The flame demon (Nezuko en bnha)

El primer día

Un miércoles por la mañana, ese día intermedio al que solo le faltaban dos más para terminar la semana. De esos días en los que las ganas de empezar un lunes terminan por odiar todos los demás, uno en el que todo estudiante quiere levantarse tarde y quedarse en la cama hasta el sábado. Pero acerquémonos más a una habitación en específico, esa en la que ahora una demonio iba a convertirse en otra integrante del sufrimiento estudiantil. Pobre de ella, durmiendo tan plácidamente sin saber lo que pronto pasaría o precisamente, despertaría.

Ring.... ring ¡RIIIIING!

-¡Hmmm!-

-Probablemente, te preguntes cómo llegó esta alarma a tu cuarto, la instalé para despertarte temprano para tu clase, recordé el incidente de la enfermería, y como sé; tienes sueño pesado. Esta fue la manera más efectiva de mantenerte al tanto de tu horario, al menos, hasta que te acostumbres-

Nezuko buscaba y buscaba de dónde provenía la voz de su ahora nuevo tutor, hasta que observó un singular objeto con forma cuadrada en su mesa, este proyectaba una luz rara que le permitía ver a su maestro.

No tenía ni la menor idea de cómo su profesor había llegado ahí. Justo cuando estaba a punto de tocar el objeto, se escuchó:

-Antes de que ocurra lo mismo que la computadora de la enfermería, no muevas o tires esto a otro lado, déjalo en su sitio-

Lentamente, retiró sus manos del artefacto.

-Olvidé de mencionarte el uniforme, dentro del cajón de tu escritorio podrás encontrarlo. La primera bolsa tiene el de clases y la segunda, el deportivo. Se te comunicará previamente cuándo deberás cambiarte el uniforme por el deportivo-mencionó para que ella esté informada de la vestimenta correcta-Tu salón, como dije con anterioridad, es la clase 1A. Si tienes alguna duda de dónde se ubica, puedes guiarte del mapa que aparecerá en la pantalla-

¿Un mapa? Pero si solo lograba ver a su profesor, de hecho... cómo es que su tutor y el mapa cabían en un rectángulo ¿Acaso estaban atrapados ahí? Cada vez las cosas se ponían más raras en ese lugar. Mientras ella analizaba con sus ojos cada movimiento de la proyección, por fin había aparecido el dichoso mapa.

Rápidamente, se acercó para verlo mejor.

-Hmn hm hjmsn-Nezuko tenía la costumbre de señalar y repetir las cosas para memorizarlas, por lo que mientras veía el mapa, emitía esos sonidos.

-Muy bien niña, esperaré tu llegada, sé puntual- comentó para luego desaparecer completamente del dispositivo.

Algo le decía a Nezuko que su profesor iba a ser un tanto... exigente.

De ahora en adelante, daría lo mejor de ella para las clases, ¿qué tan difícil podría ser? Los entrenamientos que tuvo para controlar su sed de sangre fueron parecidos, en especial cuando tenía que ejercer su propia fuerza a la vez. No es nada fácil tener una gran magnitud de poder y tener que reducirla en un enfrentamiento sin perder su ritmo de combate.

Su profesor dijo al costado de la cama, así que lo primero que se propuso era ponerse el uniforme, aunque le daba pena quitarse su kimono... era su favorito, pero ya no había nada que hacer. Abrió su cajón y sacó cuidadosamente la ropa. Se quitó su bello kimono rosado para ahora lucir; una camisa blanca con corbata roja cubierta por un saco grisáceo, falda verde oscura de tela fina, medias verdes oscuro muy cómodas con unos zapatos marrones. Todo se veía elegante, desde su camisa hasta sus zapatos, pero esta ropa no se parecía en nada a lo que solían usar las chicas de su pueblo, ni siquiera las oiran del distrito rojo tenían esas prendas. Supuso que al estar en una caja todo el día se perdió del nuevo grito de la moda, tal vez esta sea una ciudad con vestimenta distinta a todas, pero no confió del todo en su pensamiento.