2017
Se casaron dos meses después de que Max le propusiera matrimonio a Sergio.
Después de la pequeña y emotiva ceremonia
de boda, Max y Sergio se encontraron sentados en el porche, disfrutando de la cálida brisa de verano. Mientras observaban el hermoso paisaje del jardín iluminado por el sol de la tarde. Era un momento de calma y serenidad, y también de profunda introspección.
Max rompió el silencio, buscando las palabras adecuadas para expresar todo.
-Mira, Sergio, quiero dejarte algo claro desde el principio. Esta boda no significa que nos volvamos pareja ni nada de eso. Solo lo hago por el hijo que esperamos. -.
-Entiendo. Pensé que había algo más entre nosotros. Pero si solo es por el bebé, lo acepto -
-Así es. No quiero que te hagas falsas ilusiones. Solo estamos unidos por esa razón, y eso es todo. - suspiró.
-Está bien, Max. Supongo que me hice ideas equivocadas. Si es solo por el bebé, lo entiendo. -
-Exactamente. No quiero que pienses que esto va más allá de eso. No me gustan los compromisos, ya lo sabes. -
-Entendido, Max. Aprecio que hayas sido sincero conmigo. Seguiremos adelante y nos centramos en lo más importante, nuestro hijo.- miró a Max.
-Así es, Sergio. Eso es lo único que realmente importa. No necesitamos nada más.-
-Está bien. Lo acepto. Solo quiero lo mejor para nuestro hijo. - dijo resignado.
-Eso es lo único en lo que estoy de acuerdo contigo. El bienestar de nuestro hijo está por encima de todo lo demás. -
-Justo eso es lo que importa, Max. Juntos podemos criar a nuestro hijo de la mejor manera posible.-
-Veremos si realmente somos buenos padres. Porque ser pareja nunca. - rio
-Lo sé, Max. Solo quiero darle a nuestro hijo una familia amorosa y estable. Eso es lo más importante.-
-Ya veremos si eso es suficiente. - susurró.
Después de esa pequeña charla entre Max y Sergio, el ruido de sus pasos se desvaneció mientras Max se levantaba del lugar y se dirigía hacia una reunión de amigos que tenía programada. Era un evento al que normalmente no asistiría, pero esta vez tenía un motivo especial: su amigo Daniel, del cual estaba profundamente enamorado, también sería parte de ese grupo.
Max caminaba con paso firme, tratando de calmar los latidos acelerados de su corazón. No podía evitar sentir una oleada de emoción al pensar que estaría cerca de Daniel durante toda la noche. Había deseado este momento durante tanto tiempo, y ahora finalmente tendría la oportunidad de estar a solas con él, aunque no de la manera que realmente deseaba.
Por otro lado, Sergio se quedó allí, sentado en el mismo lugar donde había estado conversando con Max, y sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que Max no se sacaría de la cabeza a Daniel, y eso lo entristecía profundamente. A pesar de que había intentado ocultar sus sentimientos, poco a poco había dejado ver su amor incondicional por Max. Pero ahora, al verlo partir hacia una reunión a la que también asistiría Daniel, no podía evitar sentirse derrotado.
Sergio se sentía perdido, no sabía si debía seguir luchando por el amor de Max o si debía dejarlo ir y aceptar la realidad de que Max solo tenía ojos para Daniel. Era una situación difícil y dolorosa, pero al mismo tiempo sabía que no podía obligar a Max a amarlo. El amor no funciona así.
Mientras tanto, Max llegó a la reunión y desde el momento en que vio a Daniel, su corazón se aceleró aún más. Daniel era perfecto a sus ojos, con su sonrisa cautivadora, sus ojos brillantes y su personalidad encantadora. Max se sentía afortunado de tener la oportunidad de disfrutar de su compañía, aunque fuera solo como amigos.
