Capítulo 1: Reencuentros

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Eliana 

Tomo mis llaves del casillero, la insertó en el candado, para empezar a sacar mi uniforme que consiste en una chemise color rojo, con el logo de Actividades Chile remarcado en el lado derecho de mi busto. Mi pantalón negro, que lo volví tubito a penas me lo dieron, además de una correa negra y los zapatos eran a elección. Así que mis Converse blancas tobilleras me hacen de confort a mis pies. Recojo mi cabello en una cola alta, dejando mechones levemente sueltos sobre mi rostro.

—¡Chama! ¡Llegaste!—Génesis grita entrando al camerino de mujeres, la rubia me abraza por detrás, tanto que jala mi cabello.

—¡Claro que sí, Gene!— volteo y la abrazo. —Solamente fueron 21 días de andar libreta—digo sonriendo y riéndome de la cara de mi amiga, quién desaprueba mi decisión que tomé hace un mes.

—Coño Eliana, harás que te boten—Génesis comenta, mientras que se cambia su ropa de calle por su uniforme. —Bueno, al final es lo que quieres—Génesis dice cerrando su casillero y su humor ha cambiado.

   Lo noto, porque sé que no quiere que nos separemos, llevamos 3 años de amistad gracias a este trabajo y está segura que no nos veremos más sí me botan de éste.

—Marica entiéndeme, ya estoy cansada—digo tratando que ella entienda mi punto de vista. Me coloco al frente de ella, viendo como sus ojos verdes me miran con nostalgia.

—Lo sé, Eli—dice y  la maracayera me abraza. —Yo igual lo estoy, pero sabes que para mí no es opción—me mira sonriendo, por lo que vuelvo abrazarla.

—Al fin regresaste, Eliana—entra Gabriela al camerino, me escanea completamente. La peli castaña, oriunda de Guatire, se para al frente de mi con su uniforme ya puesto. Su rostro va con maquillaje sobrecargado, sus pestañas son sumamente largas y sus uñas ni se digan. 

—Veo que te quieres graduar de licenciada—suelta con una risita, a la que se le unen el resto de las mujeres que estamos dentro del camerino. Claro, todas menos Génesis.

—Veo que no dejas de meterte en problemas ajenos, salia—digo, mirándola. Ella es la jala bola de mi jefa, como dicen aquí en Chile, la chupa pico.

—Trimardita—comenta Gabriela.

—Mamagueva—respondo acercandome.

—Sapa—sigue.

Iba a seguir respondiéndole, pero nuestra jefa entro. Gabriela prácticamente cambio su rostro y comenzó a sonreir e ir al lado de Constanza.

—Buenas tardes, por favor salgan que viene el cambio de turno—mi jefa, Constanza; es una mujer de baja estatura y con cabello castaño, siempre resalta por su aptitud de liderazgo, la gran melena castaña que cae como cascada por su espalda, su buena carisma y su piercing tunel en su oreja izquierda. 

  No es de maquillarse mucho y su uniforme siempre esta pulcro,  pero fue su gran desempeño y ganas de trabajar que la hicieron hacerse jefa de turno hace 2 años.

Lleva una blusa blanca, con el logo de Actividades Chile en su busto derecho, un jean con una correa negra; resaltando su figura y con unos botines negros de tacón lo que la acompañan y la hacen ver mucho más alta.

—Conny, ¿viste quién regreso?—Génesis le pregunta sonriendo, señalandome con sus manos.  Constanza me mira, y hace una sonrisa.

    Cuando inicié a trabajar aquí, Constanza ya llevaba 3 años trabajando, nos entrenó a Génesis y a mí. No fuimos las mejores amigas, pero por un tiempo fuimos un grupito de 3, andando para arriba y para abajo. 

Eres mi principio y mi finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora