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La pequeña familia se encontraba haciendo las compras, Yeonjun iba de la mano de su papá mientras que su mamá buscaba frutas y verduras, caminando por los pasillos el pequeño vio unas bolsas con dulces, levantó la mirada y tiró de la mano de Minho...

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La pequeña familia se encontraba haciendo las compras, Yeonjun iba de la mano de su papá mientras que su mamá buscaba frutas y verduras, caminando por los pasillos el pequeño vio unas bolsas con dulces, levantó la mirada y tiró de la mano de Minho para llamar su atención.

—¿Qué pasa, cariño?— Pregunta agachándose a su altura.

El niño apuntó los dulces. —Quiero esos, papi.—

—Mmh, hace unos días estuviste mal del
estómago, amor.—

—Por favor, papi. Comeré pocos.— Ruega abriendo sus ojitos de Bambi.

Minho intentó resistirse, de verdad, pero a esos ojitos que nadie puede resistirse. El alfa soltó un suspiro y tomó la bolsa.

—Bien, pero los comerás una vez estés mejor.— Dice y Yeonjun aplaude feliz.

Felix vuelve con su esposo e hijo con las manos ocupadas por bolsas de verduras y frutas, frunce el ceño y observa a su alfa serio por la bolsa de dulces en el carrito.

Felix vuelve con su esposo e hijo con las manos ocupadas por bolsas de verduras y frutas, frunce el ceño y observa a su alfa serio por la bolsa de dulces en el carrito. Minho simplemente le sonríe inocente, negó con la cabeza y siguió su camino con los demás atrás de él.

Luego de unos pocos minutos se dirigieron a la caja para poder pagar e irse, le habían prometido a Yeonjun que irían a la casa de los tíos Hyunjin y Jisung y el niño ya estaba que le carcomía la ansiedad. Con ayuda de Felix cargaban el baúl del auto con las bolsas de las compras, al terminar se subieron y arrancaron, primero a su propio hogar para ordenar las compras y después a la casa de sus amigos.

Al frenar en un semáforo en rojo, Yeonjun, que miraba por la ventana, empezó a tocer de manera repentina, sus ojos se cristalizaron y su rostro se tornó rojo. Ambos padres miraron para atrás y rápidamente empezaron a buscar una botella de agua.

—Traga despacio, Yeonjun, y trata de respirar hondo.— Aconseja Minho quien rápidamente vuelve su mirada al camino pues el semáforo se puso en verde y varias personas empezaron a tocarle bocina.

—¿Te sientes mejor?— Pregunta Felix y el niño asiente con la cabeza. —¿Qué pasó? ¿Te atragantaste con algo?—

—E-Eso creo... pero ya estoy bien.— Responde con su respiración algo agitada.

—Bien, sigue tomando agua de a tragos pequeños y respira hondo.—

El niño siguió con los pasos que su mami y papi le dijeron hasta que llegaron a casa y estuvo más calmado. Se sentía asustado, ¿Qué había sido eso? Ya le habían dado esos pequeños ataques, sin ser así de fuertes, pero nunca enfrente de sus padres y tampoco quería decirles para no preocuparlos pero ahora ya no podía ocultarlo.

Cuidando a Lee Yeonjun³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora