La escencia de la cual se enamoro YoonGi, no era de Jimin.
Hubo una pequeña equivocacion.
Jimin no es su predestinado.
Jimin es un beta, sin olor.
Sin esencia.
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Jimin estaba parado frente a su armario, buscando cuidadosamente el outfit perfecto para su cita con YoonGi. Mientras pasaba por las prendas, una sensación familiar de inseguridad comenzó a surgir en su interior. Se miró en el espejo y suspiró, sintiendo que algo le faltaba, algo que lo hiciera sentir menos insípido como beta.
El brillo de sus ojos se desvaneció al contemplar su reflejo. "¿Por qué siempre me siento así?", se preguntó en silencio.
No era la primera vez que recurría a la ropa de su hermano en busca de consuelo y confianza, pero esta vez no encontró alguna prenda que pudiese usar.
La fragancia suave y reconfortante que emanaba de su hermano menor era como un abrazo reconfortante, y eso solo le recordaba su mayor inseguridad.
No tener una esencia propia.
Se esforzó demasiado eligiendo cuidadosamente su vestuario, algo cómodo y lindo, pero aún así se sentía incompleto.
Su inseguridad haciéndose más presente lo golpeaba como un balde de agua fría, no fue hasta que recibió un mensaje de texto de Yoongi que sintió su inseguridad hacerse pequeña.
Pues a Yoongi le gustaba tal y como era.
"Ya voy en camino", decía el mensaje breve pero reconfortante.
Jimin sonrió y se apresuró a bajar las escaleras hasta la cocina, donde su familia ya estaba reunida para el desayuno. El aroma del café recién hecho y las risas familiares llenaban el aire.
Se sentó a la mesa junto a su madre y su hermano menor, Jungkook, quien llevaba puesta una bufanda azul que captó de inmediato su atención.
—Hará mucho frío el día de hoy, abrígate bien. —Dijo la madre de Jimin mientras terminaba de servir los platos.
Jimin giró la vista hacia su hermano y le sonrió tímidamente. —¿Podrías prestarme tu bufanda, Jungkook? Me vendría bien para el frío.
Jungkook frunció el ceño, reacio a desprenderse de su bufanda. —Lo siento, Jimin, pero la estoy usando hoy. Además, tú tienes tus propias bufandas. —respondió, señalando el montón de prendas de abrigo en el perchero cerca de la puerta.
Jimin se mordió el labio inferior, sintiéndose un poco desanimado, pero no dispuesto a rendirse tan fácilmente. —Por favor, hermanito. Esta bufanda combinaría perfectamente con mi outfit y, además, es un día especial para mí.
La madre de Jimin intervino con una sonrisa comprensiva. —Oh, déjale la bufanda a tu hermano, Jungkook. Sería un gesto amable de tu parte.
—Está bien, pero cuídala. Es mi favorita. —dijo Jungkook mientras se la quitaba y se la entregaba a Jimin.
Jimin recibió la bufanda con gratitud y se envolvió en ella, sintiendo su suavidad y el reconfortante aroma que le recordaba a su hermano. —Gracias, Jungkook, Prometo devolvértela en perfecto estado.
Con la bufanda de su hermano ahora envuelta alrededor de su cuello, Jimin se sentía completo. La inseguridad que creía haber superado hace unos minutos desapareció por completo cuando se aferró a la bufanda de su hermano.
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YoonGi se preparaba para la cita con una mezcla de emoción y nerviosismo palpable en el aire. Mientras se miraba en el espejo, se enfocaba en cada detalle, asegurándose de que su apariencia estuviera impecable para su encuentro con Jimin.
Escogió un par de guantes para protegerse del frío, pero al final decidió dejarlos sobre la cama, pensando que sería mejor calentar sus manos al sostener las de Jimin.
Mientras se arreglaba, YoonGi ensayaba diferentes formas de pedirle a Jimin que fuera su novio. Practicaba frente al espejo, repitiendo frases una y otra vez para encontrar la combinación perfecta de palabras que expresara sus sentimientos de la manera más sincera y conmovedora posible.
—¿Qué opinas si somos novios? —Murmuró YoonGi para sí mismo, probando el tono de voz y la expresión en su rostro. Luego, intentó otra variación. —Quiero que seamos novios, Jimin. ¿Qué dices?
Su lobo interior se agitaba de emoción ante la idea de finalmente tener a Jimin como su pareja oficial. Cada vez que imaginaba el momento en que le pediría a Jimin que fuera su novio, sentía un cosquilleo de anticipación recorrer su cuerpo. Era como si estuviera al borde de un nuevo comienzo, listo para embarcarse en una emocionante aventura junto a la persona que había capturado su corazón.
Con la mirada fija en el reflejo en el espejo, YoonGi se preparaba -nsioso por tener la oportunidad de expresar sus verdaderos sentimientos a Jimin y llevar su relación al siguiente nivel.
