Five Days [Jeongho]

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« Ayer olvidé escribir mi nombre, soy un idiota. Lamento que tengas que pasar por esto, pero si quieres dejaré de escribirte. Ya con que conozcas de mi existencia, es suficiente. Soy Yang Jeongin, de segundo. Seguro debes reconocerme como el chico estrés; es que no soporto tener malas calificaciones y me estresa cuando tengo que presentar más tareas en caso de que quiera subirlas. En realidad, la mayoría de las cosas me estresan.Y bueno, soy un desastre, lo sé. Hoy no tengo mucho que decirte, sólo quiero saber si te gustaría salir a tomar un helado conmigo hoy después de clases, claro, si no te molesta. Aunque si te molesta, pues no, ¿verdad? Acabo de estresarme y estoy seguro que también te estresaste, lo siento. Bueno, en todo caso, no lo sé, si decides que sí, pues... ¿me esperas en la entrada del colegio? Y si decides que no, pues me daré cuenta solo, ¿no? y estaré muy triste, pero equis. Ya, creo que es suficiente, y ajá. Te quiero.

Ten un día bonito, hyung. »

Minho rio suavemente y guardo la pequeña nota en su mochila.

Jugando con los cordones de su sudadera, se mantuvo a la espera
de que Yang Jeongin saliera de su salón. Recibió varias miradas
de curiosidad, pero aun así se mantuvo a la espera del chico.

Se lo había topado varias veces en el pasillo, y por ello logró reconocerlo junto al rubio que siempre le acompañaba, uno que
tenía apariencia de un pollito muy feliz.

- ¿Jeongin? - lo llamó cuando estuvo cerca, y una sonrisa ocupó sus labios cuando el cuerpo del chico se tenso al, seguramente,
reconocer su voz.

El menor se alejó levemente, halando a su amigo consigo, y Minho frunció el ceño, acercándose despacio para escuchar lo que Jeongin le gritaba entre susurros al pecoso.

-¡Pero dijiste que tú lo ibas a invitar!

- ¡Si, pero el dinero se me quedo en casa, y me di cuenta cuando ya le había dejado la nota!

- ¡ldiota!

Minho rió suavemente y, antes de que el chico le diera dinero a
Jeongin, él tomó el brazo del menor y llamó su atención.

- Yo puedo invitar los helados, no es problema -propuso.

- Es que yo te invité y no es justo. Olvidé mi dinero, soy un
desastre. Lo siento mucho, hyung.

Inclinó la cabeza, afligido, pero Minho lo tomó por el mentón e hizo que la levantara.

- Te dije que no es problema, vamos.

Las mejillas de Jeongin se sonrojaron levemente, pero terminó aceptando las palabras del mayor. Y luego, se dejó llevar por él a traves del pasillo, anticipando internamente que pasaria la mejor
tarde de su vida.