La escencia de la cual se enamoro YoonGi, no era de Jimin.
Hubo una pequeña equivocacion.
Jimin no es su predestinado.
Jimin es un beta, sin olor.
Sin esencia.
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Las manos de Jimin temblaban ligeramente mientras ajustaba la gorra en su cabeza, misma que tomó prestada de su hermano. Esta nervioso y emocionado al mismo tiempo. Esta era una experiencia completamente nueva para él, y el hecho de que su primera cita fuera con un alfa tan atractivo y atento como YoonGi hacía que su corazón latiera aún más rápido.
No podía evitar preguntarse qué veía YoonGi en él, un beta, pero apartó esas dudas, centrándose en sus pensamientos sobre su cita.
Cada vez que se miraba en el espejo, cuestionaba su elección de ropa, esperando lucir lo suficientemente presentable para el alfa.
La idea de su picnic junto al lago, viendo el atardecer y paseando de la mano lo llenaba de emoción y ansiedad. Jimin tomó una respiración profunda, tratando de calmar sus nervios, justo cuando escuchó al alfa llamar a si puerta.
Cuando YoonGi llamó a la puerta de Jimin, su lobo se emocionó al instante. El delicioso aroma de Jimin inundaba toda la casa, y no podía esperar para verlo. Cuando el peliazul finalmente abrió la puerta, YoonGi no pudo evitar sonreírle de manera admirativa. Jimin lucía absolutamente encantador y atractivo con sus shorts cortos y la gorra a juego. Era una combinación que lo hacía parecer adorable y sexy al mismo tiempo.
YoonGi quedó momentáneamente sin palabras, perdido en la belleza de Jimin mientras su corazón latía con fuerza, se encontraba indeciso sobre cómo saludar a Jimin adecuadamente. Consideró tomar su mano en un apretón amistoso, darle un beso en la mejilla o simplemente hacer una reverencia. La incertidumbre lo hizo quedarse momentáneamente sin palabras, pero finalmente optó por la opción más sencilla. — Jimin. —Dijo finalmente. —Te ves increíble. —La emoción y el deseo brillaban en los ojos del alfa.
Jimin sintió sus mejillas sonrojarse, el cumplido del alfa, le hizo sentir especial, le hizo sentir apreciado. —Gracias, tú Licea muy atractivo.
—Nos vamos. —Pidió YoonGi con una sonrisa cálida mientras guiaba a Jimin hacia su automóvil. Con gentileza, abrió la puerta para él y luego se dirigió al asiento del conductor. La ansiedad inicial comenzó a desvanecerse al sentir el ligero aroma que desprendía Jimin.
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Juntos mientras caminaban por la orilla del lago, compartiendo risas y conversaciones mientras saboreaban sus helados. El sol se sumergía lentamente en el horizonte, pintando el cielo con colores cálidos y creando un ambiente aún más mágico.
Jimin miró a YoonGi y le sonrió con gratitud. —Gracias... No podría haber pedido un mejor primer encuentro y cita.
YoonGi apretó suavemente la mano de Jimin y le devolvió la sonrisa. —No puedo esperar para compartir muchos más momentos contigo... Me gustas demasiado.
Mientras se encontraban en medio del lago, rodeados por la belleza del atardecer, YoonGi no pudo resistirse a los ojos de Jimin, que se iluminaban con los últimos rayos de sol. Mirándole con ternura, reunió el coraje para hacerle una pregunta que había estado deseando hacer desde hace tiempo.
—Tengo algo que quería preguntarte, Jimin. —Murmuró con timidez mientras acariciaba suavemente la mejilla de Jimin. —¿Puedo besarte?"
Jimin respondió con una sonrisa suave y un gesto afirmativo con la cabeza. El corazón de YoonGi latía con fuerza mientras inclinaba la cabeza y depositaba un beso increíblemente tierno en la frente de Jimin.
