Su rutina comenzaba temprano, desde hace unos años era así, caminaba despacio, ya que, la casa aún estaba oscura a esa hora.
Comenzaba con su ritual de cada mañana desde que se había casado, preparaba el desayuno para sus hijos y su esposo, cuánto tiempo había pasado que esos recuerdos de madre primeriza se hacían lejanos?
Su trabajo le dejó una gran fortuna y por esa razón podía tener un futuro más tranquilo, por eso disfrutaba a su familia.
De pronto el momento de las mañanas ajetreadas comenzaba a resonar en aquella casa.
Su esposo se había levantado y después de lavarse la cara bajaba con esa sonrisa que a ella la había enamorado.
Tomaban su café tranquilamente y en silencio, no por que no hubiera nada de que hablar, si no, por qué les agradaba la paz que existía en momentos previos al despertar de los hijos.
Y esos instantes de tranquilidad terminaban cuando los gemelos despertaban, discutiendo por quién entraba primero al baño para poder arreglarse, eso les sacaba las sonrisas a ambos, unas llenas de nostalgia, cuántos años pasaron de su primer día de clases a la actualidad?
Ambos saludaban a sus padres y se preparaban para salir a la universidad, el hecho de que sus padres tuvieran recursos no quiere decir que ellos no debían superarse.
En ésa ocasión recordaba la primera vez que llegaron a esa casa como un matrimonio recién casado, ella una chica hermosa y joven y el un apuesto caballero que lucharía por ella hasta el final.
De pronto lo toma de la camisa y lo besa, como aquella primera vez, cuando él expresó sus sentimientos.
Esa pasión que no cambia con el tiempo.
Yuna y Eiji se miraban como aquella primera vez...
Es muy corto pero me gustó como quedó.
Estuve de vacaciones de todo ya que ha sido un tiempo estresante y por ese motivo apenas vuelvo a escribir.
Saludos y espero hayan estado bien.
