Part 22

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Descargo de responsabilidad

No tengo derecho a ninguna imagen usada y menos a cualquier personaje de bleach

lo único que me pertenece es este fanfiction

Sin más que decir disfruten


En su mente solamente estaba la imagen de las tumbas y los cuerpos que había enterrado, Chad, orihime, uryu... yoruichi y sus hermanas. Cada uno fue victima de la guerra en la que ichigo se vio obligado a presenciar durante un mes sin poder hacer nada mas que lamentarse y observar... vio cada muerte como si estuviera ahi y aun así no pudo hacer nada. Chad encontró a su abuelo un día y al día siguiente murió en combate, yhwach decidió darle la oportunidad de ver a su abuelo y lo mato al día siguiente, Orihime trato de salvarlo y fracaso al igual que uryu cuando intento protegerla.

Lo enterró a cada uno de ellos en el lugar que siempre los unió, la escuela de karakura, los enterró en las ruinas de la escuela con flores adornando donde sus almas descansaban. Pensó que esa seria la ultima vez que lo haría pero se equivoco, se enfoco tanto en ayudar en el seireitei que descuido el mundo humano, sus hermanas pagaron el precio y el... una vez mas tuvo que enterrar a alguien preciado.

Siguió luchando, una y otra vez asta que se vio envuelto en una pelea constante sea contra el enemigo o sus fantasmas,  lo que si sabia era que en cada batalla sentia que perdia algo de humanidad al ver como la sangre de sus enemigos se revelaba por sus espadas, las cabeza o partes del cuerpo rodaban por sus pies cuando los cortaba, que los hiciera cenizas no quitaba el hecho que había quitado otra vida... una de tantas.

Los mejores momentos que vivió en la guerra los pudo contar con su mano derecha y le sobravia un dedo, sus noches con yoruichi no contaban, eran apartes y los días en los que no miraba sangre eran inexistente, podía recordar un dia que no hubo sangre, pudo ver el amanecer y el anochecer una vez en mucho tiempo, luego fue la noticia de su oportunidad... se equivoco, le sobraron dos dedos.

Kyoraku dejo su puesto en sus hombros y con el puesto la esperanza de todos los shinigamis fallecidos, su carga de por si ya era grande cuando sus amigos murieron y dejaron sus fuerzas en el, tuvo que cargar con el seireitei o lo que quedaba de el. Hizo sacrificios y mando muchos a sus muertes, todo para este momento. todas las letras estaban muertas a excepción de dos, los soldats daban su ultimo respiró a manos de urahara y renji mientras el se encargaba de un enemigo mas importante... 


-No te trae recuerdos?- pregunto aizen parado frente a ichigo kurosaki, ambos en su máximo poder- Esto es casi idéntico a lo que paso hace 8 años, el tiempo vuelva cuando estas encerrado o cuando estas en guerra- comento el hombre con el reiatsu morado oscuro arremolinándose en su ropa blanca, al parecer aizen tenia un gusto raro con vestir ropas blancas, comenzo con el haori de capitan luego el traje arrancar, despues su traje hogyoku y ahora estas horripilantes ropas que uso al modificar el traje quincy. Ichigo no respondió ni mostro nada o mas bien aizen no pudo ver nada ya que la cara del chico estaba cubierta por vendajes negros que cubrían la mitad de su cara, su pelo negro y largo abalanzándose en el aire al igual que su hakama hecho de reiatsu negro... esta era su forma mas poderosa, el bankai y el verdadero tensa zangetsu, antes la llamaría getsuga final pero ahora el nombre cambio, era tensa zangetsu, el bankai verdadero- Di algo... no te hare daño- dijo con sarcasmo en su voz-No dirás nada?- pregunto aizen viendo a ichigo con curiosidad, lograba ver el reiatsu negro que desprendía su cuerpo pero no podía sentir nada de nada, apenas podía ver su cuerpo completamente negro, cuando pelearon la ultima vez ichigo tenia su brazo izquierdo al descubierto pero ahora ambos brazos tenia energia cubriendolos- activaste bankai y no dirás nada? oscurecer el día es un poco dramático no crees? incluso molesto diría yo -pregunto el melomano con sarcasmo al ver como todo el cielo era de color negro, un efecto del bankai de ichigo y el poder devastador que desataba

Un pasó hacía el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora