Postdata.

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Ya ha pasado un tiempo desde que escribí El día y, desde entonces, he madurado. Por esto, esto sería como una especie de continuación. Probablemente, la herida que sufrí en ese momento nunca se cierre... Pero esta es una forma de comunicarme, de expresarme... Y sentir que mínimamente alguien puede llegar a leer estos desvaríos. Por eso, aquí va mi postdata.

Hola. Sé que han pasado meses. Muchos meses. Siento como si hubieran pasado años desde que no hablamos. Desde que decidí distanciarme por mucho que me doliera porque no podía seguir soportanto lo que soportaba. Siento que por mucho que pudiéramos entendernos al principio, nunca fue suficiente cuando comenzaron a haber problemas. Mirando hacia atrás, tengo una especie de mezcla entre nostalgia y dolor; una sensación agridulce en mi ser.
A veces, me dan ganas de llorar porque no soy capaz de soportar no hablarte. Pero otras veces se me pasa y solo me da igual tu presencia. Me es inevitable no mirarte porque de alguna forma, extraño lo que solíamos ser.
Pero muchas otra veces... Pienso que simplemente no era ahí. Tengo tanto que decir... Que se me haría demasiado largo. Me gustaría poder mirarte e interactuar contigo, pero eso solo haría que me sintiera peor. Lo sé. Me conozco.
Yo... No sé. Sinceramente creo que esto es una broma de mal gusto. Pero no puedo hacer nada para remediar el pasado. Puedo tratar de enfocarme al futuro pero no tenía futuro sin ti. Suena desesperado... Pero eras mi mundo. En pocos meses te convertiste en la salvación de mi vida. Quería hacer todo contigo, quería darte lo que querías... Pero sé que eso no tiene caso ahora ni lo tenía entonces.
Por mucho que pueda haberte odiado, o me hubieras asqueado, al fin y al cabo es un sentimiento derivado de la rabia que siento por no poder hablarte. Es horrible... Y no solo eso. Siento que no te preocupaste nunca por lo que sentía. Fue duro pasar el verano sobrepensando y durmiendo pensando que me ibas a desbloquear o que me ibas a volver a hablar. A veces lo pensaba... Otras lo soñaba... Pero eran situaciones tan irreales que daban pena. Yo daba pena.
Me gustaba estar en tu mundo, pero sé que no era mi sitio. Tampoco lo es ahora. Hoy en día sigo buscando un sitio donde pueda comunicar lo que me pasa sin miedo a que la otra persona tenga que soportar mis problemas. Me da miedo que me vuelvan a decir que no quieren escuchar mis problemas... Como tú hiciste. Como otros hicieron.
Pfft... ¿No es gracioso que escriba esto para ti cuando nunca vas a leerlo? Sinceramente... Sentía que estábamos inteconectados. Tal vez... Solo lo sentí yo.
Tal vez... Todo fue una ilusión. Tal vez... Tus caricias, tus besos, tus risas, tus abrazos... Todo... Fue solo... Otro sueño del que no quería despertar. Tal vez... Sentirme tan querido por una vez en mi vida solo era un fugaz momento que ya sé que no volverá.
Jajaja... Aún me duele recordar los buenos momentos contigo porque no puedo soltarte tan fácil. No soy capaz... Me dejaste una huella demasiado profunda... Y no estoy preparado para borrarla. Me dijiste que metí mierda, que era tóxico y manipulador... Ojalá me tengas con esa visión. Ojalá me quieras muerto y me odies... Lo prefiero a tener que tenerte de nuevo junto a mí y que me duela aún más hablarte. Daría paz a mi interior, pero costaría del todo poder volver a sentirme yo.
Por eso, esta es una de mis despedidas. No prometo que sea la última... Pero solo te deseo que te mueras. Deseo que ardas en sufrimientos por lo que me haces pasar. Deseo que dejes de martirizarme con tu presencia. Deseo que... Desalojes mi jodido corazón. Deseo que te vayas a la mierda y no regreses. Porque si te sigo viendo, solo puedo pensar en los cumplidos que pensaba para ti. Me deja destrozado.
Y por ese sufrimiento, quiero que te largues. Ódiame y aléjate de mí para no volver.

Pensamientos Desviados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora