Hermione Granger; reescribiendo la historia

Rubí + Esmeralda = Oro y plata

1991/1992

— ¿Una piedra capaz de concederte inmortalidad? — pregunto Harry a su grupo

— Va más allá de eso Harry — Draco tenía el libro en sus manos mientras leía — aquí dice que es una alquimia demasiado poderosa y complicada de hacer, como una antigua leyenda

La piedra filosofal y los cuatro mosqueteros, sería un gran título ¿no lo creen? No fue el trío dorado quien logró resolverlo, pues el trío dorado en esta vida no existía.

La historia que conocíamos de Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley siendo el trío dorado, se había desvanecido por completo. Nunca se habían sentado con Ronald, por el contrario, encontraron un vagón vacío y ahí se quedaron, esta vez Harry no le negó la mano a Draco, si no que por el contrario se la dio con gusto.

Todo parecía indicar que el culpable o al menos una pieza clave para que aquella enemistad surgiera fue Ronald Weasley.

Se habían dividido en dos, Hermione y Harry perseguían al profesor Snape mientras que Pansy y Draco lo hacían con el profesor Quirrell.

Mientras deambulaban por el castillo, Hermione vio como alguien corría por su lado, una sombra quizás, pero lo que la hizo frenar fue verse así misma corriendo mientras reía con una pelinegra a su lado, ¿acaso estaba teniendo visiones?

— Esto de deambular por los pasillos me está causando paranoia Harry, es muy tarde y puede que nos atrapen, odiaría ser expulsada simplemente por no obedecer las reglas, vámonos a la cama ya

Y eso hicieron, las señales se habían empezado a manifestar en ella, recuerdos, memorias, visiones, todo era real y eso la iba a empezar a atormentar. Nadie puede cargar con un peso tan grande y pensar que estaría a salvo.

La piedra filosofal fue encontrada y destruida, la historia no fue la misma que en su vida pasada. No estaba Ron aquí, en cambio Draco y Pansy sí, y ellos los habían salvado.

Y desde ese día, se les dio un nombre en los pasillos.

Los leones y las serpientes.

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1992/1993

La cámara de los secretos ha sido abierta, enemigos del heredero, temed.

Su sangre se enfrió al leer aquello, ¿de qué cámara de los secretos hablaba aquel mensaje? ¿Cuál heredero? Su instinto le decía que para nada era algo bueno, algo malo y tiempos oscuros se acercaban.

Algo muy oscuro estaba por volver.

Los estudiantes tenían toque de queda, y los más pequeños debían de estar a las 8 en sus respectivas habitaciones y no podían salir sin un profesor o prefecto le acompañara.

Pero Hermione le robó la capa a su mejor amigo y decidió ir a la sección prohibida de la biblioteca. Vaya error.

Encontró lo que buscaba y tomó sus precauciones, la chica rubia más inteligente. Con un espejo de mano miraba en las esquinas de los pasillos y su mirada en el suelo, hasta que sin desearlo al girar en una esquina y ver por el espejo.

Fue petrificada.

— ¡Harry! — Malfoy estaba sacudiéndolo para cuando despertó, tomó sus gafas y al tenerlas puestas logró identificar aquellas sombras que estaban con él, Pansy, Dumbledore y Mcgonagall

— ¿Qué pasó? — pregunto un poco aturdido pues aún seguía dormido

— Es Hermione, ha sido petrificada — respondió Pansy, su voz lejos y distante

Corrían por los pasillos hacia la enfermería.

Esta vez fue Pansy la que leyó el papel arrugado que tenía Hermione en la mano junto a Draco y Harry, no Ron. Ron era un fantasma que solo conocían como compañeros.

Pero lastimosamente muchas cosas simplemente son destinadas a ser.

La cámara fue descubierta y resultó ser Ginny quien la abrió, luego fue cerrada y sellada.

Le quitaron la petrificación a Hermione y todo volvió a ser como antes.

— Prometo escribir en serio — decía Pansy a los chicos, pues acostumbraron en las vacaciones escribirse

— Eso dijiste la vez pasada, ¡y solo recibí una carta! — resopló Hermione y se cruzó de brazos, Harry rio y Draco sacó una caja de su abrigo

— Les tengo un regalo chicos, — abrió la caja y en ella se alineaban cuatro hermosos collares, dos de ellos con una piedra hermosa roja y los otros una verde — los colores de nuestras casas, rojo y verde. Como ustedes son leones tendrán el rojo y las serpientes el verde, por atrás tienen el color contrario a su casa, por ejemplo, yo tengo el rojo y ustedes el verde. — Hermione sonrió y lo abrazo

Cuatro chicos inocentes, inocentes de toda aquella guerra que se avecinaba, de aquello que no podían ver, pero sentían.

El rubí y la esmeralda, juntos formaban el oro y la plata.

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1993/1994

Sirius Black escapó de Azkaban y se cree que va detrás de Harry Potter.

Hermione pensó demasiado al leer esa nota aquel día, pues aquel apellido le sonaba podría ser de algún amigo de su padre, así que decidió escribirles una carta y enviarla en una lechuza, sus padres habían aprendido a manejar las lechuzas para poder escribirles a sus dos hijos y mantenerse comunicados.

Y fue entonces, cuando su mayor sorpresa llegó unos días después de eso, la seguridad que tenía Harry y ella eran demasiado grandes, eran vigilados constantemente y los chicos los vigilaban demasiado.

Días después una carta de su padre llegó.

"Hola mi pequeño sol,

¿Cómo has estado? Me sorprende la pregunta pues pensé que recordarías a aquel hombre que siempre admiraste, puede que lo recuerdes así que lo describiré brevemente. Alto, cabello negro y rizado, ojos grises y piel tan blanca como las nubes del cielo. ¿Lo recuerdas? Si no es así mi pequeña te diré su nombre.

Regulus Black.

Lo conocí cuando ustedes dos aun eran unos bebes y desde ahí nos volvimos muy cercanos, él fue casi como un tío para ustedes, hasta que se esfumo como una estela de humo negro.

Supongo que hay personas que están destinadas en nuestras vidas y que tarde o temprano volverán.

Me sorprende tu pregunta cielo, ¿tú y tu hermano están bien?

Por favor, avísame lo más rápido que puedas, nos tienen preocupados a tu madre y a mí.

Con amor, Leónidas Granger.

Posdata: Dile a tu hermano que lo amo y que nos escriba más seguido."

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Un nuevo profesor llega, Remus Lupin profesor de defensa contra las artes oscuras. Hermione no prestó mucha atención a aquellas cicatrices que tenía alrededor del rostro pues estaba muy ocupada tratando de organizar todo su horario.

Si lo hubiera visto, otra de sus lagunas mentales se hubiera desbloqueado y hubiera vuelto a aquellas pesadillas, pero su paz no duró mucho, en cambio duró muy poco.

Cada que dormía soñaba con que corría hacia al castillo siendo perseguida por cientos de magos, todos tratando de hechizarla para matarla, y el sueño siempre termina en lo mismo, siendo envuelta en una estala de humo negro sintiendo una paz inmensa.

Ella no sabía todo lo que vendría después de eso, su tercer año fue el detonante de todo empezando con molestias pequeñas.

Los viajes en el tiempo la afectaron más de lo que deberían.