❝Pasaría el invierno y todas las estaciones de mi vida contigo.❞
→ Haruki tenía miedo de muchas cosas, a pesar del frío invierno, a pesar de que jamás dejara de nevar para él; a pesar de que parecía estar maldecido. El diablo quería ir por él, los d...
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AFORTUNADO.
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Aunque el castaño nunca solía acompañar a sus compañeros a beber y comer por culpa del trabajo que se le acumulaba siempre, en aquella ocasión hizo una excepción al no querer dejar solos a los novatos con unos cuántos borrachos. Mejor dicho, estaba preocupado de que Aki acabara ebrio y de que tanto Power como Denji no tuvieran a alguien que los acompañara a casa; porque sabía bien que sin ayuda alguna, esos dos acabarían completamente perdidos.
En cuánto pagó el viaje en taxi y bajó del vehículo, se acercó al bar en el que ya estaban sus compañeros. Como ya se esperaba, el olor a alcohol se notaba bastante y algunos como Himeno ya tenían una sonrisa tonta entre labios, mientras que otros no hacían más que pedir comida. Fijó su mirada en el rubio y al pasar por su lado notó que tenía cierta dificultad para leer lo que había en el menú, por lo que se inclinó hacia él sin que Denji se percatara de su presencia.
━¿Necesitas ayuda, Denji?━preguntó con una sonrisa amable entre labios, logrando llamar la atención del chico y haciendo que todos sus compañeros fijaran su mirada en él al darse cuenta de que había llegado. Al momento el menor notó cómo sus mejillas comenzaron a arder por la cercanía de sus rostros y estuvo a punto de responder sino fuera porque a los pocos segundos Himeno tomó por los hombros al castaño.
━¡Llegaste a tiempo, Haruki! ¡Justo se estaban presentando los novatos!━dijo Himeno, claramente afectada ya por los efectos del alcohol.━Para quiénes no lo conozcan... ¡se unió a nuestra división a principios de año, y aunque solo tiene dieciocho es prácticamente nuestro jefe! ¡Brindemos por él, porque nos aguanta y tiene más trabajo que nadie!━lo presentó como si sus compañeros no lo conocieran, pero lo que realmente les sorprendió fue su joven edad.
━¿¡Dieciocho!? ¿Cómo has podido ascender tan rápido en apenas unos pocos meses?
━¡Pensaba que tenías al menos veinte, Haruki-san!
━¡Igualmente brindemos por él, la juventud está en buenas manos!
Entonces el Okumura recordó porque prefería evitar las reuniones con sus compañeros en sitios así: no podía lidiar con adultos borrachos sin sentirse avergonzado. Por insistencia de Himeno acabó sentado en uno de los extremos de la mesa, entre esta y Aki. Mientras tanto Denji mantuvo el ceño fruncido por un tiempo, molesto de que hubieran interrumpido su momento con él y de que no pudiera sentarse al lado de Haruki para que pudiera recomendarle algo para comer. Aki miró de reojo al ojiverde, quién pedía algo de agua y ensalada para empezar.
