|EPÍLOGO|

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A N N E T T

Mis energías se agotan al intentar atrapar a esa pequeña que no deja de correr por toda la casa mientras grita entre risas.

—Anto, ven aquí —rio y corro hacia el sillón donde ella se esconde. Al estar cerca me agacho a su baja altura y le hago cosquillas —¡Te atrapé!

—¡No, no, no es justo! —dejo de hacerle cosquillas ganando su encantadora sonrisa con sus dientes de leche diminutos. Se cruza de brazos y reemplaza su sonrisa por una sonrisa malvada —¡otra vez!

Corre lejos de mi.

Suspiro y me enderezco cansada.

—Antonella, no corras más —le suplico.

La sigo a regañadientes, arrastrando los pies.

Ya no tengo la misma energía de hace 5 años y menos ahora que Antonella llegó a nuestra vida.

Estoy por seguirla hacia las escaleras al verla subir, cuando escucho la puerta ser abierta.

—¡Llegaron Anto! —mi grito la hace bajar el cuarto escalón y dirigirse hacia la puerta conmigo cuando esta es abierta.

—¡Papi!

—¡Princesa! —Maicom extiende sus brazos y la recibe un fuerte abrazo dando vueltas con ella.

Me acerco sin borrar mi sonrisa, al instante entra mi hermana.

—¡Ya llegamos! ¡Hola Ann! —me da un beso en la mejilla y fija la vista en Antonella— ¿cómo se portó mi hija?

Cuando Maicom la tiene cargada entre sus brazos comparto una mirada con ella.

—Como todo un ángelito

—¡Si mami! Yo me porté muy bien.

Anni la mira acusadora, se acerca y la llena de besos en el rostro.

Me gusta verla feliz aunque sigue siendo raro verla como madre. Hace 4 años conoció a Maicom quien llegó a Versalles y el destino lo hizo cruzar con mi hermana. Comenzaron a conocerse, después un noviazgo al punto de ver a mi hermana locamente enamorada, casada y con una hija de tres años.

—Gracias por cuidarla Ann.

—Siempre que pueda lo haré Anni, ella es mi sobrina favorita —le respondo y de la pared descuelgo mi abrigo negro — y aprovechando que están aquí, ya me tengo que ir.

—Ya te robé mucho tú tiempo. Ve con cuidado y regresa —recalca Anni compartiendo una mirada cómplice conmigo.

—Ann, gracias por cuidar a nuestra hija mientras tenemos que trabajar —me dice Maicom.

Asiento y me despido de un abrazo de Anni y con un beso en la mejilla de mi sobrina.

—Me voy, mi trabajo me espera.

—Siempre he tenido la duda de que es tú trabajo. Sueles desaparecer por mucho tiempo.

Busco ayuda en Anni.

—Ann trabaja en algo muy importante para este mundo. En un lugar extraño muy lejos de aquí.

Es graciosa la mirada llena de confusión de Maicom. A sido comprensivo al mantenerse al margen cuando es ajeno al secreto que tengo con Anni.

Un secreto sobrenatural.

—Si y como es muy lejos, me empiezo a ir desde ahora —me vuelvo a despedir hasta salir de la casa de Eleonor y Jener. Casa que aún se conserva y a quedado para Anni y su familia.

☪️ ENTRELAZADOS {Mundo Darkness #1} ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora