Capítulo 1

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Hola! Mis queridos caballeros negros aquí está el primer capítulo de esta historia, estaré subiendo capítulo domingo o lunes, espero me den su apoyo comentando y votando, pues tengo más en mente de esta pareja, mientras lean, voten y comenten este capítulo.

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Valentina Villalba llegó a los cascabeles hacia ya más de dos años, después de que su ex prometido Alonso la dejó plantada en el altar, no quiso saber de nada, ni nadie y menos de el, así que se fue con su nana Benita y su tía Isabel, ambas fueron las encargadas de cuidarla y criarla cuando sus padres murieron, dejó la ciudad y se fue a su Hacienda situada en Hidalgo, le costó al principio entender todo sobre ella y adaptarse al lugar, pero ahora sin duda amaba estar ahí y ver a los animales y estar en el campo, ahí si tenía tranquilidad.


Pero eso si, ella tenía ya una fama en los alrededores y es que si era buena, pero sólo con su familia y gente de más confianza, mientras que a los demás les mostraba una mujer fría y sin sentimientos, pues no estaba dispuesta a que nadie más le viera la cara, justo como lo hizo Alonso, que aunque ya no lo vio desde un día antes de la boda, si tenía ganas de verlo de nuevo y hacerle pagar lo que le hizo, pero prefería que el tiempo se encargará de hacerle pagar por eso.



El mismo tiempo que llevaba en los cascabeles, era el mismo que llevaba peleando con Marcela Morales, hija de Cristina, ambas dueñas de la Hacienda la Malquerida, nadie entendía porque se odiaban, al menos no ahora, porque al principio el problema era compartir un canal de riego que abastecía ambas Haciendas, pero después de mucho dialogar y pelear, ambas terminaron aceptando que esa situación seguiría si es que deseaban que sus Haciendas siguieran como hasta ahora, pero en donde quiera que se veían, era pelea segura o al menos unos cuantos insultos, aunque estos eran solo de Marcela, pues Valentina le seguía la corriente mientras reía de ella, lo que hacía que nadie entendiera esa rivalidad entre ellas.



En la Malquerida, Marcela y Cristina eran dos de las dueñas, ellas o más bien Cristina quedo al frente luego de la muerte misteriosa de su esposo, desde entonces ella y su hija están al pendiente de cada cosa que pasa ahí, mientras que la hermana y tia de Marcela, trabajan en otra ciudad, ellas y el capataz Esteban Domínguez, pero este ya llevaba tiempo pretendiendo algo y eso era quedarse con la Hacienda, por lo cual tenía dos opciones, se metía con Cristina o con Marcela, prefirió esta última al ser más dócil a comparación de Cristina, así que en secreto comenzaba a darle uno que otro obsequio, hablarle lindo y ser muy amable con ella.



Esteban era diez años más grande que ella y era atractivo, así que parecía que sus actos estaban logrando que ella se interesara por el, esto lo noto Cristina y obviamente no le gustó para nada, pues en los últimos meses había notado que las ganancias de la Hacienda disminuían y aunque Esteban alegaba que era una pequeña mala racha, ella sabia que posiblemente el era el culpable, pues a sus oídos habían llegado rumores de que el bebía en las cantinas y se metía con mujeres, cuando se suponía debía estar haciendo entregas, pero no era así.


Lo que el hiciera o no con su vida, no le importaba, pero si iba de por medio su dinero y su hija, lo era, así que debía alejarlo de ella de alguna manera, se acercaba su cumpleaños y como cada año lo celebraba con una fiesta, solo que ahora iba a tener una invitada muy especial, así que fue a la Hacienda los cascabeles para hacerle una invitación a Isabel, Benita y por supuesto a Valentina, para que asistieran a la fiesta, aunque esta se negaba un poco término aceptando, así que ya más tranquila regresó a su Hacienda.



Marcela estaba encantada con Esteban y sus atenciones, además de que ya había expresado con ella, la intención de hablar con Cristina para que pudiera cortejarla libremente y poder ser una pareja, ella obviamente le dijo que si, que lo hiciera y así no tenían que esconderse de ella o de alguien más, Esteban le dijo que lo haría en la fiesta, para que su madre viera que eran buenas sus intenciones, eso alegro a Marcela ya que Esteban la tenía cautivada.



Y ese día había llegado, a la Hacienda estaban llegando todos los invitados de Cristina, eran amigos cercanos y personas con las cuales tenían negocios y tenían relación muy buena, esta y Marcela los estaban recibiendo por separado, y vaya sorpresa se llevó Marcela al ver entre los invitados a Valentina, esta con una sonrisa algo arrogante se acercó a ella, mientras que Marcela no tenía buena cara.



VALENTINA- hola Marcelita.

MARCELA- no me digas así, Valentina, ¿que haces aquí?

VALENTINA- pues Cristina me invitó y acepte, de hecho mi tía y Benita deben estar por ahí hablando con ella.

MARCELA- agh, pensé que sería una noche tranquila y feliz, pero contigo aquí, será pésima.

VALENTINA- que gentil de tu parte, pero esta noche será muy divertida ya lo veras, con permiso, Marcelita.

MARCELA- ¡que no me digas así idiota!



Valentina se fue de ahí riendo y es que le encantaba hacerla enojar, sabía porque, pero no quería admitirlo, no deseaba hacerse ilusiones otra vez y salir lastimada, así que simplemente seguía con su vida. Todos los invitados llegaron y la celebración comenzo, pero justo después de cenar Esteban pidió la palabra, algo que le extraño a Cristina.



ESTEBAN- doña Cristina, llevo años trabajando con usted, inicie como cualquier otro trabajador y gracias a su confianza ahora soy el capataz, así que tomando esa confianza en cuenta, quisiera pedirle su permiso para cortejar a Marcela.



Todos se sorprendieron ante esa petición, mientras que Valentina negaba con la cabeza y es que ella se había enterado gracias a sus trabajadores que Esteban, no era el buen hombre que decía ser, por lo cual sabia no era una buena opción para Marcela. Cristina por su parte ya se imaginaba algo así, por las miradas y comportamientos que este tenía con su hija y no lo queria cerca de ella, pero como ya tenía un plan aprovecho para ponerlo en marcha de inmediato.




CRISTINA- pues si que estas abusando de mi confianza al pedirme eso, Esteban, porque si eres un buen trabajador, pero no eres digno para estar mi hija.

ESTEBAN- pero doña Cristina. - se podía notar su molestia-.

CRISTINA- nada Esteban, además mi hija se va a casar en unos meses.



Marcela estaba confundida y más cuando su mamá tomó su mano para llevarla a donde estaba Valentina, la hizo ponerse a un lado de ella.



CRISTINA- aprovecho esta fiesta por mi cumpleaños, para anunciar con gran felicidad el compromiso de mi hija Marcela con Valentina Villalba, quien hace unos días me pidió su mano en matrimonio.




Marcela y Valentina se miraban sin entender, pues no sabian el porque decía eso, pero cuando Cristina miro a Valentina, ella entendió que le pedía ayuda para quitar a Esteban del camino de su hija, suspiro y sonrió para acercarse a Marcela y tomarla por la cintura.



VALENTINA- y te agradezco mucho Cristina, por permitir que me casé con Marcela, si se que sonara loco para todos por como han visto que nos llevamos, pero así es el amor.



Para hacer enojar a Esteban y también a Marcela, algo que amaba hacer, sin soltarla de la cintura puso su mano en la mejilla de Marcela y la beso, esta quería separarse, pero no quería dejar a Cristina en ridículo frente a todos sus amigos, así que correspondió el beso, mientras que Esteban estaba que se moría del coraje ante lo que veía, pues su plan de vino abajo en segundos.














Continuará......


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Si les gusto déjenme sus votos y comentarios, que tengan una buena mañana/tarde/noche depende de donde me lean, nos vemos en el próximo, bye.

FRANCHIZRDZ 😘😘


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