Bun veía a su mejor amigo dar vueltas de lado a lado, estaba confundido, no sabía que le pasaba.— Felix, basta, me desesperas, ¿qué pasa?
Felix se detuvo y se paró frente a Jaebun.— Me siento fatal, es que... Hace unos días jeongin me pidió ayuda para acercarse a Minho hyung, y yo claro que acepte, es que no pude negarme, él se veía tan emocionado y yo... Me sentiría la peor basura si le decía que no, pero el problema es que... Cada que estoy cerca de Minho hyung mi corazón se acelera, empiezo a sudar, me siento nervioso, y no entiendo por qué.— Jaebun estaba con un rostro sin expresión, solo miraba a Felix.— ¿Por qué me miras así? Di algo.
— Te gusta Minho, idiota, es eso.— dijo con obviedad, a lo que Felix lo miró aterrado, confundido y sorprendido a la vez.— No me mires así, es muy obvio.
— ¡¿Gustarme?!— empezó a negar repetidas veces.— ¡Imposible, somos totalmente diferentes! Él es amargado, serio, demasiado inteligente... Alto, atractivo, atento...— se quedó callado de repente, abriendo sus ojos en grande.— ¡Ni de chiste!
— Te lo dijee~ — canturreó el pelinegro comiendo una galleta.— Te gusta, solo que no lo aceptas. Eres lindo, de seguro también le gustas.
Y así, Felix lo pensó toda la tarde y la noche.
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Era temprano por la mañana, el rubio caminaba con pereza por los pasillos con una bolsa en su mano aparte de su mochila, también con un poco de envidia, ya que, era 21 de septiembre, el día de las flores amarillas, y se veía a mucha gente con flores amarillas y con sus parejas. Solo llegó a su casillero, y el llevaba un regalo para sus más cercanos, había hecho flores a mano con una bolsita con golosinas, las guardó en su mochila para luego cerrarlo e irse a su clase.
Como era de esperarse, se aburrió la mayor parte de esa clase, no le gustaba mucho y el profe era aburrido, según Felix, el profe necesitaba algo de color. Salió de su sala topándose con Jeongin, quien se veía algo desanimado con sus manos en la espalda.
— Innie, hola, ¿pasó algo?— preguntó acercándose a él.
El pequeño sonrió.— Gracias por ayudarme a hablarle a Minho-ssi... Aunque no resultó bien del todo, a él le gusta alguien más y me dijo que nadie captaba su atención como lo hacía esa persona... ¡Muchas gracias hyung!— sacó de detrás de su espalda una flor, de color amarillo, mientras hacía una reverencia. Felix se quedó sorprendido, pero luego solo se acercó abrazando al menor.
— Gracias innie, también tengo algo para ti.— sacó de su mochila uno de sus obsequios y se lo entregó al menor, quien agradeció y se fue.
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— ¡Felix!— escuchó su nombre, dándose la vuelta, era Jaebun.— Tienes que venir, quiero mostrarte algo...
Continuará...
