¡¿𝚈 𝚜𝚒 𝚌𝚊𝚎𝚜 𝚜𝚘𝚋𝚛𝚎 𝚖𝚒?! ||+18|| 𝚈𝚘𝚘𝚗𝙼𝚒𝚗.

III 🐱🐥🔥🥴

Yoongi conducía rumbo a su apartamento, durante el recorrido observaba cómo su lindo ángel se mordía los labios constantemente.

— ¿Estás nervioso?

Jimin observó su mano entrelazada con la del peliplatinado. — No, bueno quizás un poco.

— Ángel... Si te arrepentiste de ser mi cena... — Besó la mano de su pareja. — Podemos sólo dormir...

El rubio negó con su cabeza. — ¿Cómo se te ocurre que me voy a arrepentir?

— ¿Entonces? — Ingresó al estacionamiento del edificio. — ¿Por qué estás casi destrozando tus labios a punta de mordidas?

— Porque me aterra la idea de que salgas corriendo cuando te des cuenta que puedo lubricar, peor aún, tengo miedo de que quizás me trates cómo ellos...

— Ángel, ¿Qué te pasa? — Interrumpió los pensamientos del rubio.

— Gatito... Trátame con amor, por favor... — Continuó torturando sus labios.

Min detuvo el auto, retiró el cinturón de seguridad del rubio, y en un hábil movimiento lo subió en su regazo. — No te voy a lastimar, te deseo con todo mí ser, pero ante todo quiero amarte lentamente, no seré un animal contigo.

— Lindo gatito... — Sus ojos se achicaron cuando sonrió al escuchar esas palabras. — Pero lo que dije de que me trataras con amor, no es porque crea que me tratarás a lo bestia. — Habló en su mente. — Por favor no vayas a ser cómo los otros imbéciles que sólo me vieron cómo su atracción, porque según ellos soy un fenómeno por mi condición. No me trates cómo juguete, y mucho menos me vayas a ver cómo una cosa rara. — Recordó con tristeza sus anteriores relaciones.

Jimin no sólo había sido abandonado por caerse a cada rato.

Según sus parejas, que el chico permaneciera en el piso, los hacia pasar vergüenzas. Eso a estas alturas ya no le importaba. Eso era lo menos doloroso.

Había aprendido a reírse de sus caídas.

Pero algo sí lo había dejado marcado, y ahora estaba pensando en salir corriendo, no quería ver esa mirada en su gatito, no quería escuchar a su dormilón decirle cosas desagradables. Se moría por fundirse en cuerpo con aquel hombre, pero su mente le recordaba todo su pasado y eso lo asustaba.

El rubio había tenido que pasar por desagradables cosas, que hicieron que a veces odie su condición de poder procrear, y darle un hijo a su pareja; era algo que a veces deseaba no poder hacer...

Con sólo haber pasado por dos relaciones, hasta el momento, había sufrido en la intimidad... En el momento en que sus anteriores parejas se dieron cuenta que el chico lubricaba, ellos lo empezaron a tratar brusco en su intimidad. No lo preparaban, simplemente llegaban, lo penetraban y sólo pensaban en su placer. En medio del acto le decían que por ser un fenómeno que se mojaba como perra en celo, no era necesario tratarlo con amor, que la preparación no iba con él, que sólo dejara de quejarse y gimiera.

El de ojos verdes no sabía cómo era que le hicieran el amor, con sus compañeros nunca existió esa palabra, se dio cuenta tarde. Después de recibir palabras hirientes y ser tratado cómo juguete sexual, fue abandonado... Y esos dos compañeros casualmente le dijeron lo mismo.

Sólo sirves para caerte, me da vergüenza cada vez que caes en el piso. Pero cuando te hago caer en mi polla, en eso eres magnífico, un fenómeno que da placer. Pero no puedo formar una familia contigo, sólo fuiste mi juguete con algo extraño. Adiós Jimin, nadie te amara y sólo te utilizaran para su placer. Y no olvides que tus hijos pueden heredar ese vergonzoso defecto de caerte... No tengas hijos, nunca.