lazo

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Para ellos Aiden siempre estuvo bien, salía más de su habitación, y veían más veces a Dylan, más siempre fue raro verlo levantado tan tarde, algunas veces se lo llegaban a encontrar en la cocina y otras en la sala...no le dieron la importancia debida hasta que esa tarde estalló, no sabían qué pasaba, ni el porqué de la nada Aiden había dejado solo a Dylan gran parte del día en su cuna, creyeron estaba en el cuarto, pero Aiden llegó algo tarde, no podían creerlo

- ¿no andabas en tu habitación? -

- salí a caminar, yo necesitaba descansar-

Rápido su madre subió para ver al niño, al cual encontró en un estado deplorable, tenía el pañal cargado y la cara llena de mosquito, el bebé pedía a gritos algo para comer

Aiden como si no pasará comenzó a caminar, pero al pasar a un lado de su padre sintió su agarre, volteo a mirarle molesto

- siempre se te ha dado gusto en todo lo que has querido, querías tu propia habitación, se te dio, querías vestir como te diera la gana, te dejamos por varios meses hacerlo, incluso deje que te cambiarás de actividades extracurriculares, te deje faltar varias veces a la escuela, he incluso  no te case a la fuerza porque pude haberlo hecho, y ahora lamento no haberme puesto firme aquel día, tu locura por ser algo que no eres...se te dejo mutilarte, se te dejo cortarte tu pecho como si este jamás hubiera sido parte de tu cuerpo y ahora necesitas descansar, dime algo " aiden" estás cansado de esto, estás cansado ya de jugar a la mamá, de jugar a tener un bebé, pues que crees, es tu hijo y eso no se puede devolver y debes acerté cargo de tu hijo, tuyo porque el otro tipo salió huyendo, ya me imagino que hacer...olvídalo, yo jamás dije estoy cansado sabía que debía levantarme temprano para darles lo mejor y ahora vas donde ese niño y lo cuidas porque ese es tu trabajo por el resto de tus días, debiste pensarlo mejor antes de abrirle las piernas al primer hombrel que encontraste -

No comprendía su comportamiento, lo miro y con la misma lo soltó, pues Aiden estaba sonriendo como si esas palabras fueran lo más gracioso que había escuchado en su vida

- hace mucho que no me tocabas, aunque sea para reprenderme, y hace tanto que no me hablabas sin usar monosílabos, por eso estoy feliz, ahora estoy cansado y solo quiero dormir, no cenaré -

Era algo que no comprendía, Aiden se detuvo a mitad de escalera pues su madre venía bajando con el bebé en sus brazos, solo la miró para tomar a su hijo, cuando llegó al final de la escalera volteo a mirar a sus padres y aún con esa sonrisa les dijo

- a quien le abra las piernas es decision mia padre, no olvides que soy mayor de edad, ya no soy la niñita a la cual podías prohibirle todo en la vida-

Entro a su habitación dejando rápido al niño en la cama, tomó asiento a un lado mirando su celular, solo buscaba algo para entretenerse y ahí se encontraba de nuevo aquel llanto, miro a Dylan comenzando a respirar cada vez más y más rápido, quería que se cayara, solo quería ver la película que hace meses llevaba posponiendo, y ahora por ese molesto ruido no podría disfrutarla, tomó sus audífonos poniendo toda su atención a la pantalla, aún así seguía escuchándolo, fueron unos 15 minutos cuando no pudo más, sólo por reflejo patio aquel burot haciendo que la lámpara cayera al suelo, el ruido hizo que su madre entrara preguntando si estaban bien

- ¡no lo estoy! quiero ver una película en paz y este niño no sabe guardar silencio-

- hij.... hijo mira yo cuido a Dylan un rato, para que puedas descansar-

- ¡insinúan que no soy capaz de cuidar de mi propio hijo! nadie más que yo lo cuidara, que no entienden ¡él no puede apartarse de mi vista! no me pasará lo de la última vez, no se volverá a repetir-

AidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora