Mami Brandy

Mi niña

Era una fría mañana de otoño en Varsity Lakes, ubicado en Queensland, Australia. El silencio en la casa se vió interrumpido por el llanto de un bebé.

Una cansada Heeler Naranja se dirige a la habitación de donde provenía el llanto. En una pequeña cuna se encontraba una cachorra de Heeler Naranja. La Heeler procedió a tomar en sus brazos a la pequeña Heeler.

-Tranquila pequeña niña.- dijo Brandy Cattle. -Tienes hambre?-

Brandy bajó a la cocina con la pequeña Bingo en brazos. Era lo último que le quedaba de su querida hermana, Chilli.

Brandy se había alejado de Chilli ya que no podía soportar el ver a su hermana cumpliendo aquello que el destino no le permitia tener.

En su familia siempre hubo antecedentes de problemas de fertilidad. Algo que no esperaba que le tocara. Por eso, cuando Chilli le dijo sobre su primer embarazo, el corazón de Brandy se hundió. Ver la felicidad de Chilli le hacía sentir miserable, fué entonces cuando su hermana le llamó un día con la voz quebrada. Le dijo había sufrido una gran tragedia, había perdido al bebé.

Se sintió muy triste por su hermana y fué para apoyarla como lo haría cualquier hermana mayor. Le prometió que la apoyaría en lo que ella necesitase.

Y el cruel destino decidió hacer una terrible jugada. Cuando recibió la llamada de los servicios de emergencia, Brandy estaba planteando la posibilidad de quitarse la vida. No tenía motivos para vivir y también no pensaba que nadie lloraría por ella.

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Tres meses atrás.

Brandy y Mort Cattle acudieron al hospital después de haber recibido esa terrible llamada. Ambos estaban impactados por lo que había pasado. Mort era el que se llevó la peor parte de todo, había perdido a su amada Audrey por culpa de la enfermedad de Crohn de la que no fué diagnosticada correctamente.

Mort estaba inconsolable, estaba al borde de una crisis cuando vió el cuerpo de su hija y de su yerno junto al cuerpo de su nieta.

Brandy estuvo a su lado durante los primeros días después del funeral de Bandit, Chilli y Bluey. Mort se había sumergido en el alcohol y parecía que no podría recuperarse jamás, Brandy le pidió a Maynard que cuidara de su padre.

Mientras que Brandy decidió que se haría cargo de la pequeña Bingo.

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Brandy le dió el biberón a la pequeña bebé y se sentó en la silla de la cocina mientras esperaba a que Bingo terminara su comida. Suspiró mientras pensaba en su hermana. Pensó en ese día cuando Chilli la llamó para que conociera a la pequeña Bingo, Chilli le aseguraba que se parecía bastante a Brandy.

-Tienes razón, hermana.- dijo Brandy. -Se parece bastante a mi.-

Bingo terminó de tomar su biberón y Brandy la tomó y colocó en su hombro para darle unas palmaditas en la espalda para que eructara.

Luego de esto, Brandy subió de nuevo al primer piso con un andar cansado. Fué a la habitación donde tenía la cunita de Bingo y la colocó ahí y empezó a mecer la cuna mientras cantaba una canción de cuna para que Bingo se durmiera.

-Dulce Bingo, mi pequeña estrella,
En tus sueños te quiero arropar.
La luna brilla, el mundo descansa,
Mientras en mis brazos vas a descansar.

Duerme, duerme, mi linda Bingo,
En tus sueños encontrarás abrigo.
Dulces sueños llenos de magia,
Te amo hoy y siempre, mi dulce niña.

Las estrellas brillan sobre ti,
Mientras sueñas con un mundo feliz.
Los angelitos te cuidan en tu sueño,
Mientras en mis brazos te tengo aquí.

Duerme, duerme, mi linda Bingo,
En tus sueños encontrarás abrigo.
Dulces sueños llenos de magia,
Te amo hoy y siempre, mi dulce niña.

La noche es tranquila, el viento susurra,
Una melodía de paz y amor.
Mi voz suave te envuelve con ternura,
Mientras sueñas con flores de mil colores.

Duerme, duerme, mi linda Bingo,
En tus sueños encontrarás abrigo.
Dulces sueños llenos de magia,
Te amo hoy y siempre, mi dulce niña.-

(Nota del autor: Esta canción de cuna es una creación original y no está basada en ninguna canción existente, eso espero.)

Brandy por fin pudo dirigirse a su recamara para dormir y descansar un poco. Ella se tenía que hacer hacer cargo ella sola de Bingo ya que la familia de Bandit se había desentendido por completo de Bingo, no les importo nada que fuera parte de su familia.

Brandy decidió que ella cuidaría a la pequeña Bingo. Sería la madre que ella necesitaba. La madre que Bingo perdió.

Brandy volteó a ver a Bingo quien se encontraba dormida.

-Te quiero mucho mi dulce Bingo.- susurró Brandy.

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Unas horas más tarde, Brandy despertó, iba a ir con Bingo a la jugueteria a comprarle un peluche para que pudiera jugar con el.

Al llegar vió un conejo de color rosa pálido en uno de los estantes. Bingo también lo vió y extendió sus brazos para tomar al peluche.

Bingo se veía feliz mientras abrazaba a ese peluche de conejo. Lo llevaría pero todavía faltaba algo así que Brandy tomó otro peluche, un delfín.

Una vez pagado todo, Brandy se dirigió a su casa. Bingo estaba en su carreola dormida con su peluche en sus brazos, se veía feliz.

-Mi niña.- dijo Brandy.

Brandy haría lo que fuera por cuidar a Bingo, su sobrina.

-Te prometo que cuidaré de Bingo como si fuera mi propia hija.- dijo Brandy mientras sostenía en sus manos una foto de ella junto a su hermana en el lago al que les gustaba ir cuando eran pequeñas.

El lugar que siempre frecuentaba cuando estaba triste. Aún sentía remordimiento por no haber hecho las paces con Chilli cuando hubo tiempo.

Pero recordó aquellas palabras que su madre le dijo una vez.

"Lloro un poco, me pongo de pie, me sacudo el polvo y sigo adelante, el show debe continuar"