2018Después del nacimiento de su hijo, Nolan, Sergio pensó que las cosas iban a cambiar con Max. Tal vez iban a tener más tiempo juntos, o tal vez podrían compartir más responsabilidades con el bebé. Para su suerte, las cosas fueron precisamente como las había imaginado.
Max se volvió extremadamente detallista con Sergio. No pasaba un día sin que le preguntara cómo se sentía, si necesitaba algo o si podía ayudar en algo. Sergio se sentía amado y apreciado en cada momento que pasaba junto a Max. Era reconfortante saber que tenía a alguien tan atento y disponible en su vida.
Además, Max pasaba más tiempo en casa. Antes del nacimiento de Nolan, rara vez tenían momentos para ellos mismos. Pero después del nacimiento de su hijo, Max decidió reducir sus horas de trabajo para poder estar más tiempo en casa y así ayudar a Sergio con el bebé.
La llegada de Nolan había unido aún más a Sergio y Max. Se habían convertido en un equipo perfecto. Cambiaban los pañales, preparaban la comida, bañaban al bebé y lo cuidaban en las madrugadas cuando lloraba. Sergio estaba profundamente agradecido por tener a Max a su lado en cada uno de estos momentos.
Cada vez que Sergio veía a Max acunando suavemente a Nolan en sus brazos, sentía que su corazón se llenaba de alegría y amor. Max estaba completamente entregado a su papel como padre y Sergio no podía estar más orgulloso de él. Juntos, compartían risas, lágrimas y todo el amor que sentían por su pequeño.
La vida de Sergio había dado un giro de 180 grados desde la llegada de Nolan. Antes, sentía que pasaba la mayor parte del tiempo solo, luchando contra los desafíos de la vida. Pero ahora, tenía a Max a su lado, apoyándolo y compartiendo cada una de las alegrías y dificultades que venían con la crianza de un hijo.
La felicidad de Sergio era palpable. Disfrutaba cada momento que pasaba con Max y Nolan. La familia se había convertido en el centro de su vida y no podía imaginar nada mejor.
Sin embargo, en medio de su alegría y satisfacción, Sergio no podía evitar preguntarse si todo esto duraría...
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀