Capítulo 47

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La primera vez que abre los ojos, todo es demasiado brillante, parpadea suavemente para acostumbrarse a la luz, su cabeza palpita dolorosamente, pero es una batalla difícil, pronto sus ojos se cierran nuevamente.

La segunda vez que despierta, está más alerta, escucha el pitido de la máquina que registra sus signos vitales. Cuando levanta la mano, ve la vía intravenosa que se encuentra ahí. Intenta hablar, pero su lengua se siente pesada, no puede formular ninguna palabra y apenas registra el suave susurro en su oído.

— Hola, amor — dice una suave voz, siente la tibieza de los labios que dejan un beso en su sien — ¿Puedes oírme?

Louis vuelve a intentar hablar, pero solo algunos ruidos salen de sus labios, así que se conforma con mover la cabeza para asentir.

— Está bien, no te preocupes — habla otra voz, el omega gira levemente para ver a otro hombre rizado, apoyado contra la pared — Duerme un poco, la próxima vez que despiertes, todo estará mejor.

Quiere discutir, preguntar cómo llegó aquí, quienes son estos hombres, pero no puede hacerlo. La voz que usó el alfa fue clara, una orden para su omega, así que solo cierra los ojos y el sueño invade sus sentidos.

La tercera vez que despierta, se siente mejor, ya no le duele la cabeza, ni los ojos por la luz, pero siente la garganta seca, así que sus primeras palabras son para pedir agua.

— Bebe, cariño — dice una tierna voz. Louis levanta la mirada y ve a su Marcel, le tiemblan las manos cuando agarra el vaso de plástico, pero se apresura a beber su contenido.

Cuando termina, su alfa acaricia el dorso de su mano y Louis vuelve a acostarse en la cama. Marcel le sonríe y Louis refleja el gesto, se miran por un tiempo más. El omega aun está cansado, pero se siente seguro al lado de su alfa. Aunque se pregunta dónde están los otros dos, ¿les pasó algo?

La puerta de la habitación se abre y los saca a ambos de su burbuja. Edward y Harry se acercan rápidamente a su omega y besan sus mejillas. Louis suelta una pequeña risita que se convierte en un jadeo cuando Harry muerde su marca de vinculo. El omega cierra los ojos y cuando los vuelve a abrir se siente mareado, pero también más ligero, como si todo se hubiera solucionado, como si lo que le faltaba ha sido completado.

— Imbécil — le gruñe Edward a su hermano y lo aleja de su omega — Su cuerpo aún está débil. Podrías haberle inducido una caída.

— Mío — gruñe Harry — Mí omega.

El alfa tiene los ojos negros, su mirada fluctúa entre su hermano y el precioso omega que tiene la mirada perdida, pero una sonrisa tonta pinta sus rasgos. Ese es el omega de Harry, el omega que creyó haber perdido, con quien perdió su conexión. No iba a dejar que nadie los separara, sería la sombra del hombre pequeño, no lo perdería de vista.

Su precioso omega ojiazul, quien lleva a sus cachorros en el vientre.

Cuando creyó que su vínculo con Louis estaba roto, todo a su alrededor dejó de importar, no había nada que lo ayudara con el dolor agonizante de no sentir a su omega. Su omega secuestrado y quien sabia en dónde. Harry había perdido la esperanza. Ahora viendo a su omega frente a él, se avergüenza de haber pensado lo peor.

Pero en aquel entonces, todo su mundo tembló, su cuerpo débil y frágil fue levantado bruscamente por Damián quien lo había mirado a los ojos y le había dicho con toda seriedad que, sino volvía a sus cabales y se recuperaba, en cuanto encontraran a Louis, le iba a decir que se había vinculado con un alfa débil.

Y Harry podría sr cualquier cosa, menos débil. Así que respiro hondo secó sus lágrimas y le preguntó a Damián que es lo que harían a continuación.

Bleu MortelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora