Comienzo a creer ( Hedwing)

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De un momento a otro me quedo sola, el fuego chispea a mi espalda y algo en mi interior se mueve, ¿abre sido muy dura con él? Al fin y al cabo, él me está ayudando y gracias a él no estoy durmiendo a la intemperie, pero tengo la sensación que me está tomando el pelo.

De niña creía en hadas y en elfos, pero ahora de adulta, que alguien venga y me dice que hay fantasmas vengativos que roban los cuerpos, no es muy creíble. Será mejor que me vaya a dormir, tengo que estar despierta mañana para llevar a cabo mi misión en este pueblo.

Me despierto con las primeras luces de la mañana, miro el reloj y son las 6, no puedo dormir, me visto rápido y salgo afuera. El olor del bosque me invade y unos pequeños copitos de nieve me caen en la cara, hecho un vistazo a la casa principal, donde seguramente Luldwing está bajo las mantas de lana. Voy caminando dirección al lago congelado y cuando veo que comienza, me paro en seco.

Los supuestos cánticos aún están y pienso en ella. ¿Ella sabía de todo esto? ¿Habrá venido a propósito a este lugar para ver si era cierto? Un dolor intenso me llena el corazón y comienzo a cantar la canción que me enseñó mi madre para ahuyentar el dolor. Después mi mirada se dirige a una sombra, es alguien que viene en moto, siento el motor rugir con gran fuerza, sea quien sea, no quiere pasar desapercibido.

Al poco tiempo la moto misteriosa se detiene y un chico que parece tener la misma edad que Luldwing se baja de ella.

- Buenos días.

- Emmm buenos días, ¿Quién eres?

- Soy una visitante que necesitaba cobijo, el dueño de esta casa me dejo dormir esta noche en una de las cabañas.

- ¡Qué hizo queeee! Luldwing tuvo que estar ebrio para cometer esto y mucho más ahora.

- ¿Cómo dices?

- Ha cometido un error, no puedes quedarte aquí muchacha, puedes meterlo en problemas bien gordos.

- ¿Yo?

- Si, no ves que estamos en la Temporada Manns.

- ¿Y eso que tiene que ver?

- Que pueden sospechar de él, ahora la gente del pueblo está en alerta máxima, si alguien hace algo fuera de lo normal se convierte en un sospechoso.

- Él no tiene mucha pinta de ser un asesino en serie.

- Eso yo ya lo sé, es mi mejor amigo, nos conocemos desde que éramos unos renacuajos, pero eso la gente del pueblo no lo sabe. Qué pasaría si alguien se entera de que trajo a una chica a su casa justo en la temporada. Lo meterían en la hoguera.

- ¿No estás exagerando un poco?

- No, es muy arriesgado, será mejor que……….

- Hola Kobley ¿Cómo estás? Hedwing, buenos días.

- ¿Tío, es cierto lo que me digo?

- ¿El qué?

- Ella me digo que la dejaste pasar la noche en una de las cabañas, ¿te has vuelto loco? Que quieres, que te cuelguen.

- Tranquilo amigo, no me va a pasar nada, nadie viene por aquí y aparte ella estaba buscando refugio y me salvo de una paliza de Kili.

- Pero eso no tiene nada que ver, no deberías….

- Kobley, créeme, no me va a pasar nada, aparte estaba sin techo, ella tiene más motivos que temer que yo. A caso nunca te dijeron que tienes que tratar bien a las visitas.

- Puede que tengas razón, pero tienes que tener cuidado. Bueno, solo vine para saber cómo estabas, te fuiste muy rápido de la fiesta.

- Yo estoy bien, gracias, ¿quieres quedarte con nosotros un rato?

Maldición en el pequeño bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora