Felix pensaba en cómo podría ayudar a jeongin, aunque no se sintiera bien quería ayudar a su amigo, así que estuvo pensando en que podría hacer el pequeño para hablar con Minho.
— ¿Y si le invitas a salir y a conocerse?— propuso el rubio.
—¡Es una buena idea, hyung!— se emocionó el chico ojos de zorro.— Quiero saber cuál es su color favorito, su comida también, su cumpleaños, que le gusta en general.
Felix lo pensó y, se dio cuenta de que sabía todas esas cosas de Minho, o al menos lo recordaba de su niñez.
♥︎
Ahí se encontraba Felix, caminando por los pasillos del división de gastronomía, buscaba la clase de Minho, hasta que lo encontró hablando con Jaebun, lo raro es que Minho no tenía cara de odio hacia la raza humana de hecho, aunque no estuviera sonriendo, se veía con cara... ¿Amigable? Felix se acercó a ambos chicos lentamente para no interrumpir de golpe, pero aún así los chicos se dieron cuenta de su presencia rápidamente, simplemente la presencia de Felix era muy notoria para todos.
—¡Lixie, hola!— saludó Bun, recibiendo una sonrisa del pelo dorado.
— Hola, lix.— Minho le dio una pequeña sonrisa.
En ese momento el corazón de Felix golpeteó con fuerza en su pecho, eso no solía pasarle nunca, pero Minho ocasionó eso en él.
—¡Hola, chicos!— se posó frente a ellos.— Minho hyung, ¿puedo hablar contigo?— le preguntó causando curiosidad en ambos mayores.
— Claro, vamos.— se alejaron del lugar despidiéndose de Bun.
—¿Qué pasa, Lix?— ahí estaba ese sentimiento en el corazon y estómago de Felix al escuchar ese apodo.
— Bueno, en realidad, no es algo que me pase a mí, es otra persona la que quiere hablarte.— e inconscientemente Felix miró al chico detrás de Minho, quien al darse cuenta se dio la vuelta.— Minho hyung, él es Jeongin.
Jeongin alzó su mano con timidez.— Hola, Minho-ssi.
— Hola, ¿necesitas algo?— preguntó con curiosidad.
Felix rápidamente se alejó, corriendo a buscar a su mejor amigo. Mientras lo buscaba, entre muchas comillas, se distrajo en sus pensamientos, y terminó chocando con alguien en su camino.
—¿Tan interesante está el suelo?— Felix ni siquiera subió la mirada, solo se abrazó a la cintura de aquel chico.
— Bun, ¿podrías ir a mi casa hoy?— preguntó casi como suplica.
Para Jaebun era raro ver a Felix así, eso le preocupó bastante.— Claro que puedo, pequeño, pero, ¿pasó algo?
