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•ᒍυαηρƖαу•

Spreen tenía todo lo nesesario para conquistar al menor, todo lo que el chico había deseado en una pareja lo tenía quel oso. Dinero, poder, éxito, influencia, un trato hacia él cariñoso y lleno de amor junto con los detalles hecho por el mismo con total amor. Todo era perfecto en él y el hibrido era consiente de eso, pero no era el único.

Juan veía ya su derrota, creía ya saber su futuro, en donde el sufría por perder el corazón de su líder de pueblo en manos de aquel Argentino egocéntrico pero ideal para su enamorado. Ese oso era lo que Auron siempre había querido y era consiente de eso.

[...]

Auron se encontraba en la casa del autoproclamado hechicero, disfrutando de un momento de amigos con el dueño del hogar.

Las risas inundaban el lugar al haber relatado lo que paso con uno de los mejores amigo del heterocromatico, siendo Reborn el que provocó las risas del par sin ser consiente de eso.

Auron: Joder con el viejo -hablo aún con la risa interrumpiendo sus palabras-

El de gafas trato de tranquilizar su risa para contestar a aquello que había dicho el contrario mirando de reojo a este mismo viendo que aún seguía riendo en grande con una gran sonrisa en sus labios, una hermosa esena que hizo que sus sentimientos hacia él crecieran en gran medida.

Una idea atravesó su cabeza al recordar el nerviosismo que le daba tener al que le gustaba a un lado de él por la aceleración que provocaba en su corazón por tener sentimientos hacia él.

Juan: Oye Auron -llamo al nombrado que como pudo paro su risa pero manteniendo la sonrisa que está provocó en su rostro-

Auron: ¿Qué paso gafotas? -río levemente ante dicho apodo haciendo que en lugar de que el contrario frunciera el ceño mostrara una leve sonrisa-

Juan: Cómo...¿Cómo seria tu pareja ideal? -un color rojizo invadió sus mejillas al preguntar tal cosa, mientras su amigo ladeaba su cabeza confundido cuál perro-

Auron: Mmm... pues que tenga dinero, que sea exitoso, que sea alguien respetable y que me trate bien. ¿Por qué la pregunta?

Juan: Por nada por nada. Solo me surgió la duda -una nueva risa salió de él, tratando de apaciguar la situación con esta, cosa que consiguió ya que el castaño paso del tema sin problema, importandole poco la curiosa cuestión que hizo su amigo-

Mientras su risa era acompañada por la de Auron en su corazón se hacía una presión presente. No podía mentir que sintió un dolor en su pecho al escuchar la respuesta del de mechón. Dinero, poder y éxitoso eran cosas que él no tenia y que nunca podía darle al menor, lo único que tenía para ofrecer era su cariño y trato amoroso hacia él incondicionalmente. Pero tenía en mente a alguien que empezaba a hacer acto de presencia en la vida de su amigo que cumplía con todas esa característica, ayudando solo a qué el dolor en su pecho aumentara.

[...]

Aún seguía preguntándose si eso era una buena idea. ¿Cómo se le ocurría competir contra tal prospecto como lo era Spreen? Solo se iba a humillar más de lo que ya lo hacía al tratar de luchar por el amor ya asegurado hacia el oso por parte del heterocromatico. Pero había hecho una promesa consigo mismo, por Auron lucharía hasta el final. Hasta donde recibirá un claro y conciso no.