A todos los dioses

Querido Cupido

A menudo desearía que el amor fuera un camino sin dolor, que pudiera someterme a una suerte de eutanasia emocional para extirpar de raíz el corazón que late tan dolorosamente por ti."Nunca es tu culpa, ni lo fue, pero a veces desearía no haber bromeado sobre mi atracción hacia ti". Ya sabes, dicen que en las bromas a menudo se esconde una parte de verdad, y en este caso, la verdad se asoma con dolorosa claridad.

Tus rasgos juveniles y tus ojos inocentes fueron un escudo que te impidió herir directamente mi corazón, pero aun así, contribuyeron a la creación de un malestar temible en mi interior. A veces, es el amor mismo el que se convierte en un enemigo.Querido Eros, confieso que no comprendo por qué te complaces en jugar con los sentimientos de las personas, y aún menos entiendo por qué eliges enamorar a unos y dejar a otros en el frío olvido.

La vida de muchos sería indudablemente más sencilla si el amor simplemente no existiera, si tus flechas no atravesaran nuestros corazones y nos mantuvieran cuerdo, evitando que entregáramos nuestras almas a otros de manera tan desenfrenada.

Y lo que es aún más desconcertante, es que lanzas flechas más grandes a algunos corazones, creando amores intensos, mientras que otros apenas reciben una chispa de tu atención. A veces, siento que deberías apuntar con más cuidado, eligiendo tus objetivos de manera más precisa, para evitar el dolor y las tragedias que a menudo acompañan al amor mal correspondido. Si no jugaras con los sentimientos de la gente, quizás el divorcio no sería una necesidad tan común.A pesar de todas mis quejas y lamentos, querido Cupido, te agradezco por descongelar mi corazón, por más que este sentimiento no me brinde felicidad, de alguna manera me mantiene alejado de la monotonía de la vida.Aun así, me pregunto con frecuencia, pues tu habilidad para dar y quitar el amor es un misterio insondable que nos hace cuestionar la esencia misma de nuestras emociones.Cupido, ¿como puedes ser tan cruel?