El infierno en la tierra

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Siento que mi corazón acelerado, la puerta ha caído y una sombra aparece. Siento el tacto de la mano de Luldwing en la mía y comienza a correr hacia las escaleras.

Cuando llegamos al segundo piso, él entra a una habitación, que yo no sabía que existía, y entramos. Entre los dos trabamos la puerta con lo que teníamos a mano, veo que él se acerca a un armario, saca una cuerda, después la ata a una de las vigas que había en el techo y extiende la mano hacia mí.

- Tenemos que irnos, saldremos por la ventana.

- Estás loco si crees que saltare por ahí.

- Tenemos una cuerda, y el nudo es fuerte, no nos pasará nada.

- ¿Y a dónde iremos?

- A la casa principal – no tengo tiempo de responder, de nuevo la puerta comienza a sonar, y esta vez golpea más fuerte – tenemos que irnos ¡YA!
Abre la ventana y tira la cuerda, pero no llega al suelo, por lo menos hay casi dos metros de separación. Luldwing es el que baja primero, pasa los dos pies por el marco y comienza a deslizarse por la cuerda, al final veo como aterriza en la nieve y levanta la cabeza.

- ¡Vamos, tú puedes!

Cuidadosamente, paso los dos pies y me agarro con fuerza al marco, la puerta está cediendo por los golpes y el frío no ayuda a calmarme. Pero no me voy a echarme para atrás, me deslizo por la cuerda hasta llegar al final, esta es la parte más complicada, la separación de dos metros que hay entre el final de la cuerda y la nieve es terrible, y mucho más para una persona que sufre vértigo. – ¡tú puedes, yo estoy aquí, te agarraré! - respiro hondo y suelto la mano. Estoy unos segundos en el vacío cuando siento mi cuerpo chocar con el cuerpo de Luldwing, acabo tirada en la nieve aplastándolo, me quedo mirándolo unos instantes y me levanto.

Él se levanta de un salto y comenzamos a correr, pero nos paramos de golpe, un ruido espantoso salió de la casa y nos giramos. Vemos perfectamente una silueta asomarse por la ventana y pegar un grito, a su vez sentimos un aire gélido brotando de bosque y de repente algo nos arrastra a su interior.

El miedo que sentí cuando fuimos arrastrados al interior del bosque en contra de nuestra voluntad es indescriptible, al poco tiempo la fuerza menguo y nos quedamos parados en medio de la selva frondosa y congelada, mire a todas direcciones en busca de algo, de un animal, de un camino, de un humano.

Pero lo único que hay son árboles y arbustos cubiertos de nieve, trago saliva y miro a Luldwing.

- ¿Se puede saber que acaba de pasar? ¡Acaso esa cosa que estaba en la cabaña es el fantasma de que me hablaste! – me quedo unos segundos mirándolo, pero él no responde a mis preguntas, a lo contrario, es como si no las hubiera escuchado, está mirando fijamente a una cosa que está enredada a una de las ramas de un árbol gigante - ¿me estás escuchando? – se queda callado, poco a poco se acerca a lo que parece una pequeña bolsa de hierbas, la coge y la sigue mirando fijamente.

- Nunca pensé en que volvería a verlo –miro con curiosidad al pequeño objeto, entonces no me pudo resistir.

- ¿Qué es esto? – veo como se le traba las palabras, como si un recuerdo atravesara su mente como una ráfaga de viento invernal.

- Esto…. Esto le perteneció a mi padre – levanto mi vista y me quedo mirándolo, no me había contado nada sobre su padre, se habría referido a un hombre antes, ¿será su padre esa persona? – las preguntas que le había formulado hace unos segundos se desvanecen por arte de magia, y las nuevas aparecen.

- ¿Qué le pasó?

- Eso mismo me gustaría saber, ¿Qué le pasó? Se fue hace 5 años y nunca regresó, se fue sin dejar rastro. – niega con la cabeza- No sé qué hace esto aquí, como llegó.

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⏰ Última actualización: Sep 16, 2023 ⏰

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Maldición en el pequeño bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora