Ignis von Patus príncipe heredero de un gran imperio, amado por su pueblo y odiado por los nobles, se niega rotundamente a casarse con las jóvenes aristócratas de su imperio.
Hasta que conoció a una joven ¿sirvienta?
Selena Evan hija de un ex caball...
-Celestine!!!¿Dónde carajos andas cuando más te necesito?
Hoy es un día muy atareado para mí se supone que ya debería estar en el palacio para conseguir trabajo.Pero como siempre mi querido hermano arruinando todo.
-Celestine!!!! -Aqui estoy!! hermana Selena, perdón la demora- dijo celestine a su hermana después de escuchar sus gritos.
Yo Selena Evan tengo que ir a buscar trabajo ya que mi hermano fue despedido en los múltiples trabajos que consiguió, es un bueno para nada, tengo que pagar el alquiler de la casa y también el tratamiento de mi padre Simon Evan. El callo enfermo hace ya unas semanas hasta el momento su salud está estable pero no se sabe hasta cuando.
«Agh maldición voy a llegar tarde»
-Celestine por favor quédate aquí y cuida a papá mientras me apresuró para llegar al palacio- dije bajando apresuradamente las escaleras.
Celestine vio a su hermana salir corriendo rápido de la casa- Ve con cuidado y suerte Selena!!!- grito desde la puerta.
*** Ya en la entrada del palacio.
-Saori kido...Shaina San... Regina Rubel...Nihil Gacha...Rubí Romano...Aisha Lopud...- La ama de llaves del palacio imperial estaba nombrando los nombres de todas las chicas que querían trabajar en el palacio, cada una tenía que demostrar en qué son buenas para aprobarlas y contratarlas. Todas las jóvenes que estaban presentes iban pasando a como las fueran llamando.- Shoko Aitener...Lena Clavis...Selena Evan...¿Dónde está Selena Evan?- pasaron algunos segundo pero no había respuesta -Al parecer no está así que seguiremos con las demás.
Desde el otro extremo de la entrada al palacio se escuchó un fuerte grito.
-Esperen!!! Ya estoy aquí!!!- era una jovén pelirroja, se notaba que venía apresurada por su fuerte respiración y el sudor en su frente.
La ama de llaves la examinó de pies a cabeza y le dijo- Puntualidad. Ese es el primer punto para poder entrar a trabajar en este lugar, vamos entra.- Selena avergonzada decidió entrar apresurando sus pasos.
«Fiuuu, por suerte pude entrar, ahora lo único que queda es pasar la prueba, Dios soy yo de nuevo»
Al empezar su recorrido. Selena quedó muy sorprendida al ver un lugar tan grande y espacioso, a dónde sea que miraba se veía hermoso, cada rincón del lugar estaba adornado ya sea con bellas flores o con diamantes.
«Con que así viven las personas con dinero, wooow, me preguntó si algún día me podré dar un lujo así »
Mientras más caminaba más quedaba asombrada, después de una larga caminata vio a unas cuantas postulantes para conseguir el trabajo, así que decidió seguirlas.
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*** -Hola mi nombre es Lena Clavis y vine a conseguir el trabajo por qu- La joven no pudo terminar de hablar ya que fue interrumpida por el mayordomo - Okey suficiente, no te pregunté el por qué vienes a conseguir trabajo, te pregunté en qué eres buena- se dirigió a la joven de mala gana.
-emm...yo..- la chica se puso muy nerviosa y empezó a tartamudear. El mayordomo al percatarse hablo- Basta, largo!! Si tartamudeas mucho no sirves para este trabajo ni para ningún otro, siguiente.
«Pobre chica ella solo quería dar una buena presentación, bueno es mi turno. Debo de ser cuidadosa con todo lo que diga.»
-Mi nombre es Selena Evan... y vine a este lugar por qué quiero aprovechar varias de mis habilidades como servidumbre - Dije orgullosamente y con la cabeza en alto.
Obvio todo era mentira, no sabía nada sobre el área de la servidumbre, siempre que trataba de hacer los quehaceres de la casa lo hacía mal, por esa razón celestine se hacía cargo en esa área. En lo único en que era buena era en el manejo de espada, se podría decir que era la mejor espadachín del imperio, todas mis habilidades eran gracias a mi padre, el me enseñó desde que era tan solo una niña de 4 años. Y lo seguía haciendo hasta antes de enfermar.
-Dime crees que estás capacitada para estás labores y que podrás con toda esta presión- se dirigió a mí con sus ojos fulminantes.
-Estoy 100% segura de que podré con todo- hablé sin vacilar.
-Perfecto, me encanta tu actitud, quedas contratada, vas a empezar a trabajar desde este momento. Toma estos documentos y leelos cuando estés en tu casa por lo mientras ponte a trabajar- El mayordomo le dio una pila de documentos y le dio unas palmaditas en la espalda como si quisiera decirle "buena suerte la necesitarás"
-¿Perdón?- pregunté sorprendida. -¿Eres sorda o que jovencita? Dije quedas contratada, apresurarte que tienes muchas tareas que hacer- río por debajo el mayordomo.
«Como es posible este suceso, ¿fue así de rápido? Pero ¿no se supone que me iban a hacer más pruebas? Ahora ¿A dónde me dirijo? ¡¿Que debo hacer?!»
