||1 Mes|| -MIKEXE-

-27-

En la nave de Karma...

-¡Mikechu por fin vuelves!

-Ya pase a traer la fórmula y decirle lo que debía a Losky.

-¡Perfecto! Lo mejor es que ya tengo el plan para darle esto a Mike. Exe.

-¿Si, cuál?

-Mike salió entonces podría dejar está pequeña caja de chocolates en la habitación de exe, poniendo una nota haciéndote pasar por Mike.

-¡Suena perfecto! Entonces... ¿Voy y le dejo estos chocolates a Exe?

-Si, pero rápido.

El pequeño siguió sus indicaciones, al llegar a la casa de estos este rápidamente dejo la cajita de chocolates con una nota que ponía:

"Para exe ♡ con todo mi amor Mike :D"

Aún recordaba lo que debe Karma, poder ver a su dueño... Por lo que abrió el portal rápido para regresar con Karma.

El exe que estaba en la cocina desayunando algo no escucho nada, al terminar regresa a la habitación donde había estado durmiendo y al leer aquella nota suelta una pequeña risa para después abrirla y comerse aquellos chocolates.

Pasaron las horas hasta Mike por fin llegar, este había salido con Silvio a algunos lugares.

-¡Honey, por fin volví! Estoy tan cansado...

-Me imagino. Oye por cierto gracias por los chocolates Mike.

-¿Chocolates...? ¡Ah, s-si los chocolates! Decidí dejarlos como un pequeño detalle.-El can rubio sabía que era mentira que el los había dejado pero le encantaba resivir aquellas "Gracias" de su amado.-

-No debiste molestarte...

-¿Por qué no Honey? ¡Es para que sepas cuánto te amo!

Ambos pasaron al cuarto de Mike para estar hablando por un par de horas hasta aquella fórmula ir haciendo su efecto poco a poco.

-Me duele la cabeza... Me siento con ganas de... ¡Agh! ¿Ya es mi día...?-Pensaba el mayor.-

-¿Exe, te sientes bien? Estás sudando...

-¿Te puedo pedir un favor Mike?

-¡Claro Honey!

-Ve a buscar pastillas para el celo... Creo que ya me vino y no quisiera tocarte aún.

-¿A-ahh? ¡S-si, enseguida voy!-Decia entre nervios el can rubio.-

Aquel can rubí enseguida fue a buscar las pastillas pero el plan estaba perfectamente planeado... Que estos dos se habían encargado de robar sus pastillas, por lo que regresa al cuarto sin éxito.

-Ya no hay más pastillas... ¿Estás seguro de que te vino?

Aquella fórmula había logrado hacer su efecto por completo, el mayor se acercó al can rubio para empezar a besarlo con desesperación, solo que sus besos no fueron correspondidos.

-¡E-exe, aún no estoy listo para perder la virginidad! ¡Es muy pronto!-Decia incómodo el can rubio.-

-Pero si todo el tiempo dices que quieres acostarte conmigo~

-¡Pero obvio es de broma, no lo decía literal! Por favor controlate...

-Sere suave... ¡Por favor te necesito!