Watashi ga Kita (DekuBaku)

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Katsuki Bakugou

•••

— ¡DEKU! — Grité asustado al ver como él caía por el barranco, sin pensarlo dos veces corrí hasta donde se encontraba bajando por la montaña de tierra llenando toda mi ropa de fango.

— ¡Deku! — Repeti tomándole en mis brazos, tenía los ojos cerrados y no respondía a mis gritos, lo que provocó que el pánico en mí aumentara. — ¡Deku, despierta!

Agité su cuerpo suavemente y vi como él lentamente abría sus ojos observándome confuso.

— ¿Kacchan? — Susurró en un tono débil examinando mi rostro. — ¿Por qué lloras? — Preguntó y en ese momento fui consciente de las lágrimas que se escurrían por mi rostro.

— No estoy llorando, idiota. — Rápidamente limpié mi rostro escuchado una pequeña risa del contrario. — Debemos salir de aquí.

Dije como si no fuese obvio y miré a mi alrededor en busca de alguna salida, no muy lejos de donde nos encontrábamos pude ver un camino entre la maleza, aunque no tenía idea de si este nos sacaría del bosque era la única opción que teníamos.

— ¿Crees poder levantarte? — Pregunté y este hizo un intento de moverse que no dio resultado.

— No... perdón. — Se disculpó y fruncí el ceño poniéndome de pie.

— Vamos, te llevaré en mi espalda. — Anuncié.

— ¿Eh? — Sus ojos se abrieron enormes observándome confundido.

— No te preocupes, eres pequeño así que podré cargarte, saldremos de aquí...

•••

Todo en mi cuerpo ardía, sentía como cada parte de mí quemaba impidiéndome hacer algún movimiento, lentamente abrí mis ojos sin saber dónde me encontraba y frente a mí vi el cabello verde que pude reconocer de inmediato.

》¿Qué demonios...? 《

Deku me estaba cargando como si no pesase nada, dirigiéndonos a algún lugar que desconocía. Me sentí humillado e impotente al recordar lo que había sucedido minutos antes, se suponía que yo debía de ser el fuerte, yo debía protegerle... yo debía ser el alfa, no él.

Cansado mis ojos volvieron a cerrarse y para cuando fui consciente una vez más escuché la voz de Deku llamarme.

— Kacchan... Kacchan... — Abrí lentamente mis ojos encontrándome de frente con su rostro, pude notar de inmediato las pequeñas heridas que cubrían este y fruncí la mirada observándole fijamente. — Que alivio, por fin despiertas, yo... — Siguió hablando, pero dejé de escucharle.

¿Se había hecho todas esas heridas protegiéndome? ¿Ese pequeño Deku que no podía hacer nada sin mí?

Inconscientemente alcé mi mano para tocar su rostro, este cerró su boca observándome impactado mientras yo me limitaba a acariciarle.

— ¿Te hiciste daño? — Pregunté a pesar de que era evidente.

— Ah.. eh.. este... — Nervioso se apartó rápidamente de mi toque poniéndose de pie. — Estoy bien, no me hice tanto daño como tú.

Su respuesta me hizo fruncir mucho más el ceño, aunque en parte parecía tener razón, había podido cargarme y traerme hasta aquí con facilidad a pesar de estar herido, mientras que yo por otro lado apenas podía moverme.

"Que patético"

— Pero eso no tiene importancia ahora. — Llamó mi atención acercándome algo que tenía en su mano. — Ten, te traje esta pastilla de la farmacia, aunque no sé si hará efecto... pero creo que por ahora lo mejor para los dos será que la tomes. — Aclaró manteniendo un pequeño sonrojo.