor. 

No había mucha gente en el gran comedor, era primera hora de la mañana y la gente solía ir a desayunar mas tarde. 

Vio a Hermione saludarla desde la mesa de Gryffindor y se sentó con ella. 

-¡Lana!- la llamó.- ¿Qué tal tu primera noche en Hogwarts? 

-Muy bien, mis compañeras de cuarto son muy majas.- sonrío. 

-Me alegro mucho, aunque me dio mucha rabia que no salieras Gryffindor. Quería que estuvieras en mi casa.- la castaña se veía un poco triste. 

-Bueno, no pasa nada, me gustaría haber estado contigo pero Hufflepuff es una buena casa. En el tiempo libre estaré contigo, además vamos al mismo curso, compartimos clases y puedo comer en tu mesa.

El desayuno apareció, había un montón de comida. Jarras con zumo de calabaza, tostadas y mermelada de calabaza para echar en ellas, huevos, galletas, bizcocho... Estaba todo delicioso.

Media hora después, la gente empezó a entrar al comedor, entre ellos Harry y Ron.

-Hola chicas.- saludó Harry, sentándose en frente de Hermione, con Ron, qué ya había empezado a comer, a su lado.

Los cuatro chicos empezaron a hablar, contándose las clases qué tenían ese día y viendo en cuales coincidían y en cuales no, hablando sobre los planes qué querían hacer durante el curso,  criticando la comida que hubo ayer, y esas típicas cosas de las qué se suele hablar con tus amigos.

Terminaron de comer, se despidieron y se dirigieron a sus respectivas clases, los chicos ahora tenían adivinación, Lana tenía Runas Antiguas.

Runas Antiguas se estudiaba en la segunda planta, así que subió las escaleras y fue por el pasillo.

En el camino se encontró con un rostro conocido, era el chico del mapa, y, lo mejor de todo, tenía el mapa en sus manos. Se encontraba en el pasillo, en una esquina, hablando con su gemelo. Le estaba señalando el mapa, indicándole un lugar, el gemelo asintió y se fue.

Estos dos planeaban algo.

El otro volvió a mirar el mapa con una sonrisa en su rostro que cambió a ser una cara de preocupación en cuanto vio algo en el.

O más bien alguien.

Levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de Lana durante unos segundos, pero el pelirrojo apartó la mirada y se fue.

Lana le siguió disimuladamente.

Cuando el chico pensaba qué le había perdido de vista volvió a sacar el mapa.

-Dame el mapa.- Le dijo Lana, quién se encontraba detrás suyo.

Este se sobresaltó y se giró mirando a la niña desde arriba, tratando de intimidarla. Le sacaba una cabeza.

-¿Qué mapa?- intentó mentirle el joven.

-Ya sabes qué mapa.

El chico soltó una carcajada, estaba pensando qué decir.

La situación le sobrepasaba.

-¿Se puede saber quién eres?

La muchacha pensó un momento en qué contestar.

-¿Se puede saber quién eres tú?

Sus miradas no se separaban, creaban una tensión extraña.

-Yo he preguntado primero.

-Ya, pero tu si sabes quién soy, antes se te veía preocupado cuándo has visto mi nombre al lado tuyo en el mapa de los merodeadores, tan preocupado qué te has ido corriendo.- el pelirrojo no sabía qué decir, la chica tenía razón.

-Fred Weasley.- cedió finalmente.

-Vale, Fred Weasley, ¿serías tan amable de darme el mapa, por favor?- Lana extendió la mano, en señal de qué se lo diera.

-No me has dicho tu nombre.- vaciló. La verdad es qué este juego le empezaba a gustar.

-Lana Lupin.- dijo ella en un suspiro, cansada.

-Un placer.- tras decir eso, el chico empezó a caminar hacía otra dirección.

Lana corrió un poco tras él hasta qué pudo agarrar su túnica haciendo que se girase.

-¡Ey! No me has dado el mapa. No es tuyo y lo sabes, devuélvemelo.- extendió las manos de nuevo.

Fred sonrió y agachó la cabeza, acercándose a su oído.

-Mira, Lupin, quiero qué te quede claro qué la única forma qué tienes de tener ese mapa entre tus manos es pasando por encima de mi cadáver. No te lo voy a dar, me da igual a quién le pertenezca, ahora es mío y de mi hermano, lleva siendo nuestro desde hace cinco años, y no voy a dárselo a una niñata como tú solo porque me digas qué te pertenece. ¿Entendido?- Fred le susurró esto al oído a Lana, le guiñó un ojo y se fue.

¿Quién se había creído? No tenía ningún derecho a hablarle así, ella se lo había pedido de buena manera.

Lo había robado, Lana estaba segura, ¿y tenía la cara de decir qué era suyo? No era justo.

No sabía cómo ni cuándo ni dónde, pero las cosas no iban a quedar así. Lana iba a recuperar el mapa, no sólo porque era de su padre, sino por su orgullo. No iba a dejar qué el chico Weasley ese, Fred, le dijera lo que podía hacer y lo que no.

Si Fred Weasley quería jugar, entonces jugarían.

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Holaa, hoy doble capitulo (este un poco bastante mas corto) porque me sentía inspirada jiji. Espero que os esté gustando <3

ari 🌷

king of my heart (fred weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora