La cálida y húmeda abertura de su raja se desliza sobre mi punta y penetro en su coño virgen. Centímetro a centímetro, ella baja y luego sube. Miro a John mientras ella sube y baja lentamente por mi polla, intentando tragársela toda.
—Supongo que soy demasiado grande para ella. — le digo a John, y su puño está tan apretado que veo el blanco de sus nudillos.
—Lo aceptaré. — susurra Lacy, y le froto la espalda.
—Sé que lo harás, pequeña. Eres mi buena chica. —hace lo que promete y se desliza aún más abajo. —Justo ahí, nena. Haz estallar tu cereza en la polla de papi.
Lacy se desliza hasta el fondo de mi polla de un solo golpe y grita. Mi polla se tensa en los confines de su apretado agujerito y la rodeo con los brazos. Mis dedos se mueven entre sus labios y rodean su clítoris para intentar aliviar el dolor, pero saber que mi polla es la primera que ha tenido hace que empiece a gotear más semen.
—He preparado unas cuantas cosas para que las probemos. —dice la madre de Lacy cuando vuelve a entrar con una bandeja de comida como si todo fuera perfectamente normal.
John aprovecha para beberse la copa de un trago y se la vuelve a pasar. —Otra. — le ordena, y ella parpadea antes de asentir.
—Por supuesto, querido. —Nos mira a Lacy, a mí y a mi copa casi vacía. — ¿Le traigo otra, señor Corano?
—Sí, por favor. — digo, y aunque la falda de Lacy tapa lo que estamos haciendo, la agarro de las caderas y la balanceo un poco. No puedo evitar follarme a su niña delante de su padre. Quiero que sepa que ahora es mía.
—Ahora. — dice John con los dientes apretados. —Y baja a la bodega y trae una botella. El merlot.
—Enseguida. — accede y sale enérgicamente de la habitación.
Lacy se inclina un poco sobre la mesa y se agarra al borde mientras empiezo a estrecharla contra mí. John respira agitadamente mientras se limpia el labio inferior para quitarse la baba.—Inclínate un poco más, nena. Quiero llegar hasta el fondo.
—Sí, papi. — dice, y sonrío de oreja a oreja mientras me levanto y le pongo una mano en el hombro para mantenerla sujeta a la mesa. —Oh, eso es algo con lo que he estado soñando. — Miro a John. —¿Lo has oído? Me ha llamado papi.
Empujo con fuerza y Lacy gime, así que lo hago otra vez. John deja de fingir que no le afecta y se queda mirando cómo mi polla entra y sale de su hija.
—Joder, toma la polla como una princesa. — gimo, y por el rabillo del ojo veo la mano de John moverse bajo la mesa. Inclinándome sobre Lacy, acerco mis labios a su oreja.
—Míralo. — digo mientras empiezo a follármela con más fuerza.
—No puede soportar que no sea él quien te haga esto.Su coño se aprieta a mí alrededor mientras el brazo de John empieza a sacudirse arriba y abajo en un rápido movimiento caótico.
Está gruñendo mientras se masturba bajo la mesa, y yo sonrío mientras sigo follándome a su hija.
— ¿Te pondría más duro si te dijera que a ella le gusta que nos mires? — Le digo a John, pero me ignora. —Ahora mismo está jodidamente empapada.
—Papi, me hormiguea. — dice Lacy y vuelve a empujar contra mí.
—Claro que sí. No pasa nada si te gusta cuando estoy dentro de ti y él está mirando. — El sonido de las bofetadas pegajosas resuena en la habitación mientras sigo follando su pequeño y fresco agujero. —Quizá volvamos a hacer esto cuando te traiga a casa por Navidad. Para entonces, te enseñaré a chupar una polla, y él podrá ver lo bien que se te da.
—Por favor. — Gime y abre más las piernas.
Alcanzo su cadera, juego con su clítoris, y está tan jodidamente húmedo. Un par de deslizamientos de mi dedo sobre la perla, y ella grita más fuerte que nunca. Toco fondo dentro de ella y dejo que mi propia liberación tome el control. Es entonces cuando mi polla se hincha y bombeo una gran cantidad de semen dentro de ella.
—Lacy. — gime John, y su mano se ralentiza.
Mientras su coño palpita alrededor de mi polla, le susurro al oído: —Mira eso, nena. Has hecho que se corra encima.
John coge una servilleta de la mesa y empieza a limpiarse como si nada hubiera pasado. Empujo una última vez, amando la sensación de estar enterrado dentro de ella. Me duele cuando tengo que salir, pero sé que no será por mucho tiempo. Esta noche voy a penetrarla una y otra vez. Tanto que mi semen correrá por sus piernas y no olvidará que es mía.
Tomo asiento, vuelvo a poner a Lacy en mi regazo y ella se acurruca contra mí. — ¿Tienes idea de lo loco que estoy por ti? — le digo, y ella me mira con sus grandes ojos marrones. —He hecho todo lo posible por cuidarte desde la distancia. Hasta hoy. Ahora no habrá nada ni nadie que se interponga en mi camino.
— ¿Vas a salvarme? —Hay tanta esperanza en sus ojos, y asiento mientras froto mi pulgar sobre su mejilla.
—Para siempre.
—No he encontrado merlot. — dice la madre de Lacy al volver al comedor. Echa un vistazo rápido a su alrededor y luego toma asiento. — ¿Va todo bien?
Miro a Lacy y le cojo la barbilla con las manos antes de inclinarme y besarla. —Perfecto. — digo contra sus labios, y asiente.
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Daddy's Boss de Ar Taboo +18
Dla nastolatkówElla fue dada al jefe... pero papi tiene que mirar.