Capítulo 46

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La mansión está sumida en un silencio sepulcral. No hay ruidos, ni el de las respiraciones. Nadie se mueve, todos esperan la inminente explosión. Arthur sonreiría al ver las expresiones de los alfas de su primo, pero la situación es tan tensa que no puede hacerlo.

— Déjenme ver si entendí — Magnus masculla las palabras — Hay una mafia peligrosa en busca de mi hijo para matarlo, y como si eso no fuera poco, dicen que Miller lo ha secuestrado.

— Sí señor — confirma Edward.

Diversas maldiciones se escuchan en la habitación, los primos de Louis están presentes. Los trillizos no saben cómo es que llegaron tan rápido.

Hace apenas unas horas, Zayn encontró el auto de Louis al costado de la carretera, siguió el rastro y encontró un cuerpo en el bosque, el hombre tenía indicios de haber sido apuñalado, había diversos cortes en su cuerpo. Minutos después, Edward llegó, el alfa estaba frenético, contactó a sus hermanos y decidió que lo mejor era buscar ayuda, lo que los lleva a este momento.

— ¿Por qué no nos lo dijo? — pregunta Robert, uno de los gemelos.

— Louis no quería involucrar a más personas — Zayn salta en defensa de su amigo — Lo último que quiere es que se preocupen.

— Mi cachorro — dice Marcos — Siempre pensando en los demás antes que en él.

— ¿Qué vamos a hacer? — Harry susurra — ¿Dónde buscamos a mi omega?

— Maldición — gruñe Magnus — Síganme.

El alfa se pone de pie y sale de la sala, todos lo siguen y caminan por los pasillos. Los trillizos ven cuadros y fotos por las paredes, Louis es el protagonista de la mayoría. Marcel casi llora cuando ve a un pequeño Louis con una corona de flores y manchas de barro en la mejilla. Malditamente tierno.

El alfa mayor se detiene frente a dos grandes puertas de madera, al costado, empotrado en la pared, hay una pequeña pantalla. Magnus digita una serie de números y las puertas se abren. La madera es una fachada, en realidad las puertas son de acero.

La habitación está muy bien iluminada, el piso tiene una gran alfombra, hay un gran escritorio de cedro y varias computadoras, también una pantalla plana al lado izquierdo, frente a los sillones. Al lado derecho hay varias armas en exhibición, desde pequeños revólvers hasta metralletas.

— Tío — silva uno de los alfas — ¿Por qué nunca me hablaste de esto? Bien podría esconderme aquí cuando mi omega esté enojada.

Magnus no responde, solo entra a la habitación y Marcos lo sigue, el alfa les dice que entren y lo hacen rápidamente. Algunos se sientan en los sillones y otros inspeccionan el lugar, ven las armas y conversan.

Los trillizos se sienten fuera de lugar, nunca han visto tantas armas juntas. Saben que Louis tiene un par en casa, pero nada comparado con esto. Además, no saben qué hacer, no tienen un plan, maldita sea no saben ni cargar un arma. ¿Cómo mierda van a ayudar a su omega?

— Siéntense muchachos — les dice Zayn — Tenemos que pensar en algo.

Edward asiente en dirección del alfa y camina hacia los sillones, sus hermanos están unos pasos detrás. Cuando los alfas se ubican en los sofás, la gran pantalla frente a ellos se ilumina y proyecta un mapa satelital.

Todos dejan sus conversaciones y lo que sea que están haciendo para mirar. Marcos se para al lado de los trillizos y Magnus camina hacia el centro, tiene un iPad en la mano y está escribiendo, murmura un par de cosas y luego el mapa se acerca más a la ciudad, segundos después, aparece un punto rojo brillante.

Bleu MortelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora